LA OBSESIÓN DE LA CULPA
Tengo
grandes expectativas con el documento 6, estoy seguro que me arrojará mucha luz
respecto a problemas que aún no he logrado interpretar en toda su
extensión.
Ahora que he
confirmado que no tengo AMS puedo organizar de una forma más apropiada mi
tratamiento y las herramientas suministradas por
Cohen.
Cierta noche de la
semana pasada en que estaba en casa de una amiga tuve que enfrentar una
situación que desató la fuerza del TOC, tal y como la experimenté aquella vez
que estuve en el dentista.
Mi amiga tiene un
hermano alcohólico y mujeriego al que le gusta hacer todo tipo de espectáculos
bochornosos cuando se halla en estado de embriaguez. Cuando no está borracho
gusta de permanecer en ropa interior dentro de la casa y se la pasa rascándose y
tocándose los genitales, lo cual me resulta bastante repugnante. Siempre me
pareció sospechoso todo eso y perfectamente intuía que portaba alguna ETS no
tratada.
La semana pasada
estuve visitando a mi amiga, ella normalmente me invita a quedarme, así que en
dicha noche pernocté en su casa; y esa noche llegó su hermano terriblemente
borracho, realmente nos pareció una proeza que hubiese logrado llegar en ese
estado. Acto seguido se puso a insultarnos y a comportarse agresivamente, más a
causa de la gran cantidad de licor ingerido apenas conseguía balbucear y
mantenerse en pie, así que me fue muy sencillo
someterlo.
Noté que estaba severamente intoxicado y le
preparé una medicina para que expulsara la mayor cantidad posible de alcohol;
mientras me encargaba de esto, sus hermanas lo controlaban con música. Cuando le
suministré el medicamento vomitó a chorros y convirtió la casa en una
porqueriza.
Al rato, su condición mejoró, sin embargo, aún
tenía mucho alcohol en su cuerpo, e ingresó a la fase depresiva, así que estalló
en llanto y en lamentos de bebé, y tuvimos que detenerlo para que no se arrojara
por el balcón.
Después se quitó
la ropa y quedó completamente desnudo, y se arrojó al piso arrastrándose como
una lombriz, y ejecutando movimientos propios de la "danza del cangrejo". De a
poco se fue calmando, y mi amiga logró inducirle al sueño. Cuando la hermana se
dispuso a taparle la desnudez me llamó para que observara un salpullido que
tenía en el pene, y al verlo de cerca y con detenimiento me di cuenta que se
trataba de herpes simple.
A la mañana
siguiente le dije que visitara la clínica e iniciará el tratamiento, y también
le recomendé realizarse una prueba de VIH, le impelé a tratar esta condición
cuanto antes para evitar complicaciones, no pareció sorprenderse ni musitó
palabra alguna. Le indiqué que se trataba de un problema delicado que requería
atención inmediata; parecía un poco
avergonzado.
La semana pasada
entré en shock cuando noté que tocaba uno de los alimentos de mi cena con una de
sus manos, recordé de inmediato que gusta de rascar sus genitales infectados con
herpes, además tengo el presentimiento que tiene VIH. No supe en donde quedé y
cometí el error de comer ese alimento. La verdad esto último que hice fue lo que
más me afectó, de nuevo me sentí estúpido y cobarde. Y esto fue más que
suficiente para enloquecerme por varios días a causa de las
obsesiones-compulsiones.
Debí haber botado
ese alimento, pero no quise hacerlo, porque no quise parecer grosero, pero luego
me arrepentí terriblemente.
Pasé días con la
mente copada en ese asunto evaluando una y otra vez, sin poder parar, la
probabilidad de infección; realmente la pasé terrible, incluso tuve que ver
porno para calmarme un poco.
Al final,
determiné que pudo no tener sangrado ese día, o las pústulas no estallaron, o no
se rascó en esa ocasión, o el líquido se evaporó antes de tocar los alimentos...
pensé en todas las posibilidades y me aferré a la idea de la probabilidad
mínima, pero no obtuve
tranquilidad.
Fue hasta este
viernes en la noche en que descubrí algo muy importante que le ha dado un nuevo
giro a todas las cosas. DESCUBRÍ LA ESENCIA DEL TOC, la madre de todas las
obsesiones, el supuesto personal motor de todo el trastorno, el aspecto
psicológico fundamental de la enfermedad: LOS SENTIMIENTOS DE
CULPA.
Descubrí que en todas las obsesiones, salvo la
sexual, existe un marcado sentimiento de culpa, incluso no existen las otras
obsesiones, son tan solo disfraces de la única obsesión existente, LA OBSESIÓN
DE LA CULPA.
Me he percatado
que eliminando esta obsesión, las demás, se cancelan automáticamente, pues este
es el esquema cognitivo que ha creado la enfermedad. Así que gracias a este
descubrimiento logré parar el sufrimiento agobiante que me persiguió toda la
semana debido a lo que el hermano de mi amiga
hizo.
Decidí jamás volver a
sentir culpa por acciones no intencionales en detrimento propio o de los
demás, incluso también por acciones "negativas" intencionales. Decidí jamás
volver a ser un esclavo.
A partir de este
viernes en la noche comprendí hacia donde tengo que enfocar el tratamiento. He
aceptado la idea de ser infectado por VIH accidentalmente en circunstancias como
esa que describí, sin sentir el menor asomo de culpa por ello; incluso acepté la
idea que si tuviese VIH no me sentiría culpable si infectara accidentalmente a
otra persona.
En el fondo se que
estas posibilidades de infección son muy remotas, pero mi cerebro es incapaz de
aceptarlo ya que la región encargada de hacer esto no funciona bien, así que
siguiendo el juego, he decidido responder de la misma manera, aceptando la peor
de las posibilidades.
En mi conciencia
se que sólo existen 3 formas indiscutibles de infectarse con
VIH:
- Teniendo relaciones sexuales orales, vaginales y anales con o sin condón (el mito del condón infalible ya se cayó entre la comunidad de personas inteligentes).
- Transfusiones sanguíneas poco fiables y sin controles hospitalarios estrictos, o realizadas en instituciones de baja reputación. Uso de jeringas desechables para la administración de drogas psicotróficas.
- Contacto directo con sangre, semen, fluidos vaginales, leche materna a través de la boca, los ojos o heridas abiertas. Los besos apasionados son peligrosos.
Ahora mi meta es liberarme de cualquier sentimiento de
culpa, y voy a continuar empleando la técnica de la DESENSIBILIZACIÓN SISTEMÁTICA que conceptualizó
Catarina.
Sin embargo, mi verdadera meta consiste en
nunca más volver a experimentar sentimientos de culpa ni remordimientos, eso no
significa que me vaya a convertir en psicópata, sólo que esta espantosa obsesión
me quitó muchos años de mi vida y debe morir para siempre, así que procuraré
hacer que desaparezca eliminando las raíces de lo distorsionadamente aprendido
en mi niñez. Aún no se mucho, pero será cuestión de tiempo descubrir el camino
para lograr este objetivo.
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