Una experiencia de cibersexo y reflexiones sobre mi sexualidad
Miércoles,01 de abril de
2009
Lamento no haber
podido subir la ficha 6.3 en esta semana, tuve complicaciones para terminarla y
se presentaron una serie de situaciones que dificultaron mi trabajo terapéutico
y causaron algunos retrocesos.... algo muy normal en el proceso, no es motivo de
alarma, y sirve para cuestionar y reevaluar mis avances y
dificultades.
En el tratamiento
del TOC voy viento en popa, estoy aprendiendo con maestría a tratar la obsesión
de la culpa, ya no me dejo intimidar por estos sentimientos, ya no experimento
remordimientos ni me preocupa lo que pase en el porvenir respecto a muchos de
esos pensamientos de carácter irracional, espero que nadie salga lastimado, es
algo que no deseo, pero no pienso detenerme en modo alguno para complacer esa
estúpida necesidad de sentirme culpable y excesivamente
bueno.
Seguiré con firmeza este lineamiento
terapéutico orientado a rehabilitar mi cerebro y crear nuevos estímulos de
respuesta cognitivo-conductual a los falsos mensajes enviados por mi cerebro,
espero pronto ingresar a la fase de modificación de la personalidad
obsesivo-compulsiva.
Conocí a un
canadiense de 19 años esta semana y me involucré en una situación de tipo cibersexual, fue algo inesperado y extraño, pero fue una situación que no pasó a
mayores ni significó peligro para mi vida. Llevaba rato de no sentir cosas de
ese tipo, se muy bien que no tengo AMS porque yo no deseo de otros hombres
masculinidad ni afecto masculino, valga la redundancia; mi problema es de
carácter sexual porque tener una sexopatía significa poseer un impulso fuerte e
irresistible hacia determinado objeto o sujeto, es algo así como una poderosa
fijación que asocia el placer orgásmico con un elemento
cualquiera.
He explicado que mi problema sexual-afectivo
es la efebofilia, mi objeto de deseo sexual no son los hombres ni las mujeres,
tampoco lo representan objetos inconexos. Mi objeto de fijación sexual es la
edad de la adolescencia o algunas veces edades de la temprana juventud (no más
de 21 años).
Como he rechazado
la heterosexualidad y suprimido profundamente respuestas sexuales hacia mujeres,
es poco lo que siento de deseo sexual por chicas adolescentes, el deseo en sí me
resulta desagradable, y como mis necesidades afectivas insatisfechas son de
amistad masculina, y como carecí de un grupo de amigos cuando más los
necesitaba, he asociado mayormente el placer sexual con chicos adolescentes. He
avanzado mucho en superar ese problema, pero también he cosechado muchas
frustraciones en ese sentido, y sigo muy
vacío.
En otras palabras, no tengo una orientación
sexual determinada por un género específico, mi orientación sexual, por así
decirlo, es hacia un objeto abstracto encarnado en determinados individuos. Aún
no he explorado a fondo el origen de esta situación, pero a nivel intelectual y
emocional comprendo lo esencial, tratar mi TOC no me ha dado espacio para
estructurar de una mejor manera dicha cuestión. La efebofilia guarda mucha
relación con la pedofilia, y en ambas situaciones pocas veces hay AMS de por medio
o déficit de identidad de género.
Este canadiense
activó este mecanismo emocional, y sus insinuaciones sexuales reactivaron mi
latente problema sexual. Los anglosajones, y la mayor parte de la raza
caucasiana, siempre fueron mi estereotipo máximo de belleza en función de ambos
géneros, desde muy niño asocié la belleza y perfección física con las
características corporales de estas personas: piel blanca reluciente, cabello
rubio dorado como el sol, ojos azules y profundos como el color del mar, gran
prominencia ósea.
De alguna manera
los hombres jóvenes con estas características físicas tan finas e inusuales en
mi entorno, despiertan mi deseo sexual, tiendo a percibirlos más delicados y
femeninos, como asociando estos atributos con un dormido y desconocido instinto
heterosexual. Si bien es cierto, nunca me he sentido atraído por la
masculinidad, los jóvenes muy masculinos nunca me despertaron deseo
sexual.
Llevaba cerca de 6 años de no tener contacto
con este tipo de personas, así que la experiencia me resultó muy atractiva y
prácticamente irresistible; se trataba de un chico muy amable, educado, de otra
cultura, con otro idioma, con cierto aire de rebeldía y libertad, alguien a
quien yo le interesaba y que me había enseñado muchas cosas sobre su país; así
que mi sexopatía se sumó a mi profundo deseo de amistad y aceptación por parte
de este tipo de personas.
Me dejé llevar por
el deseo porque sentía que debía poner a prueba mi tarea de aniquilar cualquier
forma de sentimiento de culpa u objeción moral, así que decidí sentirme libre de
todo ese esquema de obligatoriedad mental que me ha apresado por más de media
vida, en otras palabras, quise hacer lo que se me viniera en gana sin importar
lo que los demás dijeran condenando mi conducta, al fin y al cabo lo único que
verdaderamente me preocupa en todo eso es la cuestión de proteger mi salud y
preservar la vida, así que sabía perfectamente como manejar las
cosas.
También me di
cuenta de nuevo que no respondo sexualmente a los hombres, no experimento
excitación en presencia de un hombre, sólo puedo experimentar excitación
contemplando la realización de actos sexuales anales entre hombres, bajo el
contexto de voyeurismo.
Bueno, esa es a
grandes rasgos la situación que viví hace algunos días, no pasó nada relevante,
y hasta fue divertido hasta cierto punto; me di cuenta que continúo siendo
"débil" a este estereotipo de belleza, incluso percibí los viejos complejos de
inferioridad corporal por no poseer este tipo de fenotipo, ya que durante muchos
años de alienación corporal soñaba con poseer esos atributos corporales y
menospreciaba mi propia apariencia considerándola de segunda
categoría.
Esto abre una nueva ventana en mi tratamiento,
ya que debo reforzar mi terapia en el sentido de evitar que se repitan episodios
de ese tipo, y cuando deba mudarme al extranjero y tratar con este tipo de
personas, es esencial que haya resuelto el conflicto psicológico subyacente
relacionado con ellos; realmente me causa curiosidad que me sienta tan atraído
por una raza, eso me hace sentir un poco animal, pero estoy contento porque ya
no me siento culpable por nada.
Creo que mi deseo
de amistad y contacto es genuino, mi sexopatía dificulta la cosas, pero si
lograra establecer relaciones auténticas con estas personas podría ganar un
avance muy notorio en mi tratamiento, aunque muchas de estas personas son
demasiado abiertas a la homosexualidad y el ejercicio de conductas de ese tipo,
ya que en sus países todo eso es muy aceptado y "normal". Y definitivamente
Canadá es un "paraíso" gay.
Creo que esto no
me ha afectado mucho, no pasó nada comprometedor, y es más que todo un motivo de
risa, pero en mi interior, siento que mi niño es muy susceptible a reaccionar
sexualmente complaciente a este tipo de estímulos ocasionales, me prepararé pata
otra embestida; espero conseguir algún día un amigo anglosajón que esté libre de
intereses sexuales, sería estupendo contar con él para mi proceso de
desmitificación.
En este momento
estoy muy cabizbajo por varios problemas de otro tipo que han empeorado
últimamente y para los cuales no tengo solución, tal vez por este factor de
estrés tan agobiante fue fácil reaccionar sexualmente a los estímulos
activadores de mis reacciones del pasado. Mis amigos me dieron la espalda y me
he quedado solo, pero no me voy a rendir, esta semana me complace haber obtenido
un importante y muy destacado logro
académico.
Posiblemente no
alcance a escribir en los demás cuadernos esta semana por una multitud de
inconvenientes, así que ruego me disculpen.
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