El mecanismo de creación cerebral inconsciente





Miércoles, 06 de agosto de 2008




"La palabra TENSIÓN ha llegado a ser popular, recientemente en nuestro lenguaje cotidiano. Incluso la llamamosla época de la tensión. Las preocupaciones, la ansiedad, el insomnio y las úlceras del estómago, hemos llegado a aceptarlas como parte del mundo en que vivimos.


No obstante, estoy perfectamente convencido de que ello no tendría por qué ser de ese modo. Podríamos aliviarnos de una vasta serie de cuidados, ansiedades y preocupaciones, solamente con proponernos reconocer la simple verdad de que nuestro Creador nos ha suministrado amplias provisiones para que podamos vivir felizmente, en ésta o en cualquier otra época, y que nos dotó de un mecanismo de creación.


La dificultad consiste en que ignoramos las peculiaridades del mecanismo de creación y tratamos de hacer todo y de solucionar nuestros problemas sólo mediante el pensamiento consciente o la “ideación antecerebral”. Podríamos comparar el “antecerebro” al “operador” de un cerebro electrónico o a cualquier otro tipo de servomecanismo.

Es precisamente con el antecerebro como pensamos en “YO” y percibimos nuestro sentido de la identidad. Es también con el antecerebro con el que ejercitamos la imaginación y nos proponemos los objetivos a perseguir. Empleamos al antecerebro para reunir información, para hacer observaciones, para estimar los datos que se nos suministra y para formar nuestros juicios.

Mas el antecerebro no puede crear. Tampoco puede “hacer” la tarea que debe ser hecha, lo mismo que el operador de un cerebro electrónico tampoco puede “hacer” el trabajo de la máquina de que se halla encargado “hacer” funcionar.La tarea del antecerebro consiste en proponer los problemas y en identificarlos; pero, por su propia naturaleza, no fue diseñado para solucionarlos".
(Maltz Maxwell, psychocybernetics. Prentice-hall inc. 1960)


Creo que esto aplica al aspecto de la autoconfianza, la mayoría de nosotros no conocemos el poder de nuestro mecanismo creador, de ese sistema incosciente que sirve de guía para nuestra vida. 

Cuando leo el texto anterior recuerdo la terrible etapa de preocupaciones existencialistas que opacaron mi vida, fortalecidas en gran medida por mi propia enfermedad mental, ese TOC, recuerdo que me desgastaba pensando en mil y una soluciones matemáticas a mis problemas, con la idea de ser un "superhombre", ignorando completamente la realidad de tener que aceptar que muchas veces las cosas no salen como las planeamos, sino que estás están condicionadas por distintas eventualidades y variables desconocidas a las que hay que adaptar los proyectos para poder conseguir las metas. 

Ahora he aprendido a confiar en mi mecanismo creador, y por ende, a creer y confiar en mí; nada va a suceder por arte de magia, pero si me abstengo de tensiones inútiles podré disponer de toda la fuerza de mi inconsciente para fortalecer mi voluntad y mantener siempre en alto mi estado de ánimo y mi autoimagen.



A continuación señalo algunas ideas importantes sobre este tema:


  • William James cita ejemplo tras ejemplo de diversas personas que trataron, con resultados totalmente insatisfactorios, de liberarse de las ansiedades, las preocupaciones, los complejos de inferioridad, sentimientos de culpabilidad, etc., mediante tremendos esfuerzos conscientes, sólo para hallar que al final obtuvieron el éxito cuando abandonaron la lucha consciente y cesaron de intentar solucionar sus propios problemas mediante el pensamiento consciente. “En estas circunstancias –dijo James- el medio para conseguir la felicidad y el éxito, como se ha testimoniado a través de innumerables narraciones personales auténticas es el de… la rendición… la pasividad, no por la actividad sino mediante la relajación de las tensiones, y no por la intensidad de la atención; esa no sería actualmente la regla. Abandone los sentimientos de culpabilidad, resigne la preocupación de su destino en las altas potencias, hágase genuinamente indiferente con respecto a lo que será de todo ello… Sólo trate de proporcionar un descanso a su ser convulsivo y hallará que un Ser mayor está siempre allí. Los resultados, lentos o repentinos –grandes o pequeños- del optimismo combinado a la expectación, los fenómenos regenerativos que siguen al abandono del esfuerzo, quedan siempre registrados como hechos contundentes de la naturaleza humana”. (Willian James, The Varieties of Religious Experience, New York, Longmans, Green and Company).


Eso es lo que actualmente estoy haciendo, distanciándome de las tensiones, de la ansiedad, la locura obsesiva y las preocupaciones respecto a mi proyecto de vida o los planes a corto plazo. 

Estoy trabajando con tranquilidad en todo ello, con mucho optimismo y con la seguridad-fortaleza que me brinda el visualizar diariamente los resultados exitosos de lo que deseo. Toda esa tensión interior sólo ayuda a que las cosas salgan mal..., pese a mis pensamientos obsesivos sobre el VIH, he logrado mantenerme calmado respecto a los resultados de los grandes proyectos en los que trabajo actualmente, ahora creo en mí, en mis capacidades, en mis esfuerzos por construir una vida y un mundo mejor.



  • Las ideas creadoras no surgen por casualidad, sino que tienen como origen el pensar conscientemente acerca del problema de que se trata. Todo evidencia que para llegar a la conclusión de percibir una “idea inspiradora” o un “rayo de luz”, es necesario, en primer lugar, que la persona se halle intensamente interesada en la solución de un problema particular o en obtener una respuesta también particular. Debe pensar conscientemente acerca del problema que le interesa, reunir toda la información que pueda sobre el sujeto y tomar en consideración los posibles procesos que ha de seguir la acción. Lo más importante de todo, sin embargo, consiste en que debe tener un ardiente deseo de solucionar el problema. Mas, antes de definir la ecuación, ve en su imaginación el resultado final deseado; debe también asegurarse de todas las informaciones y hechos que pueda. Luego, la lucha adicional –así como la preocupación acerca del problema- no sólo no ayuda, sino que parece contribuir a mantener oculta la solución.
Estoy haciendo esfuerzos por hacer vida todo lo expuesto en el párrafo anterior, se trata de confiar en las potencialidades del cerebro derecho, en su poder creador. 

Esto lo he visto en mi vida, pues hubieron problemas ante los cuales muchas veces no conté con soluciones prácticas, generalmente situaciones difíciles de baja densidad, y hallé para mi regocijo que emergieron respuestas brillantes de la nada, usualmente al despertarme o al permitirme no pensar manteniéndome en un estado de relajación y receptividad a las influencias creativas de mi mecanismo automático. 

Me queda pendiente apropiarme de este sistema, pues casi no he podido manejarlo por causa del TOC que mantiene funcionando estúpidamente mi cerebro consciente todo el tiempo, y enfocando su potencial en soluciones a ideas mayormente ridículas. Ahora que estoy un poco más libre de ese trastorno comenzaré a gozar de esa libertad para no pensar o para pensar libremente, como tanto he soñado.





  • El esfuerzo consciente cohíbe y atiborra el mecanismo automático de la creación. La razón de que algunas personas se presenten como cohibidas y desmañadas en los medios sociales, consiste en que éstas se hallan demasiado conscientes de sí mismas y sienten excesiva ansiedad por hacer todo a la perfección. Hállanse penosamente conscientes de cada movimiento que hacen. Elaboran mentalmente cada una de sus acciones. Calculan el efecto que ha de producir cada una de las palabras que hablan.
  • Cuando nos referimos a esas personas las llamamos “inhibidas”, y realmente son así, pero sería más apropiado decir que no son “inhibidas”, sino que “han inhibido” su propio mecanismo de creación. Si estas personas pudiesen cesar de “intentar”, de no preocuparse y no prestar atención a su conducta, podrían “actuar” de manera creadora y espontánea, y ser ellas mismas.


Lo anterior refleja a mi situación de vida a causa del TOC, ese espantoso trastorno no me deja pensar con libertad, ha restringido mi creatividad y ha limitado mis capacidades, me mantiene consciente de cualquier movimiento que doy, en un estado de alerta permanente ante peligros reales, pero posiblemente maximizados erróneamente. 

He dejado de ser tan "inhibido" en lo que respecta a no preocuparme por el "qué dirán o pensarán los demás de mí"; pese a la locura en que me coloca mi TOC, he conseguido milagrosamente desconectarme de esa situación "defensiva" respecto a las reacciones de los demás en base a mis actitudes o palabras, me he vuelto más desprecoupado respecto a eso, y estoy poniendo en práctica muchos ejercicios de desinhibición de los que hablaré más adelante; por ahora, erradicar el TOC y su poder pertubador-descapacitante es mi meta más inmediata, para logra de esa manera, concentrarme en mis problemas emocionales y mis metas de autorrealización.

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