La realidad de mi supuesta homosexualidad
Domingo, 29 de septiembre de
2008
Estoy de
regreso y muy animado para continuar adelantando la terapia y mi proceso de
autosuperación. Esta semana me pondré al día en las fichas que me faltan,
trabajando con diligencia y completa calma, no permitiendo que las obsesiones interfieran y me controlen más.
He tenido
días tranquilos, he logrado un muy buen control de las obsesiones VIH y la compulsión del lavado, he
podido desempeñarme con mayor soltura en mis actividades diarias, también estoy
teniendo 5 caídas máximas al día en tales pensamientos y en esos rituales de
lavado y comprobación, anteriormente mis caídas eran de 30 a 50 veces al día.
Mi ansiedad ante el miedo que me produce la
idea de ser infectado por el VIH se reduce paulatinamente. Gracias a cierta
información clave que me envío mi gran amiga la doctora María,
he aprendido a manejar con más habilidad la técnica de exposición con prevención
de respuesta (EPR) en el área de las exposiciones
imaginarias.
Seguiré en
la lucha por tolerar el miedo ante esa gran preocupación delirante, y también me
mantendré en la política de modificar mis esquemas cognitivos rígidos e
irracionales, los significados que he asumido respecto a los conceptos del bien,
el mal y la muerte. ¡Tengo un mejor pronóstico en relación a la curación
definitiva del TOC, mi
enfermedad!
Esta
semana hice un descubrimiento muy importante sobre el tema de la
AMS, descubrí que no tengo AMS y que nunca tuve realmente sentimientos genuinos
de atracción sexual hacia los hombres.
Mi
realidad homoerótica es en verdad otro tipo de obsesión..., se trata, en efecto,
de una obsesión de tipo sexual consecuencia de la exposición prolongada a
material pornográfico gay, recuerdo que en ningún momento me he considerado a mi
mismo un "homosexual", "bisexual" o un "gay", siempre sentí que esas etiquetas
eran algo ajeno a mi realidad personal, y sólo me angustiaban los pensamientos
referentes a las cosas gay que había hecho, como por ejemplo, el ver pornografía
de ese tipo y el sentir placer al contemplarla, o el haberme involucrado en
actividades homosexuales leves.
Desarrollé
una poderosa obsesión hacia los temas homosexuales a causa de la pornografía
gay, mi fijación siempre estuvo centrada en la cuestión de los actos gay, lo que
me gustaba de la pornografía no era el mirar hombres o simplemente detallar
penes, lo que me interesaba considerablemente era el observar las escenas muy
explícitas y salvajes de sexo anal; sentía una gran satisfacción morbosa al
contemplar ese acto degradante, recuerdo que me parecían aburridos los videos en
que sólo se masturbaban o tan sólo habían escenas de sexo oral.
La pornografía heterosexual nunca me llamó
la atención, y jamás sentí gusto alguno por material pornográfico en que
aparecían personas adultas, no sentía alguna excitación, ni esa euforia que
hacia imposible el resistir el impulso.
Creo que
lo que realmente me emocionaba ante tales cosas era algún tipo de sexualización
del poder, del deseo de someter y humillar, de hacer sufrir a los otros y
atentar contra la naturaleza; es muy probable que este gusto por el salvajismo y
la depravación gay fuese una característica ligada a mis tendencias antisociales
(de hacer daño) reprimidas.
Pienso que
la obsesión por el sexo se hizo palpable en la dependencia que desarrollé ante
ese tipo de imaginería, situación que asocio mi personalidad y pensamientos al
área de la homosexualidad.
Otro tipo
de obsesión que confundí con AMS fue el interés emocional que experimento por
los varones adolescentes, interés que en realidad no es hacia ellos sino hacia
la edad de la adolescencia, época de la vida que no existió para mí, y que
fundamentalmente se centra en la interrelación de género y el aprendizaje de los
intereses heterosexuales. Ese tipo de obsesión que se enmarcó en el terreno de
lo sexual se explica de la siguiente manera:
- A la edad de 11 años rechacé toda forma de vínculo íntimo emocional con una mujer, me cerré por completo a las féminas y a cualquier expresión de interés romántico hacia una chica. Esta fue la causa primaria de LA PREOCUPACIÓN BÁSICA INCONSCIENTE RESPECTO A MI MASCULINIDAD Y LA PREOCUPACIÓN FUNDAMENTAL SOBRE LOS INTERESES HETEROSEXUALES APARENTEMENTE AUSENTES, situación que creo la OBSESIÓN DE LAS DIFERENCIAS, obsesión que se caracterizó por un énfasis en esos dos puntos al establecerse contacto social, y por una renuente y rígida decisión de no flexibilizarme nunca ante el tema de las relaciones de pareja, vida marital y relaciones sexuales con mujeres, aspirando a un estado de perfecta asexualidad.
- Pertenecí al grupo de chicos que suelen experimentar cierto interés homoerótico transitorio hacia sus compañeros del mismo sexo, situación que es vista como normal y parte del desarrollo psicosexual masculino; el problema fue que me quedé estancado en la adolescencia y no logré avanzar hacia el siguiente estadio de desarrollo, permaneciendo por lo tanto, en ese periodo de atracción homoerótica transitoria.
- Esta condición de estancamiento psicológico se convirtió en una obsesión homosexual gracias a la prolongada exposición a contenido explícitamente gay.
Considero
en base a todo lo anteriormente expuesto que no poseo realmente sentimientos de
atracción hacia el mismo sexo, no soy movido por intereses afectivos
homoemocionales, sino simplemente por deseos de conocer la edad de la
adolescencia y el compartir actividades típicas de la edad con otros chicos, esta
situación se denomina, para mi caso, OBSESION EFEBOFILICA y no la clásica
neurosis homosexual.
Mi
aparente interés homosexual es el resultado de muchos años de contemplación de
material pornográfico homosexual, existe una fijación muy profunda hacia
cuestiones pertenecientes a ese mundo en el plano netamente
sexual.
Mi
problema real y verdadero es el trastorno obsesivo-compulsivo y sus múltiples
tipos; anteriormente enfoqué el asunto de mi aparente AMS hacia el terreno de
los complejos de inferioridad y los déficit de masculinidad en relación al
conocimiento clásico que adquirí sobre la etiología de la homosexualidad, pero
no me fijé en la esencia básica de mis problemas mentales y psicológicos, ese
TOC que es el germen y pilar constitutivo de todos mis
sufrimientos.
Mi vida,
gracias a esa enfermedad, ha sido simplemente una obsesión, yo no tuve una vida
verdadera después de mi cumpleaños número 10, yo tan sólo viví una obsesión, mi
vida ha sido una obsesión, no he vivido yo, sino una parte de mi mente que tomó
el control, un ser que se hizo independiente y que me obligó a ser un simple
espectador incapaz de retomar el control, y que fue engañado a través de miles
de mentiras al estilo de la realidad
"matrix".
Este
descubrimiento es muy importante, ya que ahora me puedo centrar en lo que
verdaderamente es la fuente del problema, la raíz y motor del sufrimiento
psíquico. Hace tiempo sospeché que no poseía una verdadera conexión con la
homosexualidad, pues no presento el modelo de desarrollo clásico de esa
condición, tampoco tengo déficit de identidad de género, y no siento rechazo
hacia la masculinidad ni miedo hacia los hombres, igualmente no siento que
busque algún tipo de amor masculino, ni figuras paternas o expresiones de cariño
como abrazos.
Mi
problema traumático tiene que ver con las mujeres y mi obsesión homosexual tiene
que ver con el TOC.
En esta
terapia he aprendido muchas cosas y voy a continuar adelante porque quiero
aprender más sobre la AMS y ayudar a las personas que viven atrapadas en ese
tipo de sentimientos egodistónicos; además, mi experiencia respecto a la
resolución de una obsesión homosexual les será de valiosa ayuda a todos aquellos
hombres y mujeres que creen tener AMS y que en realidad no la tienen o
erróneamente se consideran "gay" o
"bisexuales".
En la
siguiente entrada de mi cuaderno presento UN TEST DIAGNOSTICO DE TOC, la doctora
María me lo envío para que lo desarrollara y se lo enviase, y he considerado que
es una gran idea compartirlo con el mundo a través de mi cuaderno, estoy seguro
que muchas personas se beneficiarán con esa
información.
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