LA EFEBOFILIA
EFEBOFILIA
(Mi experiencia personal)
(Mi experiencia personal)
Esta ficha me
recordó uno de los asuntos que tengo muy pendiente en mi vida, el tema de la
efebofilia, o atracción emocional intensa y/o seudosexual por muchachos
adolescentes, es algo que surgió en mí como producto de la personalidad
obsesivo-compulsiva, la translocación del instinto sexual por efecto de la
asexualidad, la exposición prolongada a pornografía gay, como mecanismo de
respuesta emocional de escape frente al estrés producido por el TOC, y también
por el hecho de haber perdido "literalmente" las experiencias humanas de la
amistad, el compartir y la camaradería entre iguales propias de la edad de la
adolescencia.
En mi vida,
todos mis problemas están conectados con la obsesión madre del TOC, con el
sentido de hiperresponsabilidad, la asexualidad fue una respuesta ante ese
sentido elevado de protección y responsabilidad hacia la felicidad de mi madre,
se conectó inconscientemente la heterosexualidad con una gran malestar
emocional, la posibilidad de una relación íntima con una mujer me recuerda esa
excesiva responsabilidad que experimenté por la felicidad de mi madre y es
reforzada actualmente por el TOC y sus mecanismos, también está el factor de
rechazo a imitar los modelos de vida que me han sido impuestos, es una manera de
protestar contra todo lo que represente
obligatoriedad.
La efebofilia
es una forma de enmascarar el instinto heterosexual tomando como punto de
partida un rechazo profundo hacia la heterosexualidad, también en relación con
la hiperresponsabilidad ofrece un panorama de vida ideal de la lucha interna
contra esa creencia de responsabilidad excesiva, al asociar la adolescencia con
un lapso en el tiempo en el que no se tienen la responsabilidades y exigencias de
la temprana juventud y de la vida adulta, igualmente la adolescencia está
asociada culturalmente con el espacio de la vida en donde la experiencia de la
diversión tiene su apogeo.
Aquí vemos que
la efebofilia toma elementos de un rechazo profundo hacia las mujeres y las
recrea inconscientemente en la imagen juvenil y delicada de los muchachos
adolescentes, siendo esto una forma de translocación del instinto sexual. La
efebofilia tiene nada que ver con la homosexualidad, pues no se experimenta un complejo
homosexual como tal, ni sentimientos de atracción hacia la figura de un varón
por ese deseo subconsciente de reparar el propio sentido de
masculinidad.
Sucede que con
el tiempo, surge una gran confusión respecto a la orientación sexual, no se
comprende el no sentirse atraído por las mujeres ni el no sentirse realmente
atraído por los hombres, sino el sentir esa atracción por una figura abstracta
proyectada en determinadas personas con cierta edad específica que encarnan
ciertos ideales de vida muy apetecibles.
En un principio
la efebofilia, sólo tiene un componente emocional, pero con el tiempo, y como
producto de las necesidades sexuales, se autoconfigura en base a las
exploraciones sexuales, de manera que si se experimenta en el mundo de la
homosexualidad, se crearán parámetros de respuesta sexual que conectarán la
satisfacción de los mismos con las prácticas sexuales de ese tipo, aún si el
referente de la asunción es de una identidad homosexual, bisexual, heterosexual,
pansexual o
asexual.
En muchos
hombres no existe una rechazo profundo hacia la heterosexualidad, ni tampoco ven
en la efebofilia una añoranza infantil por escapar de las responsabilidades
excesivas de la vida. La efebofilia es en forma general, el PRODUCTO DE UN
TRAUMA EMOCIONAL PROFUNDO ACAECIDO EN LA ADOLESCENCIA, es el resultado de
situaciones de la vida que impidieron a la persona satisfacer las necesidades
gregarias propias de esa edad, es la consecuencia de conflictos personales que
llevaron a la persona a aislarse emocionalmente de sus pares, le impidieron
disfrutar de un grupo de amigos, interactuar con los demás en calidad de iguales
y obtener por medio de los procesos sociales de integración e intimidad grupal
las estructuras para consolidar y madurar los aspectos de la personalidad
relativos a esa edad. Esto es a grandes rasgos, la dinámica etiológica del
problema de la
efebofilia.
Aparte de tener
este mismo trauma, mi problema de efebofilia se ve reforzado por el rechazo
hacia la heterosexualidad, por la personalidad obsesivo compulsiva que se
alimenta de todo ello, por la exposición prolongada a la pornografía gay, y por
el deseo de escapar de una vida llena de responsabilidades
excesivas.
La efebofilia
es algo así como haber perdido las vivencias más significativas de la
adolescencia, y es, al igual que la homosexualidad, un mecanismo inconsciente reparador que
alerta sobre vacíos afectivos del pasado, y que ha afectado directamente la
expresión heterosexual del instinto
sexual.
La homosexualidad se
centra en características de la personalidad de un hombre que no han sido
integradas por el sujeto en el transcurso de su vida, la efebofilia se centra en
aspectos de la edad de la adolescencia que no fueron asimilados por el sujeto
cuando hizo su paso cronológico y biológico por esa época de su vida. Tanto la
efebofilia, como la homosexualidad, toman como modo de expresión sexual la fijación en
determinados aspectos del cuerpo hacia el que se proyecta el instinto sexual.
En el caso de
la homosexualidad, el deseo sexual y la excitación se conectan con la apreciación de los
órganos sexuales masculinos y los atributos sexuales secundarios corporales que
derivan de dicha connotación como la musculatura, vellosidad y tallaje corporal;
en la efebofilia, en cambio, el deseo sexual y la excitación sexual se orientan
exclusivamente hacia los caracteres sexuales secundarios que enuncian y
configuran la transición de niño a hombre, o sea, hacia el factor corporal que
distingue a la edad como tal, no tiene nada que ver con atributos masculinos que
encuentran su máxima expresión en la
adultez.
La efebofilia
no se orienta en atracción hacia personas, sino en atracción hacia un objeto
abstracto encarnado fundamentalmente en personas; en la homosexualidad, La atracción en sus
múltiples formas se concentra en personas específicas que encarnan los ideales
masculinos perseguidos con desesperación.
En la homosexualidad la
atracción se concentra fundamentalmente en varones de la misma edad del sujeto u
hombres de más edad que encarnen una figura paterna y un modelo de masculinidad,
por lo general, esa atracción nunca se va a ver orientada hacia niños o hacia
adolescentes, pues estos poco tienen de modelaje ideal de masculinidad. En la
efebofilia, la atracción es exclusiva e inmodificable hacia varones de 12 a 18
años. Es posible, que con el paso de los años y muy entrada la edad adulta, el
sujeto efebofílico aumente ese rango, en función de la apreciación de la
juventud, o sea, de aspectos físicos que reflejen juventud y poca
adultez.
El hombre que
tiene un problema de efebofilia se aprecia así mismo como un adolescente, siente
y piensa como un adolescente, y se desvive en sus aspiraciones bajo los ideales
de la juventud, eso es muy fácil de apreciar en hombres adultos que superan los
30 años de edad, también son poseedores de un profundo sentimiento de
frustración y un gran vacío
existencial.
La efebofilia,
por lo que he podido observar, se resuelve de la misma forma en que se superan
los demás episodios traumáticos de la vida, es decir, curando las heridas del
pasado, satisfaciendo las necesidades no cumplidas, elaborando un proceso de
duelo, continuando con el proceso de maduración afectiva en donde quedó
estancado, y eliminando los cuadros neuróticos y depresivos que en el correr de
los años se arraigaron sobre la persona.
La forma ideal
de resolver la efebofilia sería a través de la relación
directa-sana-constructiva con muchachos adolescentes y por medio del compartir
de los intereses y actividades propios de la edad, pero dadas las barreras de la
edad que aparecen en este proceso y que dificultan el objetivo, muchas veces
esta forma ideal de resolución es prácticamente inalcanzable, así que se tendría
que recurrir a una forma de psicodrama y juego de roles en el cual se recreara
en compañía de personas adultas el ambiente y las circunstancias de la edad de
la adolescencia que permitan la recuperación integral del sujeto y la
satisfacción de todas sus necesidades no
cumplidas.
Sin duda que he
de entender más a fondo la relación intrínseca que existe entre el TOC y la
efebofilia, en mi caso, pues por efecto del TOC, siento reforzada mi necesidad
perfeccionista y simétrica de resolver cualquier problema existente con la
máxima eficiencia posible.
En materia de
avances respecto a la efebofilia, he conseguido disminuir en alto grado la
atracción sexual gracias a la superación de la adicción a la pornografía,
también la técnica de la sensibilización encubierta me ha ayudado mucho a
desmitificar los elementos de fijación emocional obsesiva
efebofílica.
Sin duda que a
la par del TOC, o una vez vencido este gran problema, podré superar con más
eficiencia y rapidez este problema tan peculiar. Por ahora, quise compartirles
estas apreciaciones nacidas de mi experiencia de vida y de la observación de
otros casos similares.
Comentarios
Publicar un comentario