Intentos de socialización homoemocional


Miércoles, 13 de mayo de 2009




Ya tengo listos todos los documentos y libros para ahondar en el tratamiento de la autoestima, apenas suba la ficha 6.7, suspenderé las fichas del documento 6 y proseguiré por varios meses con el tema de la autoestima hasta tanto se halle resuelto y con mayores resultados que los obtenidos en el pasado. Comenzaré con las fichas de la página, y proseguiré con los libros propios de mi colección, incluyendo las magistrales obras del ultrafamoso doctor David Burns, M.D.


He estado ausente porque tengo muchos compromisos y una considerable cantidad de tareas esenciales para lograr metas muy importantes, además ya había mencionado que participaré muy poco en la página.




El TOC ya no me incapacita, ahora estoy trabajando y estudiando sin mayores inconvenientes, puedo ver la vida con otros ojos y me siento muy complacido de los resultados de mi esfuerzo y sagacidad en la lucha por alcanzar esa meta fundamental de recuperar la salud mental, la libertad y la verdadera inteligencia.



El método de aceptación, exposición y reenfoque ideado por mí, es muy efectivo, aunque en mi tratamiento del TOC hay muchas otras cosas de igual importancia que no he expuesto con detalle en este cuaderno porque hacerlo tomaría mucho tiempo y sería necesario escribir una docena de libros. 



A través de este cuaderno le he donado a la humanidad el regalo de mi conocimiento y experiencia en la superación de un TOC de nivel severo. Cuando consiga extirpar las raíces de esa enfermedad, haré una sinopsis más completa y objetiva de todo.





Ahora tengo nuevos compañeros de trabajo y estudio, y como ya el TOC no me incapacita, me estoy esforzando por conocer a estas personas y ser amigo de la mayor cantidad posible. Como siempre, no tengo inconveniente en relacionarme con gente mayor, hay mucha empatía recíproca. 



Más tengo dificultad para tratar con los más jóvenes de ambos sexos, y es por lo mismo de antaño: ellos tienen una visión muy infantil de la vida, y yo una muy madura; ellos gustan de diversiones poco sanas y yo prefiero la tranquilidad y la salud; pero, el buen humor y la risa es algo que misteriosamente nos une.




Hay un chico de 20 años llamado Ian que me llama la atención y cuya amistad ha cobrado especial importancia. Estamos asignados el mismo equipo de trabajo, y eso me beneficia enormemente; además, él es el prototipo de amigo que siempre me ha causado fascinación: bromista, rubio, ojos claros, inteligente, transgresor de las leyes... no es la encarnación de la maldad, pero me agrada hasta cierto punto su forma de ver la vida.



No nos hemos vuelto compinches, pero tenemos una muy buena relación como compañeros de equipo. No estoy seguro si tiene AMS, a veces, parece que si, otras veces, parece que no, además me prometí a mi mismo que cerraría mi mente a esforzarme en detectar esa situación en los otros hombres, para de esa manera sentirme neutral y no darle preferencia a hombres con AMS en conformidad a mi deseo de ser el centro de atención en la vida de los demás (esto pasa en la vida de todas las personas que hemos tenido pocos amigos, o ninguno).



Yo le agrado a Ian, tal vez porque somos los más jóvenes, o por lo bien que hacemos las cosas juntos, o quizá porque siempre me río de sus chistes y alabo sus locuras. En nuestras conversaciones nunca hemos tocado temas personales, ninguno ha querido tomar la iniciativa, quizá deseamos mantener algún extraño ambiente de privacidad a salvo del otro... no se... así que solo tratamos asuntos laborales y de estudio, o hacemos chistes o nos burlamos de algo.



Como le gustan los temas sexuales, decidí seguirle la corriente en ese sentido hasta donde vea que es prudente hacerlo; en el tema del alcohol y las mujeres no he accedido, tal vez lo haga, no se.



A veces nos rechazamos mutuamente e incluso no nos saludamos, aunque cuando hacemos eso nos miramos a cada rato para saber donde está el otro y que está haciendo. Yo sólo me fijo en su cabello rubio, pues como todo el mundo sabe, tengo una fascinación sorprendente por la gente rubia de ambos sexos. 



A veces lo descubro mirándome un poco más de lo normal, pero eso no me parece gay, además me agrada que lo haga, a mi también me gusta hacerlo, con disimulo, claro. A veces pienso que tengo una fuerte inclinación a obsesionarme con los amigos, aspirando a convertirlos en algún objeto de mi propiedad y un juguete de mi colección para admirar y tocar todos los días (como en mi niñez, con mis juguetes de).




Mi interés en Ian no es sexual, él sin duda es uno de esos amigos rubios soñados, es por mi obsesión con la belleza y la juventud que siento ese especial interés; sin embargo, Ian no me despierta la fuerza de los sentimientos efebofílicos. Me gustaría abrazarlo y tener una muy buena amistad con él, espero poder lograrlo, va a ser todo un reto y me esforzaré. Para evitar dependencias me he obligado a tratar con los demás hombres del grupo, y de todas las edades.



Le he echado el ojo a 3 chicas de 17 años porque he visto en ellas la posibilidad de superar mi rechazo hacia las mujeres adolescentes, pero, he notado que me cuesta mucho mantener una conversación porque no se de qué hablarles y se me dificulta ocultar mi inteligencia. También estas chicas me ponen muy tenso y eso me inhibe bastante, así que hace varios días que no las trato.



Pienso que es más importante en este momento atender y resolver el problema de la efebofilia, siento que estoy más necesitado de amigos adolescentes y adultos jóvenes que de compañía femenina; pero, también, estoy seguro, que en el proceso de resolver esos traumas adolescentes, abordaré automáticamente el aspecto de la asexualidad.

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