Visión global de la Afectividad
Lunes, 01 de noviembre de 2010
Tema
2
La dimensión
afectiva
Ficha
2.1
Visión global
de la Afectividad
1. Planteamiento de la Ficha y Objetivos a conseguir.
Planteamiento:
Hemos comprendido a lo largo del trabajo personal de
las fichas realizadas que las carencias y alteraciones en el mundo afectivo de
la persona humana pueden desencadenar, junto con otros factores, la AMS.
La afectividad es una dimensión de particular
importancia en la configuración y expresión de la identidad sexual. Ser amado es
el primer paso para que la persona pueda reconocer su propia identidad y valorar
la identidad del otro sexo. Conocer el papel de la
afectividad en las distintas dimensiones de la persona humana ayuda a prevenir y
a restaurar las heridas emocionales, mejorando la capacidad de relación con uno
mismo y con los demás.
Objetivos:
1. Comprender que la persona
humana crece y se desarrolla en plenitud siendo amada y amando desde su
concepción[1] hasta su muerte natural.
2. Aprender a integrar la afectividad en
las diferentes dimensiones de la persona
humana.
3. Comprender la importancia de restaurar
las carencias afectivas a través de la educación de los
afectos.
2. Exposición del tema.
Esquema:
- El Amor es una experiencia universal. La
relación entre persona y amor
- Definición de Afectividad. Tipos de estados
afectivos. Diferencias entre la vida afectiva animal y la afectividad
humana
- El mundo afectivo en la infancia y en la
adolescencia
- Dimensiones de la persona humana y su
relación con la afectividad
- La base biológica de las
emociones
- Recursos educativos de la
afectividad
- La afectividad y la
AMS
1. El Amor es una experiencia
universal. La relación entre persona y amor.
“La experiencia del amor, en
particular la experiencia como modelo del amor entre hombre y mujer se presenta
como un camino universal para comprender lo que es propiamente humano. Ningún
hombre, por encima de toda raza, cultura, etnia, religión, edad o proveniencia
geográfica es extraño a la experiencia del amor: Ésta afecta a todos y es
propia de todo hombre y de toda época”[1].
De esta manera, la experiencia universal del amor nos lleva a
superar toda división entre personas. El amor tiene la capacidad de revelar la
verdad fundamental sobre la naturaleza humana:
Cada persona humana es
un ser único, original e
irrepetible, pues cuando muere algún varón o mujer no hay ninguna otra persona humana que
pueda volver a ocupar su lugar. Cada uno de nosotros necesita para
existir ser amado desde su concepción[2]
hasta su muerte natural. Por lo
tanto, no hay experiencia
humana, que no sea al mismo tiempo una experiencia afectiva.
“El hombre no puede
vivir sin amor. Él permanece para si mismo un ser incomprensible, su vida está
privada de sentido si no se encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo
hace propio, si no participa en él vivamente”[3].
Por lo tanto, existe una relación íntima entre la persona y el
amor que ayuda a comprender el misterio de la persona humana. El amor es la
única manera de llegar al corazón del hombre. El amor constituye la única
manera de conocer a otro ser humano hasta lo
más profundo de su interior. El amor es tan importante que la persona vive para
ser amada y poder amar. En ocasiones, somos capaces de hacer cualquier cosa por
sentirnos amados. Si la persona humana no percibe que es amada, puede llegar a
creer erróneamente que su vida carece de sentido. No todos los amores son
verdaderamente humanos. Aprender a distinguirlos es fundamental para el
desarrollo armónico de la personalidad.
Sin embargo, a la
persona no le basta cualquier amor, necesita
un Amor Verdadero que lo reconozca como único y
valioso para los demás.
El amor
humano es sensible y espiritual al mismo tiempo. No es por tanto una simple
efusión de instinto y de sentimiento, sino que es también un acto de voluntad
libre dirigido al bien de la persona amada. El amor es la tendencia que nos lleva a la
comunión con el otro y a querer su bien. El modelo de amor en la naturaleza
humana es el amor entre un hombre y una mujer. La diferencia sexual humana
representa una invitación rotunda al encuentro y a la comunión constituyendo
una vocación. El
amor entre un hombre y una mujer unidos en matrimonio tiene además estas
características: es total, fiel y exclusivo y fecundo (abierto a la comunión
interpersonal y al don de la vida).
Desde este amor entre varón
y mujer (amor esponsal) van creciendo los demás tipos de amores: hacia los
hijos (filiación), hacia los hermanos (fraternal) y hacia los amigos (amistad).
El amor implica sobre el
otro un reconocimiento de la bondad de su existencia.
Los primeros que muestran el amor a un hijo son los padres. Los padres al poner
un nombre a la niña o niña reconocen su singularidad como varón y mujer, y
están exclamando: Es bueno y hermoso que tú existas. El amor paterno y materno
genera en el hijo el deseo de vivir y le empuja a formar su identidad como
varón o mujer, vinculándole a un parentesco (a su familia concreta) y a una
determinada generación histórica.
¿Qué sucede cuando los
hijos no han experimentado ese amor que implica pertenencia y vinculación?
El hijo que no experimenta o percibe, por muchos motivos, que sus padres le
desean y quieren va creciendo como un árbol con las raíces al aire. No tiene
donde agarrarse para crecer. Pierde la memoria de su origen y queda
desorientado en sus metas experimentando profundamente la soledad.
Aquellos chicos y chicas
que han desarrollado la AMS ,
cuyo temperamento es más sensible y débil que otros, intentan compensar su
falta de amor entregándose repetidamente a relaciones afectivas personales, que
simulan el amor, pero sólo son la búsqueda de una intimidad ficticia, buscada obsesivamente. El “otro” no es
verdaderamente otro, es el parecido a mí, el espejo de mi propia soledad. El desarrollo de la AMS nos impide amar.
La buena noticia para
todos es que es posible aprender a amar, es
posible aprender a perdonar, es posible reconciliarse con la historia pasada porque
todos los seres humanos, padres, hijos, hermanos, novios, etc., existimos por
causa del mismo Amor. La fuente del Amor es la misma para toda la humanidad, es
la fuente de la
Misericordia. Además del amor natural de los padres hacia el
hijo, todavía hay otro amor más grande, un Amor Primero que nos ha pensado
desde toda la eternidad y nos ha regalado la vida como un don, como un regalo.
Fijaros, no somos fruto del azar o de un destino ciego. ¿Por qué
existimos?.Podríamos no haber sido concebidos y sin embargo hemos recibido el
don de la vida. Nadie ha podido decidir sobre su propia existencia, Nadie nos
ha preguntado si queríamos nacer. Porque la vida aparece como un don. Hay padres que quieren tener hijos y no
pueden, incluso a costa de cualquier método de fecundación. Sin embargo, tú y
yo hemos sido llamados a la existencia y llevamos un nombre. ¿Quién tiene la
capacidad de convocar a la existencia? ¿La tienes tú, acaso la tiene alguien
muy importante que conozcas?
No te preocupes si no conoces la respuesta por ahora. Ya la
descubrirás.
Solamente ten en cuenta
que para sanar cualquier herida emocional de la persona y por supuesto la AMS , hay que recorrer en el
proceso de Terapia de la
Esperanza el camino inverso de la existencia personal,
recuperar el momento donde se te negó el deseo de que existieras, o el momento
de tu vida donde apareció el sentimiento de no ser amado y rechazado, el
momento en el que sentiste que eras diferente a los demás.
Comienza por dejarte amar. Déjate consolar[4].
No te preocupes si lloras. Llorar es uno de los sentimientos privilegiados del
ser humano. Los animales no pueden llorar. Empieza a tener misericordia contigo
mismo. Deja que alguien pronuncie de nuevo tu nombre como si fuera la primera
vez que lo escuchas. Has empezado a sanar tu afectividad.
Para los cristianos, “el cristianismo aporta a esta visión
universal una luz que desvela el sentido último: La dimensión universal del
amor manifiesta su máxima expresión en el amor a los enemigos que no se funda
en un principio psicológico, sino en el encuentro
con un amor originario que nos
precede, que nos ha concedido el don de la vida, el amor del Padre que “hace salir el sol sobre buenos y malos y
hace llover sobre justos e injustos (Mt 5, 44ss)[5]”.
2. Relación entre Amor,
Persona, Sexualidad y Afectividad. Definición de Afectividad. Tipos de estados
afectivos. Diferencias entre la vida afectiva animal y la afectividad humana.
RELACIÓN ENTRE AMOR, PERSONA, SEXUALIDAD Y
AFECTIVIDAD
Hemos visto que la persona se reconoce a sí
misma en el amor pero esa experiencia
queda inacabada si no culmina en el deseo de devolver ese amor recibido, en la
experiencia de poder amar. Para poder recibir amor y poder amar la persona
humana necesita de su sexualidad[6],
sexualidad que atraviesa a la persona en sus tres dimensiones física,
psicológica y espiritual.
Existe
una relación inseparable entre amor, persona humana, sexualidad y afectividad.
La persona humana comienza a existir por un acto de amor desde su
concepción modelizada sexualmente como
varón o mujer. La afectividad, como facultad de la sexualidad humana, ayudará
de manera insuperable a expresar el lenguaje del amor. La afectividad, por lo
tanto también participa de las tres dimensiones de la persona humana.
Este
lenguaje se trasmite a través de diferentes estados afectivos que son
interpretados por un único yo personal. La identidad de la persona no varía ni
siquiera por estar durmiendo, enfermo o inconsciente. Puede cambiar, sin
embargo, el estado de consciencia sobre nosotros mismos.
DEFINICIÓN
DE AFECTIVIDAD
Por lo
tanto, la comunicación de la persona pasa necesariamente a través de la AFECTIVIDAD , facultad específica de la
naturaleza y sexualidad humana que nos
abre los caminos para poder amar, reconociendo y evaluando los estímulos que
nos impactan desde el exterior y expresando las vivencias que habitan y se
producen en nosotros.
La realidad impacta al sujeto, se impone a él, generando una respuesta,
una acción[7].
La afectividad es el modo en que somos afectados interiormente por las
circunstancias que se producen a nuestro alrededor.
TIPOS DE ESTADOS AFECTIVOS
Antes
explicábamos que la facultad de la afectividad se expresaba a través de unos
estados afectivos de distintos tipos que describían la experiencia afectiva:
entre ellas destacamos: el sentimiento, la emoción y la pasión. Podemos decir
que los sentimientos y las emociones son estados de conciencia.
“Sentimiento, emoción y pasión
marcan la clásica gradación de menor a mayor intensidad que describe la
experiencia afectiva. En un extremo el sentimiento, más tenue y
prolongado que la emoción, la cual supone mayor implicación de lo somático
(modificaciones de tipo neurovegetativo) y en el otro extremo la pasión
que indica una alteración emocional intensa y más persistente que la emoción.
Para muchos autores, el sentimiento, al igual que el conocimiento, es
intencional porque me informa de una realidad: el objeto de la emoción, de lo
real para mí”[8].
“Sentimientos y emociones son motores
de nuestro comportamiento que guardan estrecha relación con los procesos
cognitivos (conocimiento), volitivos (voluntad) y
corporales o biológicos (físicos). El psicólogo M. B. Arnold, en su obra
“Emotion and personality” nos ofrece esta definición de emoción: “sentir tendencia
hacia algo intuitivamente evaluado como bueno o beneficioso o bien apartarse de
algo intuitivamente valorado como malo o penoso”. Simultáneamente a esta
atracción o aversión se producen una serie de cambios fisiológicos cuya
finalidad estriba en que se pueda llevar a cabo esta aproximación o retirada.
Estos cambios fisiológicos tienen características propias que son diferentes de
unos estados emocionales a otros”[9].
Existen respuestas fisiológicas específicamente humanas como reír o
llorar relacionadas con sentimientos y emociones.
“Toda emoción es una agitación interior que se produce como
consecuencia de percepciones sensoriales, recuerdos, pensamientos y juicios que
van a producir una vivencia, unas manifestaciones fisiológicas, un tipo de
conducta y unas experiencias cognitivas. Según la clasificación clásica se
pueden dividir las emociones en dos grupos:
Concupiscibles o Afectivas: representan la relación que tenemos con algo en la
medida que es bueno o malo: el amor, el odio, el deseo, la aversión, el gozo y la tristeza.
Atraídos
por algo que nos parece bueno, experimentamos el amor, que es la primera y más
importante emoción afectiva. Si amamos algo, nos movemos hacia ello con la
esperanza de hacerlo nuestro, con lo que la segunda emoción experimentada es el
deseo. Si a través del deseo llegamos a poseer lo que amamos, entonces sentimos
el gozo. Si por el contrario, algo se nos aparece como malo o dañino, lo
odiamos o lo despreciamos y, por eso, no tendemos hacia ello con el deseo, sino
que más bien nos apartamos con aversión, y si no podemos escapar de lo que
aborrecemos, no conoceremos el gozo, sino la tristeza.
Irascibles o Anímicas: Nos ayudan cuando encontramos dificultades en la
búsqueda del bien y nos resulta difícil evitar el mal. Hay periodos de extrema
dureza en nuestras vidas
en los que necesitamos la fortaleza para continuar, nos ayudan cuando encontramos dificultades en la
búsqueda del bien y nos resulta difícil evitar el mal. Empiezan a actuar cuando
nos encontramos desanimados: son la
esperanza, la desesperación, el temor, la audacia y la ira.
Si
deseamos algo difícil de conseguir, surge la emoción de la esperanza; sin
embargo, sentimos desesperación cuando la dificultad parece insuperable.
Experimentamos temor ante el mal que nos acecha; pero surge la audacia para
hacerle frente. La última emoción irascible es la ira, que brota cuando vemos
amenazado el bien que queremos. Sin
embargo, las emociones más irascibles están subordinadas a las afectivas,
porque cobran sentido cuando la adversidad o el desaliento hacen peligrar
nuestra búsqueda del bien”[10].
Esta descripción nos recuerda la
importancia de una formación apropiada para nuestro crecimiento interior. Las
personas con una conciencia bien formada sienten fervor para lo realmente
bueno; del mismo modo que aborrecen con fuerza el mal y la falsedad. Crecer en
bondad requiere aprender amar lo bueno y odiar lo malo.
DIFERENCIAS ENTRE LA COMUNICACIÓN AFECTIVA
DE LOS ANIMALES Y LAS PERSONAS
Tanto por
el modo, como por los contenidos, como por la intencionalidad la comunicación
afectiva es distinta en la persona humana con respecto a los animales. La
vinculación afectiva de la persona con los animales es de dominio no de igual a
igual. La palabra domesticar está relacionada con la palabra latina dominus
que significa señor.
“La
comunicación de la persona con el mundo objetivo, con la realidad, no es
solamente física, ni tampoco únicamente sensitiva como en los animales. En
cuanto sujeto, la persona humana se comunica con los otros seres por medio de
su interioridad. El hombre no sólo percibe los elementos del mundo exterior y
reacciona frente a ellos de forma espontánea o mecánica, sino que en toda su
actitud en relación con el mundo tiende a afirmar su propio yo. Su naturaleza comprende
la capacidad de autodeterminación que se manifiesta en el hecho de que el
hombre al actuar elige lo que quiere hacer”[11].
La persona humana, a
diferencia de los animales, tiene conciencia de sí misma y capacidad de sentido
de trascendencia. La finalidad de la
conducta aparece en la vida animal de un modo distinto que en la persona
humana. La persona humana tiende en todas sus conductas a alcanzar el bien
aparente para conseguir la felicidad. Ese bien buscado puede ser verdadero o
solo en apariencia. Para que el bien sea verdadero la conciencia tiene que
formarse adecuadamente.
Además, la conducta
humana va más allá de sí misma, trasformando a la persona que actúa al elegir
una acción y transformando por tanto a la sociedad. Por ejemplo, una persona que
perdona una ofensa se convierte en una persona virtuosa reportando un bien para
la sociedad.
Por lo tanto, en el
animal hablamos de instintos y de domesticación del y en la persona de
motivaciones o tendencias gobernadas por la racionalidad, y de educación de la
afectividad humana.
En los animales no existe una consciencia ni una
comprensión de los fines del impulso. La afectividad humana está ligada a la
racionalidad, al amor a la verdad y a la belleza, en resumen a la búsqueda de la felicidad.
“El ser humano ha encontrado en la afectividad
un mecanismo contra la tristeza que nos lanza en busca de la felicidad. Además, la vida
afectiva es un índice del grado de perfeccionamiento de la persona y de sus
acciones. Los sentimientos y los afectos son un buen termómetro de nuestra
felicidad”[12].
Lo
importante cuando sentimos agrado o desagrado, alegría o tristeza no es tanto
el estado afectivo sino el contenido del afecto (el por qué nos sentimos así).
La felicidad humana no depende de sentirnos bien o mal sino de saber si hemos
decidido correctamente y esto incluye la parte afectiva. La educación de la
conciencia y la ayuda moral va guiando el camino de los afectos.
Los
animales no pueden relacionar su percepción anímico-afectiva con el fin último
de la búsqueda de la felicidad.
3. El mundo afectivo en la
infancia y en la adolescencia
Desde los primeros años de existencia, el niño capta los
estímulos y expresa sus vivencias por el sistema emocional. Su clave de
conocimiento es afectiva.
El mundo afectivo del ser humano comienza antes del nacimiento
con el vínculo emocional que genera la madre con su hijo. Tenemos unos
recuerdos afectivos intrauterinos que no podemos abarcar. El hijo escucha desde
el seno materno hacia el sexto mes de embarazo, los sonidos, y por supuesto, la
voz de la madre y del padre. Especialmente escucha los latidos del corazón de
la madre. Son los padres los que van a proporcionar al hijo el amor que
necesita para hacerse adulto.
“Las primeras sensaciones del
niño son puramente afectivas. El abanico emocional del recién nacido se va
desplegando a partir del nacimiento, y la expresión emocional se va organizando
entorno a dos polos opuestos, amor-desamor, agrado-desagrado, de modo que a los
dos años de edad el cuadro de emociones básicas (miedo, ira, tristeza, alegría) está completado, como nos recuerda
la terapeuta Mª Victoria del Barrio”[13].
Cada hijo desarrollará a lo largo de su vida un temperamento original, unos rasgos
característicos de predisposición
emotiva.
El temperamento se refiere a los rasgos de personalidad “heredados” que se encuentran presentes desde la temprana infancia. Esto quiere decir que tiene una base genética. Se hereda la predisposición del temperamento, no obstante el temperamento no surge de golpe al nacer. Se va desarrollando y afirmando poco a poco. La educación, el medio ambiente y la libertad del individuo sobre las decisiones, influyen en el temperamento para encauzarlo y dirigirlo hacia fines más elevados. La integración del temperamento y de todos los demás rasgos y características de la persona determinarán su forma de comportarse y de interactuar con los demás, constituyendo así la formación o autodefinición de la propia personalidad. El temperamento no sólo afecta lo que la persona hace, sino también la forma en que lo que hace.
El medio ambiente familiar, social, cultural e institucional
influirá permanentemente para bien o para mal en el desarrollo y maduración de
temperamento del niño.
4. Dimensiones de la persona
humana y su relación con la afectividad
Hemos visto que la afectividad es una facultad de la sexualidad
humana que le ayuda a expresar el lenguaje del amor, por lo tanto participa de
las tres dimensiones de la persona humana.
“La psicología que explica la existencia
humana ha subrayado que toda imagen del hombre que no considere tres
dimensiones o dinamismos –el físico o corporal, el psicológico y el espiritual-
incurre en un reduccionismo de consecuencias muy negativas en la práctica
psicoterapéutica ¿Cómo es posible concebir un proceso de ayuda a la persona a
partir de una concepción que considere al hombre menos de lo que en realidad
es? [14]”.
Para tratar
el tema de la afectividad debemos tener un concepto claro de la estructura o
dimensiones de la persona humana, ya que la afectividad alcanza y afecta de
diferente modo a las tres dimensiones del ser humano (corporal o física,
psicológica y espiritual). Estas tres dimensiones se
relacionan entre sí y a través de ellas
la persona actúa.
La dimensión espiritual, donde se encuentra la
racionalidad (inteligencia, voluntad, y capacidad de elección), gobierna las
otras dos dimensiones.
El impulso afectivo puede proceder en ocasiones de
la dimensión psicológica, otras de la dimensión orgánico-corporal y otras de la
espiritual, influyendo cada una de ellas en las demás y provocando diferentes
estados afectivos o sentimientos.
Podemos
distinguir los estados afectivos entre sentimientos físicos, aquellos
que nos revelan el estado de nuestro cuerpo, son la voz de nuestro cuerpo:
indicando sus necesidades, sus carencias, su plenitud. Por ejemplo el dolor que produce una
quemadura, la satisfacción de una comida, la excitación sexual. En estos
sentimientos no interviene directamente la libertad humana, interviene en cuanto a producir la acción de
quemarse o comer; los sentimientos psicológicos o psíquicos que están
más radicados en el temperamento del sujeto que en los sentimientos corporales,
son mucho más subjetivos (el buen humor, que no tiene por qué ser incompatible
con un dolor físico, o la conmoción producida por el enamoramiento).
Ni unos ni
otros se deben confundir con los sentimientos llamados espirituales, y
cuya llegada a la existencia se debe siempre a un motivo y buscan el bien de la
persona amada, por ejemplo la compasión
por alguien que sufre o el sentimiento de alegría por el bien del otro[15].
De modo,
que cuando nos invade un sentimiento de tristeza, deberemos discernir si su
origen está en la dimensión física (por ejemplo a causa de una alteración
hormonal) o bien es de tipo psicológico
(un rasgo del temperamento). Finalmente, el sentimiento de tristeza puede ser
la expresión de elección de un estilo de vida insano o vicioso que no es tolerado
por la conciencia, por ejemplo el hábito de la pornografía que afecta
negativamente la vida espiritual de la persona. Una dimensión suele influir en
las otras.
La reducción del amor a un sentimiento físico ha conllevado que toda experiencia sea
valorada erróneamente según la intensidad emotiva y placentera que ofrece.
5. La base neurológica de las
emociones
Del mismo
modo que los sobre los órganos del cuerpo se puede y se debe comprender
básicamente su funcionamiento (sistema respiratorio, sistema cardiaco, sistema
reproductivo, etc.), también respecto al sistema nervioso es importante tener
unos mínimos conocimientos para saber cómo influye sobre los estados afectivos.
Repasamos algunos datos sobre nuestra actividad cerebral.
Desde un
punto de vista funcional podemos estructurar el cerebro en capas. Una capa más
alta, la corteza cerebral, (donde se elabora el pensamiento racional, se
integra la información que le llega, se interpreta y se elabora la respuesta
más adecuada), una capa media donde predomina el cerebro emocional (regulador
de la vida emocional y afectiva), y una capa más inferior, el troncoencéfalo,
más automática donde se ubicarían los centros vitales autónomos cardiacos,
respiratorios, de vigilia y de sincronización de movimientos.
“La psicología experimental y la neurología han
llegado a la conclusión después de largos debates de que en un sentido muy real
todos tenemos dos mentes, una mente que “piensa” (racional) y otra que “siente”
(emocional), y estas dos formas de conocimiento interactúan para construir nuestra
vida mental. La mente emocional es mucho más veloz que la mente racional[16].
Aunque a lo
largo de la historia se han desarrollado numerosas teorías sobre la activación
y aprendizaje emocional exponemos la que consideramos más representativa:
Existe
un proceso circular e insistente entre los pensamientos y nuestro estado
emocional y viceversa. Entre el estímulo y la aparición de los sentimientos
media una evaluación racional realizada
por la corteza cerebral.
Entender estos procesos tiene consecuencias prácticas muy
interesantes. El cerebro emocional es el centro productor de placer. El placer
puede ser estimulado de dos modos:
Por una parte,
todo esfuerzo que lleva consigo la realización de acciones meritorias (de tipo
artístico, profesional, religioso, social, etc.) emite desde el cerebro
racional al cerebro emocional estímulos que provocan la sensación de placer y
bienestar como un mecanismo de
recompensa. Incluso las tareas más intelectuales o espirituales resuenan en
la parte emocional de la persona.
El otro mecanismo es
producido de manera artificial: se trata de una estimulación
inmediata y más intensa sobre el cerebro emocional, pero que acaba produciendo
una mayor dependencia de los estímulos, junto a una pérdida de sensibilidad que
dificulta cada vez más la sensación agradable de bienestar. Éste es el caso del
placer asociado a la droga o a las adicciones, cada vez se precisan mayores
cantidades para producir la misma sensación placentera[17].
Como conclusión, una
hiperestimulación constante de nuestro sistema emocional es insostenible,
provoca un derroche de energía que a la larga provoca fatiga mental y física y
puede concluir en depresión. Esta descripción está relacionada con síntomas obsesivos o acciones compulsivas
para incrementar el placer afectivo-sexual.
La
vivencia de experiencias inadecuadas, hostiles y violentas en la niñez, el
estrés ambiental materno y las carencias afectivas pueden cambiar los patrones
neuronales y alterar los sistemas de gratificación y compensación afectiva[18].
Esto se observa con frecuencia en los hijos de padres separados o que han
sufrido grave estrés emocional por abuso sexual.
Esto es
consecuente con los resultados que observamos en los jóvenes en las consultas
de Terapia de la Esperanza ;
uno de los fenómenos más normales al padecer la AMS es la ansiedad que sufren las personas por la
necesidad de permanecer en un estado placentero
permanente de gratificación afectiva o sexual, sin tener en cuenta si la
persona por la que tenemos esta emoción es la adecuada. Es una especie de
“cuelgue o fijación emocional” que genera euforia pero desgasta nuestro sistema
nervioso. Reforzar esta tendencia desordenada provoca adicción psicológica,
sentimental y sexual al objeto o sujeto que nos provoca placer.
6. Recursos educativos de la
afectividad.
6.1 La afectividad y su relevancia ética
La
dimensión afectiva es un regalo del que participa la persona humana para salir
de sí misma y entrar en comunión con los demás y con el mundo que le rodea.
La persona humana es el único ser que
necesita conocer lo que está bien y lo que está mal para alcanzar la felicidad.
Es una tarea fundamental en el desarrollo de la persona humana
integrar el mundo racional y el afectivo. La persona (varón/mujer) no puede
vivir dividido entre lo que siente y lo que debe de hacer. El ser humano sólo
será verdaderamente feliz conociendo el bien, deseándolo, eligiéndolo y
comprometiendo todo su ser con él. Formar la conciencia humana es una tarea
indispensable para reconducir los afectos.
“Al analizar los afectos podemos
concluir que la afectividad se trata de un tipo de actividad humana no
estrictamente racional ni voluntaria, aunque de hecho los sentimientos y
emociones acompañan a todas las actividades intelectuales y volitivas de la
persona humana.
Los afectos pasan a ocupar una
posición fundamental en nuestra vida, puesto que tanto en el plano teórico como
en el de la vida práctica funcionan como indicadores de lo bueno y de lo malo,
y consiguientemente como fundamento de las virtudes. Sin embargo el sentimiento no es el índice
último acerca de la moralidad de una acción. Es necesario distinguir entre la
sensación de felicidad y plenitud, y la efectiva realización del bien”[19].
Cuando se sustituye la búsqueda
objetiva del bien por la vivencia subjetiva podemos caer en el emotivismo y en
el relativismo que propugna que todo lo que me agrada es bueno y lo que me
desagrada es malo.
Sobredimensionar los afectos en la
vida diaria puede ser fuente de trastornos obsesivos y neuróticos. A menudo confundimos el verdadero amor con la
dependencia afectiva, el sentimentalismo o el narcisismo afectivo.
6.
La función educadora de la
disciplina, del orden, y de la belleza en los afectos.
Hemos visto
que el cerebro tiene capacidad de reorganizarse y de plasticidad (capacidad de
cambio a lo largo de los años). Nuestro cerebro se reorganiza a merced de
estímulos externos e internos que afluyen constantemente a nuestro ser. Nuevos
hábitos adecuados (el abandono de la pornografía y la recuperación de lecturas
e imágenes que despierten el respeto y la dignidad por nosotros mismos y por
los demás, y buenas compañías que nos ayuden con el
compromiso de la Verdad ,
la Vida , la Solidaridad y la Justicia ) pueden abrir
canales de información afectivos que renueven las experiencias negativas
pasadas y modifiquen nuestra personalidad.
El niño necesita para el aprendizaje a corto y largo plazo
aprender a controlar sus impulsos emocionales y establecer tiempos de reflexión
que favorezcan las elecciones adecuadas. La
gratificación de los logros obtenidos a través de la disciplina satisface al
sistema nervioso y le predisponen para emprender nuevas tareas. Estas
informaciones nos darán pistas para reeducar los hábitos afectivos
desordenados.
La gratificación
obtenida por la tarea bien realizada servirá de estímulo de recompensa para
continuar en nuestros propósitos de sanar nuestra AMS.
Por
otra parte, según diversos autores un elemento de mucha importancia como
refuerzo en la educación de los afectos es la recuperación del amor por la
belleza. La belleza armoniza la personalidad. Muchos de los problemas que
afectan la sensibilidad (por ejemplo, las ideas depresivas, la tristeza, la
rigidez moral, el victimismo, etc.), provienen de un cultivo descuidado —o de
la total ausencia— del sentido estético. A lo bello le corresponde un puesto
tan esencial como a lo bueno y a lo verdadero. El mundo de los valores es
indisoluble: en la persona se juntan simultáneamente los valores éticos
(Búsqueda del Bien), metafísicos (Búsqueda de la Verdad ) y estéticos
(Búsqueda de la Belleza )[20].
El
sentimiento estético es un puente entre el plano intelectual, del que procede
propiamente la percepción estética y el plano emotivo, en el que se produce la
“resonancia” esencial de la captación estética. De este modo, la belleza es un
instrumento de educación de los afectos, suscitando sentimientos nobles y
haciéndolos habituales. No puede reducirse toda la educación a belleza (hay
también un riesgo de hipertrofia de esteticismo, cuando se descuidan los valores
intelectuales o morales o se altera la jerarquía) pero cumple una función
indiscutible.
Muchas
veces el desenvolvimiento de las capacidades estéticas precede a la educación
propiamente intelectual, al contacto con la verdad, e introduce en ella. Como
señalaba Don Bosco al hablar de la importancia de la música, del teatro, etc.,
en la educación infantil:
“Estas actividades son un llamamiento a la
emotividad y a las facultades espirituales del niño en la edad en que, menos
sensible todavía a los estímulos propiamente intelectuales, lo es
extraordinariamente a todo lo que habla a su fantasía”[21].
7.
La
Afectividad
y la AMS
Hemos visto como
la afectividad cumple una función de particular importancia en el desarrollo de
la sexualidad humana. La afectividad es la facultad de la
sexualidad humana que nos ayuda a expresar y entender el lenguaje del amor. El amor, inscrito
en el corazón humano, se comunica de persona a persona expresándose a través de su propio lenguaje
afectivo. Además, este lenguaje tiene dos modos de expresar su belleza,
porque la persona que ama puede ser varón o mujer. Existe un lenguaje afectivo
masculino y un lenguaje afectivo femenino.
La sexualidad es una realidad personal
que posibilita una forma específica de ver al mundo, captar al otro y darse a
sí mismo. El
sujeto, en sus vivencias personales, va
imprimiendo su forma de sentir, y cuando el desarrollo de su sexualidad ha sido alterado, su afectividad corre el peligro de ser
distorsionada por factores extraños a su propia realidad personal.
Un ejemplo de una
afectividad distorsionada es la
AMS. Ya hemos
estudiado en fichas anteriores que la AMS no es problema sexual,
sino un problema afectivo. Los sentimientos de dolor, tristeza y abandono que
acompañan a la persona desde su infancia hacen que su afectividad se rompa y quede desmembrada.
“El chico con AMS es
temperamentalmente sensible, tímido, pasivo, introvertido, artístico e
imaginativo. Las madres describen a estos hijos como más intuitivos, gentiles y
perfeccionistas que los otros hijos. Mientras que el temperamento es usualmente
dado biológicamente, algunas de estas características (especialmente la timidez
y la pasividad) pueden haber sido adquiridas y pueden ser un síntoma del apego
inseguro. Este temperamento sensible e intuitivo hace que la madre se acerque a
este hijo en particular, lo que le desvía del camino del desarrollo normal
hacia la masculinidad”. [22]
Es
importante recordar que el sentimiento de
atracción hacia personas del mismo sexo es la manifestación de un
desorden afectivo pero no implica una culpabilidad moral ya que el sujeto vive
sus sentimientos de una manera obsesiva y recurrente que no puede evitar en la
mayoría de los casos. Si que tiene responsabilidad, en cambio, a la hora de
tomar las decisiones oportunas para formar su conciencia y recurrir a los
medios adecuados para salir de estos sentimientos y evitar caer en conductas
AMS.
QUÉ HACER AL RESPECTO
DESCUBRE EL ORIGEN DE TUS SENTIMIENTOS
Como
consecuencia, para abordar en la
Terapia de la
Esperanza la sanación de la AMS es imprescindible saber distinguir el origen
de las emociones y sentimientos que nos afectan.
Para sanar
la afectividad en las tres dimensiones de la persona humana, seguiremos unos
pasos concretos en el proceso de Terapia de la Esperanza :
Discernir
el origen del sentimiento o emoción que nos provoca angustia, tristeza y
ansiedad. Si la angustia tiene un origen
somático o psíquico, además del diálogo terapéutico que nos devolverá la
esperanza en el cambio y nos abrirá el entendimiento, puede ser necesario una
ayuda farmacológica que nos ayude a abrir nuevas conexiones cerebrales e
inhibir otras abriendo nuevos caminos de actuación. Si tiene además un origen
en un estilo de vida vicioso o inadecuado deberemos fortalecer la voluntad para
cambiar esos hábitos.
A medida que las heridas emocionales se
curan, los pensamientos obsesivos, las inclinaciones y conductas homosexuales
disminuyen, y con el tiempo desaparecen.
En resumen, dentro del proceso de Terapia de la Esperanza de sanación
afectiva de la AMS
será indispensable integrar simultáneamente en la Terapia de la Esperanza la dimensión
cognitiva, la dimensión volitiva y la
dimensión emocional de la persona:
DIMENSIÓN COGNITIVA:
- Convencer a la razón
è Para comprender y aceptar el conflicto
- Formar y reeducar la conciencia
è Para reconocer la verdad sobre la naturaleza
y los afectos
DIMENSIÓN VOLITIVA:
- Fortalecer la voluntad
è
Reconducir el ejercicio de la dimensión afectivo- sexual en el ámbito privado y social
DIMENSIÓN EMOCIONAL:
- Conmover el corazón
è Para devolver la esperanza y perdonar las
ofensas
è Para cultivar la capacidad de Amor verdadero:
Amor de Comunión y Solidaridad.
[1] Melina, L. Por una cultura de la Familia. El lenguaje
del Amor. Pág. 76.Ed. Edicep.2009.
[2] Instante en el que queda embarazada la mujer de su hijo; desde el punto de
vista biológico momento de la fecundación del óvulo de la mujer por el
espermatozoide del varón.
[3] Juan Pablo II. Redemptor Hominis,
nº 10.
[4] San Juan de la Cruz
exhortaba: “Donde no hay amor, pon amor y
sacarás amor”.
[5] Cfr, Melina, L. Por una cultura de la Familia. El lenguaje
del Amor. Pág. 77. Ed. Edicep.2009.
[6] Entendemos por sexualidad el conjunto de características
anatómicas, fisiológicas, psicológicas y espirituales que diferencian a cada
sexo, y que nos lleva ser y estar en el mundo como varones o como mujeres con
capacidad de amor de comunión y de solidaridad.
[9] Prats, J.I. Afectividad y Familia.
Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el Matrimonio y la Familia , págs. 5-6. 2003.
Las emociones. Larru,
J.D. y Ramos. M.F.
[12]García
Cuadrado J. A. Antropología Filosófica.
Una introducción a la
Filosofía del Hombre. Ed. Eunsa, pp.110 y ss. 2003.
[13]
Cfr. Ortiz y col. La Persona completa. Pág, 94. Textos
Universitarios. Edicep.2004.
[14]En Prats, J.I. Afectividad y Familia.
Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre el Matrimonio y la Familia. Pág. 6. 2003.
[15] Ibidem. Pág. 8
[16] García Cuadrado J.A. Antropología
Filosófica. Una introducción a la
Filosofía del Hombre. Ediciones Eunsa, pp.110 y ss. 2003.
[17]
Ibidem.
[18] Cfr. Ortiz. E y col. La persona
completa. Pág. 167. Textos Universitarios. Edicep.
[19]
Antropología Filosófica. Una introducción
a la Filosofía
del Hombre.”, de José Ángel García Cuadrado, Ediciones Eunsa, Navarra,
2003, pp.110 y ss.
[20] Miguel Ángel Fuentes. Educación de la Afectividad ,
en:
[21] Ibidem.
[22] Joseph
Nicolosi, Shame and Attachment Loss, Intervarsity Pág. 41.Press
2009,
3. Preguntas de
interiorización y asimilación.
1. Ideas fundamentales del
tema:
· El amor es una
experiencia universal que trastoca todas las dimensiones del ser humano, es la
experiencia más placentera de la vida y es necesario para mantener en armonía la
propia existencia.
· Existe
una relación intrínseca entre amor, persona humana, sexualidad y afectividad;
La persona humana comienza a existir por un acto de amor desde su concepción
modelizada sexualmente como varón o mujer. La afectividad, como facultad de
la sexualidad humana, ayudará de manera insuperable a expresar el lenguaje del
amor. La afectividad, por lo tanto también participa de las tres dimensiones de
la persona humana.
· La
afectividad es el modo en que somos afectados interiormente por las
circunstancias que se producen a nuestro alrededor.
· Sentimiento, emoción y pasión marcan la clásica gradación de menor a
mayor intensidad que describe la experiencia afectiva.
· Los
animales no poseen construcciones complejas en materia de afectividad, sus
emociones son guiadas únicamente por el instinto de conservación y no tienden
hacia un fin superior; en el ser humano, la afectividad se encuentra
condicionada y desarrollada por la racionalidad, lo que le permite manejar
construcciones más complejas y detalladas de su sentido de la existencia y de su
entorno.
· La
estructura afectiva se localiza en la zona límbica del
cerebro.
· Dentro
del proceso de autoayuda de sanación afectiva de la AMS será indispensable
integrar simultáneamente en la autoayuda la dimensión cognitiva, la dimensión
volitiva y la dimensión emocional de la persona.
2.¿Te has sentido amado alguna vez con un amor
verdadero ¿Por parte de quién? ¿Qué características ha tenido ese amor? ¿Ha sido
correspondido por tu parte con amor verdadero?
Sí, en efecto, he experimentado amor verdadero
procedente de mi madre y también de mi abuela, sus sentimientos hacia mí son
auténticos, el afecto que me prodigan es desinteresado y genuino. La
característica primordial del amor verdadero es que este no busca nada a cambio
y que se entrega de manera gratuita y con un amplio sentido del sacrificio y de
renuncia. He correspondido a ese amor verdadero, de la misma forma y en la misma
medida.
3.¿Qué tipo de
afectos y emociones descubres en tu vida diaria? ¿Escribe cuáles te hacen feliz
y cuáles no? ¿Por qué?
Mi vida afectiva y mis emociones están
condicionadas por la presencia del TOC, ese problema determina en gran medida la
coordinación afectiva y la dinámica de la emocionalidad. Sin duda alguna que las
emociones presentes en los cuadros obsesivos y compulsivos son algo muy
desagradable pues inhiben las capacidades sociales, muchas habilidades
intelectuales y restringen el dominio de la voluntad sobre la mente… entre otras
cosas, igualmente molestas.
Las emociones presentes en el TOC son
la ansiedad, el miedo y la
incertidumbre.
Me hace feliz la esperanza, la perseverancia, el
triunfo, la amistad, la caridad y todo lo bueno ya que la emoción procedente de
todo eso es la alegría lo que me hace sentir relajado y en
paz.
4.¿Te has sentido a gusto contigo mismo cuándo sabes
que estás llevado un estilo de vida que respeta tu persona?
Explícalo.
Sí, procede de la misma emoción de la alegría, pues la
vida sólo tiene sentido y sólo produce gratificación permanentemente cuando se
orienta por la senda del bien y la verdad; es imposible vivir en paz consigo
mismo cuando se ha elegido como camino de vida la senda de la maldad y la
mentira.
5.¿Qué aspectos
tienes que poner en práctica para mejorar tu desarrollo afectivo y sanar tu
AMS?
He alcanzado un desarrollo y madurez emocional muy alta
dado que la misma presencia del TOC indica que se trata de una persona con un
sentido moral muy profundo (y exagerado) y con una fuerza de voluntad
extraordinaria en materia de conquistar objetivos y controlar las emociones y
todos los instintos; también soy un hombre que es más conducido por la razón que
por la emociones lo que me hace ser muy eficiente en ese
plano.
Mis problemas sin duda que son meramente mentales, pues
de la mente parten las emociones y las conductas, mi problema biológico me
predispone a actuar como un robot, pero puedo manifestar emociones genuinas y
sentimientos de toda índole aunque de una manera muy poco espontánea dado que
existe un programa neurológico de hipercontrol y
simetría.
Con la desaparición del control mental impuesto por el
TOC se abre un panorama nuevo y excitante para mi vida, que espero explorar
pronto. En cuanto a la AMS, pues no tengo AMS, pero hay necesidades afectivas
insatisfechas relacionadas con la amistad y condicionadas por creeencias
erróneas y exageradas sobre las etapas de la vida y el sentido de
responsabilidad que se acentúan mucho en el problema de la
efebofilia.
4.Ejercicios prácticos para la aplicación a la vida
de todo lo trabajado en la Ficha.
1.Observa a lo largo de esta semana tus emociones (ira, miedo,
ansiedad, envidia, coraje) y apunta en qué ocasiones suceden. Reflexiona cómo
han ido evolucionando estas emociones desde tu infancia y adolescencia hasta el
día de hoy. ¿Qué conclusiones sacas? Anótalo en tu
cuaderno.
- Miedo Todo el tiempo por efecto del
TOC
- Rabia A causa del estrés que me
produce el TOC (permanente)
- Culpa Por efecto de la obsesión de
hipermoralidad (permanente)
- Apatía Cuando ya
no resisto tanto combate mental, cansancio
- Celos Cuando pienso en gente
ordinaria que no tiene TOC
- Ansiedad Todo el tiempo por efecto del
TOC
- Resentimiento Cuando veo todo lo que el TOC
me ha hecho
- Envidia Al recordar a la gente que
vive sin mi problema
- Angustia
Es recurrente en el TOC a causa de catastrofización
- Cariño
Cuando veo a mis seres queridos, cuando pienso en
mí
- Alegría
Cuando triunfo sobre el TOC y logro metas
- Tristeza
Cuando no conquisto un objetivo a causa del
TOC
- Frustración Todo el tiempo que muchas
veces pierdo por el TOC
- Coraje
Todo el tiempo, pues siempre estoy peleando con
valor
Antes de la manifestación del
TOC fui un niño muy tranquilo y sociable, cuando esta cosa comenzó a controlar
mi mente y mi vida perdí poco a poco el verdadero sentido y significado de estas
emociones, fueron configuradas en función del TOC bajo la premisa de la
hiperresponsabilidad. Conozco el alcance de estas emociones gracias a la aptitud
intuitiva, pero no las he vivido con autenticidad sino mediante la
imposición.
La
conclusión es que la realización y felicidad plena en mi vida dependen de mi
victoria sobre el TOC.
5.Testimonio.
Estos testimonios de la misma persona nos muestran como
el amor hacia la persona amada, cuando deseas su bien, es más fuerte que la
inseguridad y el temor y reorienta la dimensión cognitiva y afectivo-sexual. El
mismo chico nos cuenta cómo va evolucionando su AMS y la relación con su novia a
lo largo de los meses de
autoayuda.
Desde esa primera charla había decidido que más tarde
que temprano lo tenía que hacer pero no conseguía reunir el valor suficiente.
Algunos de vosotros, me animabais a contarlo, pero la gran mayoría me decía que
fuera cauto, que esperara aún más. Alguien me animó a que antes de decidirlo, le
consultara al padre Antonio y eso hice. Me respondió diciendo que era yo quien
tenía que decidir el momento apropiado pero que si "tu noviazgo ha llegado a
este grado de amor, madurez y capacidad de acogida del pecado y la limitación
del otro", adelante. Muchas veces hemos hablado mi novia y yo de esto, de si
somos capaces de aceptar, es más, amar, la cruz del otro. Y ayer me demostró que
sí hemos llegado a ese punto.
El sábado había estado con ella e
intenté sacar el tema en un par de ocasiones, pero no fui capaz de continuar.
Esa noche, no pude dormir, me vi incapaz de contárselo así que decidí dejar
hablar a mi corazón y le escribí una carta donde le contaba todo. Ayer quedé
nuevamente con ella y se la di. Aún con la carta en el bolsillo me costó un
minuto más de sufrimiento, llanto y lucha el dársela. El último minuto de mi
lucha en solitario. La leyó del tirón, sin pausa.
Cuando acabó ni hubo reproches, no hubo angustia, no
hubo miedo... lo primero que me dijo fue que ahora me quería más que nunca, que
esto lo íbamos a vivir los dos juntos... Tan sólo hubo un comentario que más que
reproche era una pena llena de dulzura, dijo. "¿cómo podías siquiera pensar que
te podía dejar de querer por esto?" Después de llorar juntos y hablar bastante,
participamos juntos de la Eucaristía. Al acabar la
comunión, en la acción de gracias la ví llorar. Cuando salimos, le pregunté
porque había llorado y una vez más me dió una lección de lo que es amar de
verdad, me dijo: "porque me siento muy afortunada de estar contigo". Yo siempre
la he querido, pero vivía nuestro amor, como a medio gas, no me daba del todo
porque no me sentía sincero con ella y no dejaba que me diera todo su amor
porque me sentía inmerecedor de él. Ahora me siento libre de verdad y muy
afortunado porque estoy viviendo el verdadero amor de pareja, que creí nunca
podría vivir plenamente con mi
problema.
El mismo domingo, antes de ir a verla, me sentía
inseguro, con miedo. Le pedí a Dios que me diera valor, le recé, una vez más
para q ella no sufriera por mi culpa, que no lo merecía. Abrí una página de
la Biblia y me
encontré con estas líneas del salmo 77:
"Como un rebaño guiabas a tu pueblo de mano de Moisés y
de Aarón"
Una vez más, el Señor me ayudaba, me guiaba en la vida
como ha hecho siempre conmigo aunque yo no haya podido entender hasta ahora.
Ahora he comprendido que mi pasado, tanto sufrimiento, ha merecido la pena para
verme hoy como estoy: viviendo el verdadero amor de pareja y el Amor máximo que
nos viene de Dios. Esta noche no podía dormir de la felicidad que tenía dentro.
Me levanté de la cama, miré a un Cristo y lloré. Lloré no de rabia o de crítica
hacia Él como tantas otras veces, sino de agradecimiento y perdón por todo lo
que he murmurado.
26/01/09
Hola a todos! Esta semana iba a ser bastante rutinaria,
aunque no por ello, aburrida. Sin embargo, las cosas han ido por otro camino muy
distinto al esperado. Sin buscarlo, ha aparecido la oportunidad de comprar un
piso en una zona que nos gusta mucho y a un precio razonable (para mí es caro,
pero es que para mí todos están sobrevalorados, jeje). Cuando fuimos a verlo mi
novia y yo, nos gustó mucho y empezamos a echar números a ver si podíamos
pagarlo.
Le he dedicado muchas horas al tema y esta semana que
entra iremos a ver hipotecas a ver qué condiciones conseguimos (si es que nos la
dan, porque tal y como están las cosas...) El caso es que ha sido una nueva
decisión importante a tomar y no ha sido fácil. Mi suegro, cuando me preguntó
por el tema, le di tantos datos que acabó felicitándome por lo bien estudiado
que lo tenía (llegó a decir que era una pena el matemático que había perdido el
país) De todas formas si nos dan la hipoteca, no hay nada seguro. A raíz del
nacimiento de la hija de un amigo mío, hemos pasado mucho tiempo con ellos y
otros amigos y todo ha sido alegría y
fiestas.
Por lo demás no he tenido muchas novedades. Esta semana
no ha aparecido para nada la ams ni mis miedos relacionados y eso me da
confianza. Aunque por otro lado, tampoco aparecen sentimientos heterosexuales
espontáneos algunos. Pero no me preocupa, ya
vendrán.
3/05/09
Hola a todos! Una semana más, cuelgo
una ficha en el plazo previsto y eso es ya todo un logro para mí, pues me supone
un gran esfuerzo encontrar un rato diario para la ficha. La semana ha sido, una
vez más, estupenda. Desde la última ficha, he pasado unos días muy completos,
realizando muchas actividades sociales y superándome en ciertas situaciones. He
conocido gente nueva, he estado de boda, de fiesta de cruces, de turismo por
otra comunidad, con amigos, con primos, con la novia... de todo un poco y en
todas las situaciones me he sentido un hombre plenamente sin aparecer para nada
la ams, y lo que es mejor: nada de inseguridad, de miedo al ridículo, de
apocamiento, de incomodidad, de pensar en el qué dirán... este es uno de los
grandes caballos de batalla de mi proceso y lo estoy consiguiendo poco a
poco.
Con mi novia, y aunque me parece feo hablar de esto,
estoy también genial. Hay muchos momentos en los que el deseo sexual es muy
grande y hemos tenido incluso que poner freno en algunos momentos. No quiero
estropear esto ahora después de tantos
años.
Cuaderno de Cuaderno de David-d 25_
España en:
Responde:
1.¿Qué destacas de estos
testimonios?
Sin duda que las experiencias de amor verdadero, David
ha tenido la oportunidad de experimentar el afecto sincero y desinteresado de su
novia lo que le ha dado nuevas perspectivas de vida y un sentido de comprensión
más profundo.
2.¿Con qué aspectos
de este testimonio te sientes identificado? ¿Por
qué?
Con el espíritu de valentía con que David asumió este
difícil reto de revelar un aspecto muy íntimo de su ser, me recuerda a mi mismo
cuando conté cosas por el estilo a personas en quienes una vez confié, lástima
que las cosas no salieron bien, quizá en el futuro lo vuelva a hacer, pero para
la próxima estaré más preparado.
3.¿Qué aspectos de este testimonio son “pistas” importantes para tu
autoayuda? ¿por qué?
Me llama la atención su sentido de espiritualidad guiado
por la religión, me recuerda que yo antes buscaba a Dios de la misma forma,
pero, nunca lo encontré, por eso me resulta interesante este tipo de personas,
saber que tan auténtico y veraz es su conocimiento de algún ser
superior.
Por otro lado, me gustaría creer, pero no puedo, mi
cerebro no me lo permite, por la acción del TOC y otros factores soy puramente
racional y lo que no es argumentable y probable por este medio es de imposible
asimilación para mí. No acepto sensaciones como vía de conocimiento, sólo
razones.
6.Ejercicios de Auto Conocimiento
Personal
1.Busca un HECHO
representativo, pasado o presente, que hayas vivido en tu infancia o en tu
adolescencia que haga relación a alguno de los puntos estudiados en esta Ficha y
que creas que ha influido en tu AMS.
El problema afectivo que tengo con las
mujeres (asexualidad) y con la edad de la adolescencia
(efebofilia).
2.Describe tus emociones o sentimientos con relación
a este hecho.
Frente a la asexualidad no experimento ningún conflicto,
me gusta no sentirme atraído por las mujeres, eso me ha protegido de grandes
problemas, pero ese sentimiento de rechazo absoluto no es para nada sano, sin
duda que procede de un trauma.
La efebofilia me resulta molesta porque en la filosofía
TOC el sentirse atraído por adolescentes es una constante de imperfección y
debilidad.
3.Describe los pensamientos automáticos negativos que
te vienen a la mente al vivir o recordar este
hecho.
Eso te hace semejante a ellos, un ser débil, estás lejos
de la perfección, tienes que superar ese problema a toda costa. No es bueno
tener sentimientos indeseados, debes entender como funcionan y erradicarlos de
una vez por todas. Te estas volviendo
ineficiente.
4.Desde lo que has descubierto y aprendido en esta
ficha responde racionalmente a cada uno de los pensamientos automáticos
anteriores.
Estas fichas no son tratamiento para el TOC, esta cosa
tiene nada que ver con problemas afectivos. No puedo usar sustitución de
contenidos de pensamiento frente a las obsesiones tal y como se sugiere aquí,
porque eso solo abre una brecha infinita que amplia el alcance y persistencia de
la obsesión. Jamás hay que discutir con una obsesión, ni buscar entenderla ni
mucho menos racionalizarla. Todos mis pensamientos de este tipo (negativos) son
obsesiones.
5.Qué resultado se produce en ti al contrastar tus
pensamientos y tus emociones y las respuestas racionales.
Eso solo empeora el problema, hace que el mecanismo
obsesivo-compulsivo de mi cerebro se potencie más y
más.
6.Escribe 3 acciones, compromisos o actitudes que vas a realizar en
esta próxima semana para madurar tu personalidad en este aspecto.
Para superar la asexualidad y la efebofilia necesito
controlar mi cerebro previamente.
7.Revisa si has cumplido satisfactoriamente los compromisos de la Ficha
anterior.
Es mi primera ficha, y este paso no aplica para mí, pues
este sistema es un mecanismo de control que fortalece los impulsos compulsivos
tan presentes en mí. Igualmente considero que este punto, correspondiente al
autorregistro no aplica para mi caso, pues es contraproducente dado que se trata
de un sistema de autocontrol disciplinario y
psicoanálisis.
7.Recursos para profundizar [1]:
a. Libros o capítulos de
libros.
· La persona completa. Capítulo III. Ortiz y col. Textos
Universitarios. Edicep.
No cuento con esta
bibliografía
b.
Artículos.
· Educar la afectividad. Miguel Ángel Fuentes,
en:
Es un libro muy
largo…
c. Videos:
· Película: Los niños del
coro
Básicamente se muestra el conflicto emocional de la
separación de los padres y las dificultades propias de la vida en un orfanato.
Destaco la implementación de la música como terapia para la curación emocional.
d. Páginas
Web:
· www.jp2madrid.org . Las emociones. Larru, J.D. y Ramos.
M.F.
8. Revisión de esta ficha: Aportación personal a la Autoayuda [2]:
1.¿Qué añadirías o
quitarías a esta ficha de trabajo para mejorar la
autoayuda?
Definitivamente hay que revisar la sección de recursos
para profundizar, pues los enlaces no llevan a ningún lado. Hay que buscar el
video en internet y facilitar el enlace para ver la película online o
descargarla, también fijar los extractos del libro concernientes al tema, y
ubicar la página con el texto de Larru J.D. y Ramos en el website que sugieren.
La información es mejor darla completa o señalar la forma de
ubicarla.
2.¿Qué nuevas
preguntas, lecturas, artículos,…
añadirías?
El contenido de la temática es óptimo y apropiado para
una persona con AMS.
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