La obsesión homosexual y las sexopatías


Miércoles, 05 de noviembre de 2008


Las últimas semanas de mi vida han sido muy intensas, han estado plagadas de emociones de alegría, esperanza, optimismo, orgullo personal, autoestima y libertad.




Luego de 15 días de duro trabajo logré aprender la técnica de los 4 pasos, el método más práctico y sobresaliente en el tratamiento exitoso del TOC. Esta es una compleja técnica de terapia bioconductual que te enseña a reaccionar de la manera más apropiada ante los componentes estructurales de la enfermedad.




A raíz del dominio de este conocimiento y el desarrollo de una nueva habilidad para enfrentar el TOC, conseguí parar el poder controlador de las obsesiones lavado-VIH-Gérmenes en un nivel muy alto. Esta técnica me ha permitido convivir con los impulsos compulsivos sin ceder al irresistible deseo de llevar a cabo los rituales. He aprendido a realizar la EPR (Exposición con Prevención de Respuesta) desde un novedoso y efectivísimo formato.




Ahora mi cerebro está cambiando, ya no tomo en sentido literal esas obsesiones-compulsiones; no busco que desaparezcan o se desvanezcan, tampoco las ignoro, simplemente permito que sigan ahí bajo mi mirada imparcial.



Cada vez que estos falsos mensajes enviados por mi cerebro se cruzan en mi camino, los identifico, atribuyo su causa real y reenfoco mi atención en los pensamientos que deseo tener y en las actividades que quiero llevar a cabo.



Estoy aprendiendo a hacer las cosas que mi cerebro no puede llevar a cabo a causa de ese desequilibrio bioquímico, estoy aprendiendo a hacer los cambios de pensamiento-actividad manualmente.



Veo con claridad el futuro que deseo construir y me encamino con firmeza y decisión hacia esas metas tan anheladas. Aún me falta mucho trabajo, mi problema mental había sido superado en un 50%, ahora gracias a este último trabajo, estoy completamente seguro que he logrado llegar al 80% de curación, restando un 20% que habré de alcanzar en el transcurso de los siguientes meses.





He comprobado que efectivamente no tengo sentimientos de AMS, ni conflictos con la masculinidad o problemas de identidad de género. El TOC ha sido el problema central de mi vida, la fuente de todo mi sufrimiento, esta enfermedad dio origen a muchos fantasmas, y entre ellos, a mi supuesta tendencia homosexual.




A raíz de mi enfermedad todos los aspectos de mi vida se convirtieron en una obsesión. La obsesión homosexual es el resultado de percepciones erróneas, atribuciones incorrectas y sobrecompensación afectiva.



En estos días corroboré que la obsesión homosexual funcionaba a la inversa del resto de las demás obsesiones, no era un motivo de desagrado o malestar para mí, al contrario, era un mecanismo de relajación que me ayudaba a combatir los demás pensamientos e impulsos intrusivos, al estilo de un sistema de defensa; es por esta razón que me adapté a ellos y los acepté con cierta benevolencia.



Ahora que han comenzado a desaparecer las obsesiones tormentosas, también se están esfumando los pensamientos homosexuales. Han pasado muchos años de habituación, tomará semanas o meses para que estas ideas e impulsos lujuriosos me abandonen por completo. Estas fantasías e impulsos sexuales nunca fueron de mi total agrado y es por eso que desde que decidí transcender me resistí con valor a consentirlos a toda hora, sólo en los momentos más críticos permití que se albergaran en mi conciencia como forma de contraatacar los otros pensamientos más estresantes.




Observando mi vida con más detenimiento, he notado que nunca me llegué a sentirme realmente atraído por otro hombre. Desarrollé un trastorno psicosexual del grupo de las parafilias o sexopatías; este tipo de trastornos se caracterizan por asociar el placer con algún elemento discordante y anómalo relacionado con la sexualidad. 



En mi caso, desarrollé una fuerte y obsesiva atracción hacia las prácticas homosexuales anales. Este problema tuvo sus inicios a la par de la exposición a la pornografía gay relacionada en su totalidad a este tipo de prácticas (anales); cuanto más observaba esas aberrantes imágenes, más me volvía dependiente y más me habituaba a ver en el sexo anal, bajo el sistema de voyeurismo, el único medio de sentir placer y darle significado a la sexualidad.



Recuerdo que el aspecto que me llamaba la atención en los hombres, no era sus cualidades masculinas, sino los elementos que estaban involucrados en la práctica anal: el pene y el ano. Cuando miraba un hombre sólo me fijaba en eso y maquinaba mentalmente las más execrables fantasías sexuales. Ninguna otra cosa me resultaba llamativa, me era indiferente la musculatura, la vellosidad, el tono de piel, la estatura, las demás prácticas sexuales, etc. 



Sólo sentía gusto por la idea de tener relaciones sexuales anales con hombres en el rol activo, y cuando tuve la oportunidad de hacer realidad todas esas fantasías, no pasó nada, fui incapaz de hacer realidad todos aquellos deseos cultivados por años; sentí asco, me molestó estar en esa situación y me fue imposible lograr una erección para alcanzar el cometido. Esto mismo sucedió en las tres ocasiones en que lo intenté con distintos individuos. Definitivamente la sexopatía sólo funcionaba en la imaginación, era la manera más directa de olvidar por un largo rato todo ese malestar que me producía la enfermedad mental del TOC.





El interés que experimento por los adolescentes es un sano deseo de amistad que busca cumplir las necesidades de mi adolescencia que no fueron satisfechas a causa del TOC y el aislamiento del que fui víctima. Me llama la atención la figura de los adolescentes, ya que en ese periodo de la vida (la adolescencia) los amigos son el elemento más importante en la vida de la persona para forjar y fortalecer las habilidades sociales.





Desde los 11 años rechacé el estilo de vida heterosexual, y en base a ello anulé todo interés emocional hacia las mujeres que pudiera tomar el rumbo de "romance". Es posible que el instinto sexual haya compensando la anulación consciente e inconsciente de esta fuerza a través del desarrollo de cierta fijación en el mismo sexo, en particular hacia la figura de aquellos hombres que más semejanza tienen con las mujeres, es decir, aquellos que no son los modelos ideales de masculinidad (los hombres no adultos), los que tienen facciones muy finas y llamativas, y cuyos rostros tienden a ser asociados con prototipos de belleza "angelical", que en la jerga coloquial (colombiana) es el equivalente a decir: "esos manes que tienen pura cara de niña (cabello rubio, ojos azules, piel delicada y suave)".




El asunto de la heterosexualidad es algo secundario en mi vida. Comencé esta terapia con el propósito de entender mis sentimientos, pensamientos y conducta, y con el objetivo prioritario de resolver los problemas psicológicos que estuviesen interfiriendo en el desarrollo de mi ser creador y el crecimiento personal.



Mi masculinidad siempre ha estado plenamente desarrollada, pero al principio no estaba consciente de ello debido a lo confusos y complejos que han sido mis problemas psíquicos. Como no tengo problema de masculinidad por atender, sólo me resta decidir si quiero activar o no los intereses heterosexuales emocionales.



Nunca me consideré "homosexual" ni tampoco llegué a sentir que etiquetarme como heterosexual fuese necesario, soy consciente que mi diseño biológico es heterosexual, me acompañan esos impulsos de atracción sexual hacia las mujeres, pero me niego rotundamente a permitir que me controlen y emerjan en su totalidad, no tiene sentido darle cabida a eso cuando siento que esas emociones no tienen significado alguno en mi proyecto de vida y en los grandes planes del futuro, no estoy dispuesto a seguir un modelo de vida convencional que no tiene utilidad en mis objetivos, no estoy dispuesto a llenar las expectativas de mi familia y amigos en ese sentido, ellos no viven mi vida ni deciden por mí.



Esos sentimientos son más bien una carga y una molestia que no estoy dispuesto a sobrellevar de ninguna manera, tampoco quiero que la sociedad me obligue a obedecer sus requerimientos, me da lo mismo si quieren etiquetarme como "traumado".



Yo no adopté la identidad "homosexual" porque es simplemente estúpida e irracional. La razón por la que le rehuyo a la intimidad con las mujeres es porque no quiero que me despierten esos sentimientos, si ellas me brindaran el tipo de amistad neutral que me ofrecen los hombres, todo sería fantástico. Este es un tema polémico del que hablaré luego con más detalle.





Entonces viene la pregunta del millón: ¿tiene sentido que continúe trabajando la terapia reparativa de la homosexualidad (TRH) siendo que es un hecho que no tengo problemas de masculinidad ni sentimientos genuinos de AMS?



Pienso que ya no es necesaria la TRH, la obsesión homosexual está ligada al TOC, así que resolviendo el TOC ésta también desaparece; el deseo de tener amigos y recrear hasta cierto punto la adolescencia no es un problema homosexual. 



Puedo vivir feliz sin los sentimientos heterosexuales y sin seguir ese modelo de vida, ¿tiene algún sentido entregarme a sentimientos heterosexuales si no deseo en modo alguno llevar una clásica vida familiar basada en matrimonio e hijos, o un clásico noviazgo de muchos años o de tipo furtivo?



La sexopatía homofílica anal ha desaparecido considerablemente gracias a que dejé de ver pornografía y a que he rechazado el deleitarme en fantasías sexuales; el tema de las prácticas homosexuales está completamente muerto y descartado al 100% de mi vida. El asunto de la masturbación es algo casi resuelto en su totalidad.





Los anteriores aspectos de mi vida son suficientes para dar por concluida mi terapia de la página, pero no lo voy a hacer aún, voy a tomarme un tiempo más para ver la evolución de las cosas; además, quiero continuar adquiriendo el conocimiento práctico sobre la terapia reparativa y estudiando con detalle los distintos documentos a través de las fichas, quiero profundizar más en este tema de la homosexualidad para ayudar a mis seres queridos y para compartir todo lo que he aprendido y descubierto con los demás miembros de esta comunidad del presente, pasado y del futuro, y con el resto del mundo.





Aún me queda resolver el restante 20% del TOC, superar por completo la obsesión homosexual, modificar varios aspectos de la personalidad, trabajar mucho más en la autoimagen y la autoestima. Pero la tarea más importante que sigue pendiente es la de construir un grupo de amigos, tener muchos amigos de mi mismo sexo siempre ha sido el más importante de todos mis objetivos sociales, y aún necesito la ayuda de muchachos adolescentes para cubrir vivencias sanas de la juventud que permanecen insatisfechas en mí. Aunque este último objetivo también se puede lograr de otras maneras.




Deseo continuar en la comunidad para alentar a los demás miembros y seguir trabajando en el grupo Juan Pablo II para que la terapia reparativa llegue a todas esas personas con AMS que desean comprender esos sentimientos y superar sus problemas homosexuales.




Estoy un poco confundido respecto a cómo hacer las fichas siendo que no tengo AMS, aunque supongo que mi opinión objetiva y subjetivamente masculina puede brindar interesantes aportes.





Aún me queda mucho trabajo personal, es toda una vida que debo reconstruir y un infinito futuro de perfeccionamiento está esperando. Estoy complacido de que al fin llegó la hora del despertar del león dormido.

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