Aproximación al concepto de dolor emocional
Domingo, 28 de noviembre de 2010
Tema
2
La dimensión
afectiva
Ficha 2.
2
Aproximación al concepto de
dolor
emocional
1.
Planteamiento de la
Ficha y Objetivos a
conseguir.
Planteamiento:
Los seres humanos somos
seres afectivos, llamados al amor, a la comunión, a la donación; el afecto es lo
que nos conecta con nosotros mismos y con los demás; por medio del amor nos
valoramos en nuestros primeros años de vida, aprendemos a amar y ser amados y lo
valiosos que somos en este mundo. El niño que por las causas que sean, reales o
imaginarias, no se siente amado, tendrá dificultades para integrarse y
relacionarse consigo mismo y con los
demás.
Objetivos:
1.
Comprender el concepto de dolor
emocional
2.
Conocer las variables que
influyen en la autovaloración.
3.
Comprender como afectaron los
demás en nuestro desarrollo
personal.
4.
Entender el concepto de
alineación del cuerpo
2.
Exposición del tema.
Esquema:
1. ¿Qué es
el dolor emocional?
2.
Percepción del cuerpo
3. Nuestro
ser en relación a los
demás
4. Alienación con el cuerpo
como resultado de carencias
afectivas
5. Quien
no se ama a sí mismo no puede amar a los
demás
1. ¿Qué es
el dolor emocional?
El término dolor emocional y lo que
involucra en sí, es hoy por hoy uno de los temas que más inquietud suscitan entre los pacientes que consultan
por diversas causas a un terapeuta. Es así como entre las mismas personas que
presentan atracción por el mismo sexo,
lo que más les hace buscar ayuda es precisamente el dolor emocional, ya que
puede llegar a ser insufrible.
Hablamos aquí de una emoción; algo que
no está vinculado estrictamente a la corporalidad sensorial, a lo que captamos
con los sentidos, sino que es un dolor vinculado a lo emotivo. Por lo tanto, es
un sentimiento. En tanto que sentimiento, puede tomar diversos contenidos: no
ser querido, no ser reconocido en los méritos correspondientes, ser rechazado a
diversos niveles, etc. Todo apunta a la no-aceptación por los grupos de
referencia, lo que conduce a una no-aceptación de sí mismo.
El dolor emocional es un dolor
neurótico. Por lo tanto, la persona no se acepta a sí misma. Su afectividad,
aunque inicialmente muy dependiente del “qué dirán” o de los demás, secundaria
y principalmente acaba siendo un problema de aceptación personal. Por lo tanto,
el dolor emocional es más un sentimiento que una percepción del cuerpo, aunque
a la larga puede también vincularse al cuerpo, pues si se percibe como no
aceptado por diversas causas que vincula a sus características físicas o a su
modo de desenvolverse frente a los demás, en una segunda instancia terminará
rechazándose a sí mismo por esas mismas características que asocia con el
rechazo: acabará entonces rechazando su propio cuerpo.
2. Percepción
del cuerpo
El ser humano posee diferentes aspectos o dimensiones: dimensión
corporal, dimensión psicológica y dimensión trascendente. Cada una de estas
dimensiones está profundamente unida a las demás y no es posible afectar a una
sin afectar a las demás. Por lo tanto, cualquier cosa que nos suceda en uno de
los aspectos de nuestra persona afectará necesariamente a las otras dimensiones.
Por ejemplo, si tenemos un dolor de cabeza, éste influye en nuestro estado de ánimo
y cambia nuestra cara.
La percepción que tenemos de nuestro cuerpo no se crea de
la nada pero tampoco de una realidad objetiva. El cuerpo es la dimensión de la persona que
está en relación con los demás y por lo tanto, de alguna manera, es la puerta
de entrada y salida de todas las demás dimensiones. Es puerta de entrada en el
sentido de que recibe los comentarios y actitudes hacia nuestra persona y es
puerta de salida en el sentido de que es la manera visible que tenemos de
expresar las demás dimensiones de nuestra personalidad. Nuestro cuerpo refleja
nuestros sentimientos y pensamientos como un verdadero espejo, que muchas veces
no somos capaces de comprender completamente.
Sin embargo, la idea que tenemos de nuestro cuerpo se
forja en buena parte en nuestros primeros años de vida, producto de los
cuidados y actitudes de los padres y personas cercanas. Ellos, además regulan nuestra percepción del mundo
ya que nos dan las señales de cómo hay
que situarse frente a él. Es así como
nuestra idea de cómo nos ven los demás y de cómo nos mostramos ante ellos, se
relaciona con el reflejo de nosotros mismos que nos transmitieron nuestros
padres. Este reflejo es posteriormente confirmado por las señales que se obtienen de las experiencias de vida
posteriores, pero que ya están teñidas
por las imágenes que fueron
creadas por las relaciones de nuestros primeros años de vida.
Asimismo, esta percepción está también afectada por las
características de sensibilidad propias de cada niño, que en algunos casos son
mayores a lo común, lo que puede que no
le permita comprender de manera adecuada las señales amorosas de sus padres
creando así una imagen distorsionada de sí mismo. Posteriormente es afirmado o
fortalecido por las personas que va encontrando en su vida: hermanos, tíos,
compañeros de colegio, etc.
3. Nuestro ser en relación con
los demás
Todo niño tiene una necesidad real e indispensable de amor y de identificación con otros varones[1].
Es una necesidad que todos los niños tienen. En un niño hipersensible, sus
necesidades podrían ser mayores que las del promedio. Estas necesidades
normalmente son satisfechas por su padre o por otro varón importante durante la
niñez y vienen a ser reforzadas por otros niños, sus maestros y por la
sociedad. Si sus necesidades naturales de amor, aceptación e identificación con
otros varones nunca fueron satisfechas, al crecer, debido a su inseguridad, no
se aventurará a satisfacerlas de manera legítima. Anhela la compañía, amor y
aceptación de otros varones, pero cuando tiene la oportunidad, se resiste,
debido a su temor de ser herido o rechazado. Entonces se siente lastimado al
ver que perdió la oportunidad de contar con compañía y atención. Secretamente
teme no ser digno de compañía y atención y por lo tanto se queda donde está
seguro, en soledad, en lugar de aventurarse a interactuar con otros varones.
Muchos pacientes han informado que durante su niñez se
sintieron diferentes a los otros niños. Puede ser que fuera un solitario que no
jugaba los juegos rudos a los que los niños juegan generalmente. Puede ser que
tuviera algunos amigos, pero deseaba más y se sentía incapaz o indigno de
relaciones más sólidas que fueran importantes. En esta situación, su atracción
hacia otros varones está cimentada en la necesidad de identificarse con y ser aceptado por otros varones y sentirse
parte de un grupo de amigos.
En una
etapa crucial para conseguir amigos, su vida pudo verse afectada por un
problema médico o por el hecho de tener que mudarse a un nuevo vecindario, o
por padres sobreprotectores que pudieron interferir en su relación con otros
niños. Dado que tuvo un contacto limitado con otros niños, no se identificó con
ellos de manera sana, sino que anticipó el rechazo y esperaba de antemano no
encajar en el grupo. Deseaba desesperadamente aceptación y sentirse cómodo con
estos amigos ideales, pero en su lugar desarrolló sentimientos de soledad.
"Son [varones] misteriosos aquellos que
poseen cualidades masculinas enigmáticas que causan perplejidad y atraen",
dice Joseph Nicolosi. "Tales
[varones] son sobrevaluados e idealizados, pues son la representación de
cualidades que [el individuo] desearía tener para sí mismo". Cuando se
llegó a la pubertad y emergieron los sentimientos sexuales, esta profunda
envidia se pudo convertir en anhelo sexual, y si no podía satisfacer su
necesidad de amor y aceptación por medio de una relación amigable, pudo empezar
a buscarla a través de una relación sexual.
El
comportamiento homosexual puede ser un intento por completar su identidad
masculina a medida que trata de poseer valiosos atributos masculinos a través
de una intimidad sexual con otros varones. Puede ser un esfuerzo por resolver
el misterio de la masculinidad que surge de la percepción de ser diferente a
otros hombres. También puede ser un simple escape de su incomodidad y dolor. En
el momento de la pasión se puede creer momentáneamente cualquier fantasía—que
es hermoso, masculino, amado y aceptado.
Estas necesidades emocionales fundamentales son las
mismas para todos los hombres, ya sea que tengan problemas homosexuales o no.
El deseo homosexual es en realidad un deseo de llenar la necesidad emocional de
relacionarse y ser aceptado por otros hombres. "El amor entre las personas del mismo sexo es correcto y bueno",
explican los Dres. Thomas y Ann Pritt. "Solamente la sexualización de la atracción es inapropiada".
Esta atracción hacia otros hombres es un deseo reparador y es en realidad un
intento por resolver el problema, y no el problema en sí.
El núcleo del problema
no es homosexual sino homosocial. Es un intento continuo de remediar
deficiencias anteriores y satisfacer las necesidades sociales y emocionales que
aún existen. La satisfacción de estas necesidades de amor e identificación sólo
pueden ser resueltas a través de relaciones no sexuales con otros hombres. La
atracción persistirá hasta que se pueda desarrollar una identidad sana y
relacionarse apropiadamente con otros hombres de manera no sexual
4. Alienación con el cuerpo como resultado de carencias
afectivas
Primero definiremos el
término alienación para una mayor comprensión.
El
término "alienación" (sinónimo de enajenación) procede del latín
"alienus", (etimológicamente, ajeno, que pertenece a otro). El
término se aplicaba originalmente a las transacciones económicas en las que
tenía el significado de vender o regalar algo a otra persona. En filosofía, el
término fue utilizado por Hegel y sus seguidores con el significado de
"extrañamiento", "distanciamiento", para indicar el
alejamiento del sujeto respecto a sí mismo en la dialéctica de la objetivación.
La persona necesita para
lograr una integración y aceptación de sí misma de la ayuda de otras personas,
en el caso del niño, de sus padres. Cuando esto no se logra, no le será posible
tener una auto imagen bien integrada y aceptada en todos sus aspectos y en
consecuencia puede que no logre integrar el cuerpo y sus características como parte
integral de sí mismo. Entonces, el cuerpo se transforma en algo diferente de la
mente o del ser de cada uno. El doctor Nicolosi lo explica claramente en las siguientes líneas:
“Numerosos estudios muestran al niño
pre-homosexual alienado de su cuerpo. Los pacientes describen con frecuencia
una excesiva modestia que tiene su comienzo en la infancia temprana. Y mientras
que esta es una cualidad también presente en el desarrollo de los niños
heterosexuales, en los niños pre-homosexuales es una tendencia que se prolonga
en la madurez. Esta timidez se puede alternar con el exhibicionismo, como un
intento de compensar la timidez. Tanto la timidez como el exhibicionismo son
formas de alienación respecto al cuerpo. La modestia física en presencia de
otros hombres puede empezar a mostrarse antes de la adolescencia. Tal como
decía un paciente:
Cuando
era un adolescente era muy tímido para vestir pantalones cortos porque era
consciente del pelo de mis piernas. La noche antes de tener que ir al picnic
del instituto intenté quitármelo, intenté afeitármelo y me quedé lleno de
pequeños rasguños y estaba terriblemente avergonzado de que los otros chicos
pudiesen saber lo que había hecho. ” [2]
Con frecuencia los demás miembros de la familia, y
el padre en particular, no son conscientes del malestar del niño. A causa de
esta falta de atención, más tarde presentará un déficit, una necesidad de ser
admirado y de que se le preste atención. Esta necesidad no satisfecha de
atención masculina tiene profundas consecuencias emocionales. Para la mayoría
de los hombres homosexuales el propio cuerpo es un objeto, no un sujeto. Puede
estar orgulloso del mismo y deseoso de mostrarlo o sentirse inferior e intentar
ocultarlo. En la mayoría de los casos será ambivalente pero en cualquier caso
carece de una aceptación natural de su cuerpo. Su cuerpo continúa siendo un
objeto de continua fascinación. Podemos oír la confusión de otra persona entre
la superioridad y la inferioridad:
Desvinculación del
propio cuerpo. En mi adolescencia padecí de muchas fobias. Había veces en que
tenía que tocar mi cuerpo para ver si era yo, si estaba allí. Era una ansiedad
enorme, como una agorafobia. Me tocaba la cara y me asustaba mucho. El caso es
que mi familia también se asustaba y perdían la paciencia conmigo por lo que
sucedía. En realidad yo no sabía por qué me pasaba. Pero llegué a pensar que no
tenía cuerpo. Siempre me he sentido alienado de mi cuerpo. No le he dado a mi
cuerpo la importancia que tiene y el valor enorme que tiene. Poco a poco lo voy
considerando. Antes era incapaz de mirarme al espejo, de verme en una foto.
Ahora eso lo tengo superado. (Cuaderno de Manolo 39. España)
La integración de uno mismo no puede tener lugar de
forma aislada. Especialmente en la infancia temprana necesitamos a otras
personas como reflejo, que nos digan quienes somos. Esta es la función benévola
de los padres, profesores, amigos y seres queridos. El hombre citado más
arriba, al no haber unido nunca su anatomía física con su identidad interior,
necesitaba de la cámara fotográfica para llenar este vacío. No podemos
reconciliar aspectos alienados de nuestro propio ser sin asistencia externa.
Para reflejar su masculinidad algunos hombres homosexuales usan cámaras de
fotos, algunos el espejo, algunos la atención de otros hombres.
Esta búsqueda de la atención de otros hombres como intento de
integrar la propia masculinidad puede explicar por qué algunos pacientes
encuentran una especial gratificación en arreglarse llamativamente y/o
simplemente sentarse en un bar gay, disfrutando una velada en que logra la
atención por parte de otros hombres. Otro paciente describe cómo esta necesidad
de atención por parte de otros hombres se mezcla con los sentimientos sexuales:
“Este compañero de trabajo entra en la habitación y de repente toda la
atención se vuelve hacia él y es como si yo no existiera más. Siento como si
fuera una victoria importante si sólo consiguiera que me prestara atención. Es
ahí donde me siento confundido por sentimientos homosexuales. No es una
cuestión de “Oh, le quiero”, sino una necesidad de atención… Quiero que se dé
cuenta de lo que estoy haciendo. Todo eso se mezcla con sentimientos
homosexuales que, objetivamente, realmente no quiero tener.”
Otro paciente describe así la desconexión con su
propia identidad física:
“De vuelta del trabajo pasé cerca de una cancha de baloncesto y allí
estaban estos chicos jugando y me sentí excitado por sus cuerpos sudorosos. Gran parte del tema es que me
siento excitado por lo que están
haciendo, porque yo nunca me he sentido capaz de hacer esas cosas.
Mi frustración es que cuando yo mismo me pongo a jugar, no siento placer
en absoluto. Nunca he estado realmente involucrado en el juego. Es como si me
mirara a mí mismo y me dijera: “¿Cómo lo estoy haciendo, soy lo bastante bueno,
qué estarán pensando?” y no disfruto el juego. Así que en lugar de eso acabo
teniendo sexo con el chico que estaba jugando.”
De esta
manera, los tres puntos expuestos anteriormente pueden resumirse en lo
siguiente:
La percepción de nuestro cuerpo esta modelada por las experiencias tempranas del mundo y de
nuestros padres, las cuales serán confirmadas o rechazadas por posteriores
vivencias y demás relaciones con otras figuras significativas. Pero a su vez,
estas ulteriores experiencias serán teñidas por la huella que dejaron en
nosotros las experiencias de nuestra primera niñez. Todo esto, sumado a una hipersensibilidad como
característica personal en un niño, pueden llevarlo a distorsionar las señales
que recibió del mundo exterior provocando en él una imagen distorsionada de sí
mismo.
Con respecto a
nuestro ser en relación con los demás, cabe destacar que todo niño tiene la
necesidad legitima de amor y de identificación con otros varones, pero si estas
necesidades, ya sea en forma real o desde la perspectiva del niño, no fueron satisfechas adecuadamente en su
niñez, en la adultez no se atreverá a
hacerlo de manera adecuada y cuando se le presente la ocasión para
hacerlo, huirá por temor a ser herido y rechazado nuevamente. Cree no ser digno
de estas atenciones quedándose en la seguridad de su aislamiento. De esta
manera, el joven confundirá la necesidad de encajar con otros hombres y de
poseer sus cualidades, con un deseo sexual. Es así que la homosexualidad es en realidad una herida
homosocial, manifestación de un profundo dolor emocional, cuya sanidad está en poder establecer
relaciones constructivas, estables y no sexuales con otros hombres.
Por último, y en relación a los sentimientos de
alienación con el cuerpo, se observa que estos son el resultado de carencias
afectivas ocurridas en la infancia, ya que es necesaria la compañía y atención
de los padres, en la tarea del niño, de aceptar e integrar a su identidad los
distintos aspectos de su imagen. Cuando esto no ocurre, el sujeto experimenta
sentimientos de inadecuación con respecto a su cuerpo llevándolo a buscar
atención en otros hombres para suplir esta carencia.
5. Quien no se ama a sí mismo no puede amar a los demás
Como hemos visto entonces, el dolor emocional pasa a
ser algo que impide y excluye el amor de
los demás: se da una cadena en la cual no se acepta porque no le quieren, pero
a la vez, no se quiere a sí mismo/a y
finalmente, no puede querer a nadie, con lo cual ha llegado a aislarse del
mundo.
El dolor emocional depende mucho de la educación temprana.
Si ha sido muy caprichosa y sin exigencias, la intolerancia a la frustración
será mucho mayor, ya que los sentimientos, las pasiones desbordan a la persona y
se apoderan de ella, sin dejar lugar a una reflexión serena.
La adolescencia es una época de la vida en que el
dolor emocional suele estar muy presente y en donde muchas veces hechos o
circunstancias que objetivamente no son graves, son vividas con gran pasión y
dolor.
Por último, cabe destacar que el dolor emocional hoy
en día es más autodestructivo que en épocas anteriores porque en nuestra
cultura fundamentalmente hedonista, del placer, no hay lugar para ningún tipo
de dolor. Nadie está preparado para el dolor, la resistencia a él es mínima y
por lo tanto el daño que puede hacer es máximo. Sería deseable inculcar en los
padres la necesidad de educar los sentimientos de los hijos para que puedan
tener una mayor tolerancia a las frustraciones y al dolor emocional. Si se
quiere vencer en esta lucha se hace necesario un entrenamiento de la Virtud de la Fortaleza , de la
capacidad de sacar fortaleza de la propia debilidad.
[1] Ver artículo: “¿Por qué me siento
atraído por los hombres?”, de Administrador de Courage Latino en: http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=96%3A2-causas-de-la-ams&id=405%3Apor-que-me-siento-atraido-por-los-hombres-courage-latino&option=com_content&Itemid=63
[2] Historias de sanación de personas con tendencia homosexual, de Joseph Nicolosi, en: http://www.esposiblelaesperanza.com/index.php?view=article&catid=87%3A1-varones-con-ams&id=542%3Ahistorias-de-casos-de-terapia-reparativa-joseph-nicolosi&option=com_content&Itemid=252
3. Preguntas de interiorización y asimilación.
1. Ideas fundamentales del
tema
· El dolor emocional es un sentimiento que trastoca
todas las dimensiones de la persona humana en detrimento de la
autorrealización.
·
El cuerpo representa la
realidad física de la persona y es un factor decisivo en la construcción de la
propia identidad, nos diferenciamos unos a otros gracias a nuestra marca
genética única proyectada a través de nuestro propio
cuerpo.
· La aceptación del propio cuerpo y de la propia
naturaleza es un proceso cuyo desarrollo crucial se da durante la infancia por
medio de las afirmaciones positivas de parte de los padres hacia el niño y de
las demás personas significativas de su
vida.
· La alienación corporal es un proceso de
autorrechazo emocional por el que los sentimientos negativos hacia uno mismo se
proyectan hacia el propio cuerpo dado que este último simboliza en términos
prácticos el vehículo de la propia
identidad.
·
La sana autoestima es un
requisito vital para poder proyectar genuinamente los sentimientos de amor y
afecto hacia las demás
personas.
2. ¿Qué situaciones recuerdas que han sido en ti
causantes de un dolor emocional? ¿Cómo te sentiste? ¿Cómo lo enfrentaste? ¿Cómo
influyen en tu presente?
Las
vivencias concernientes al TOC, y que son innumerables; todo lo que el TOC ha
hecho en mi vida me ha causado mucho sufrimiento, y eso es algo doloroso y muy
molesto. Me siento cansado, pero, sigo dispuesto a ganar la guerra pase lo que
pase. Lo estoy enfrentando con mucho valor y muchísima paciencia, poco a poco
voy conquistando la meta. El TOC y todo lo que representa en mi vida, continúa
siendo mi presente.
3.
¿Qué partes o aspectos de tu
cuerpo te son distantes, ajenas o difíciles de aceptar? ¿Por
qué?
En este momento ninguno, he
conseguido la aceptación total de mi cuerpo gracias a mi trabajo profundo y
sistemático en materia de
autoestima.
4.
¿Cómo te sentiste cuando
comenzaron los cambios en tu cuerpo propios de la adolescencia? ¿Qué problemas o
sufrimientos viviste? ¿Lo has
superado?
Cuando tuve 10 años leí
sobre el desarrollo físico de la adolescencia, y también tuve información
gráfica al respecto, así que cuando llegué a la pubertad, maneje el tema con
tranquilidad y sin tanta sorpresividad como sucedía en mis pares.
Cuando fui adolescente
estuve muy condicionado por las creencias sociales y culturales que impulsan a
buscar una aceptación y una identidad bajo la premisa de la ideología afín y a
través de los comportamientos generalizados y adoptados como idiosincrasia que
son catalogados como “normales” y que tienen nada que ver con una realidad
objetiva y el verdadero sentido de la
individualidad.
Esas
creencias me predispusieron notablemente a mantener mucha distancia de los demás
debido a los complejos de inferioridad que crearon por la sensación de ser
“diferente”, además, me desarrollé un poco tarde, y por mucho tiempo, rechacé mi
supuestamente “desventajoso” cuerpo, y a todo eso se sumó los horrores
producidos por el TOC, que terminaron de enredarlo todo aún
más.
En este momento me encuentro
libre de complejos de inferioridad y de cualquier sentimiento de alienación
respecto a mi cuerpo y demás aspectos de mí ser. Lo que me resta es derrotar el
TOC, y gozar de la libertad, en todo
sentido.
5.
¿Cómo te sentías en relación a
tu familia? ¿Lo has superado? ¿Cómo te ha afectado eso
posteriormente?
Durante mi
adolescencia, tuve muchas dificultades a nivel familiar, como la separación, por
ejemplo, eso sin duda me afectó mucho, más toda la problemática emergente del
TOC, que hizo de mi vida un
infierno.
Sin
embargo, siempre gocé y sentí el cariño de mi familia, que fue y sigue siendo
desinteresado y auténtico. Conté y cuento con el apoyo de mi familia en aspectos
muy esenciales de la
vida.
Lo de la adolescencia se
puede apreciar en la manifestación posterior de la problemática TOC, y todo lo
que eso conlleva.
6.
¿Cómo te sentías en relación a
tus compañeros de clase? ¿Lo has superado? ¿Cómo te ha afectado eso
posteriormente?
A lo largo
de mi vida siempre me he sentido incomprendido, pues la dinámica y
funcionamiento del TOC son cuestiones muy complejas, y la gente del común no
cuenta con la capacidad ni disposición mental para
entenderlas.
La
relación con mis compañeros adolescentes no escapó de esta realidad, así que
siempre tuve la sensación de no encajar dentro de la sociedad, al principio lo
negué, pero después terminé aceptando ese hecho, aunque con mucha
frustración.
Con
personas muy inteligentes o que poseen talentos extraordinarios, me llevó muy
bien, tenemos mucho en común, y especial somos gente que pensamos diferente y
que marcamos nuevas tendencias, sin embargo, no es fácil detectar y encontrar
este tipo de personas.
He tenido
todo tipo de amistades, alegrías y decepciones en ese campo, algo normal en la
vida, en este momento estoy tranquilo, vivo mi lucha contra el TOC en soledad y
silencio, pero ya no me preocupa que no entiendan ni me brinden apoyo, me he
vuelto una persona muy hábil y eficiente en la solución de ese problema; para
sobrevivir uno se adapta a las condiciones del
momento.
Ya no aspiro tener amigos
íntimos, he descartado esa posibilidad, lo que más deseo para mi vida en este
momento es escapar para siempre de las cadenas del TOC, esa posibilidad me llena
de enorme alegría y es lo que más felicidad me
prodiga.
4. Ejercicios
prácticos para la aplicación a la vida de todo lo trabajado en la
Ficha.
1. Durante estas dos próximas semanas ponte alguna
actividad física para desempeñar, con el objetivo de conectarte y relacionarte
con tu cuerpo de una forma natural. Sería IDEAL que a partir de ahora
practicaras un DEPORTE, a poder ser DE GRUPO. Esto tendría mucha influencia
positiva en tu proceso de Autoayuda. Haz todo lo posible por
lograrlo.
Realizo todos los días una
caminata de una hora en la mañana, me ayuda mucho a sobrellevar el estrés
producido por el TOC, y me sirve mucho en mi tratamiento de la prehipertensión,
también estoy trabajando en bajar de peso como parte del mismo tratamiento
médico.
Lo del deporte no lo llevaré
a cabo, no lo considero necesario en este momento, pues estoy trabajando la
parte física con las caminatas diarias y es contraproducente aumentar mi
actividad física, y por otro lado, es complicado encontrar personas interesadas
en divertirse sanamente, por un tiempo me empeñe en eso y no conseguí nada
consistente, así que mejor decidí dejar de lado el asunto y no invertirle más
esfuerzos innecesarios.
2. Intenta sentir cuándo tienes pensamientos ya sean
negativos o positivos, cómo éstos se manifiestan en tu cuerpo: Fíjate, por
ejemplo, si algo te da angustia, en qué parte de tu cuerpo sientes la angustia,
a fin de comprender con la experiencia, que nuestro cuerpo no está separado de
nuestra mente sino que somos una persona que se expresa de diversas maneras a
través del cuerpo en cada acontecimiento.
Soy muy hábil en el manejo
de la técnica del enfoque corporal (focusing), la he empleé con mucha frecuencia
en el pasado para explorar el significado de las emociones, me ayudó a entender
que no tenía sentimientos de AMS y la manera como se manifestaban las
consecuencias emocionales del
TOC.
No tengo problema para
enfocar a mi gusto, cuando quiera y donde quiera. El focusing no funciona para
tratar directamente el TOC .
5.
Testimonio.
LA ALIENACIÓN CON RESPECTO AL
CUERPO
Numerosos estudios muestran al niño pre-homosexual alienado de su
cuerpo. Los pacientes describen con frecuencia una excesiva modestia que tiene
su comienzo en la infancia temprana.
Comentario:
“Hasta iniciar la terapia
me di cuenta que estaba alienado de mi cuerpo. Recuerdo que de adolescente
estaba siempre preguntando cómo hacía una cosa o como me desenvolvía ante las
situaciones. Sí, recuerdo esta modestia y era incapaz de darme cualquier valor
que fuese, aunque fuera solo ver las cosas buenas que
hacía”.
Y mientras
que esta es una cualidad también presente en el desarrollo de los niños
heterosexuales, en los niños pre-homosexuales es una tendencia que se prolonga
en la madurez. Esta timidez se puede alternar con el exhibicionismo, como un
intento de compensar la timidez. Tanto la timidez como el exhibicionismo son
formas de alienación respecto al
cuerpo
Comentario:
“Era excesivamente tímido. Ya en la
adultez con hombres que tenía excesiva confianza podía mostrar partes de mi
cuerpo. Pero de adolescente ni ahora existe el exhibicionismo. Se confirma la
alienación con el
cuerpo.”
Los
pantalones cortos del ejemplo:
“Señalo lo de los
pantalones cortos porque fue una secuela dejarlos de usar que tuvo que ver con
el abuso sexual sufrido. No podía verme con poca ropa y es hasta hace unos 4
años que pude volver a usar pantalones cortos, que de niño usaba todo el tiempo.
Los usaba el día del abuso y mi mente los bloqueó”.
DINAMICA
FAMILIAR
Con
frecuencia la dinámica de la familia y el padre en particular no eran
conscientes del malestar del niño. A causa de esta falta de atención, más tarde
presentará un déficit, una necesidad de ser admirado y de que se le preste
atención. Esta necesidad no satisfecha de atención masculina tiene profundas
consecuencias emocionales. Para la mayoría de los hombres homosexuales el propio
cuerpo es un objeto, no un sujeto. Puede estar orgulloso del mismo y deseoso de
mostrarlo o sentirse inferior e intentar ocultarlo. En la mayoría de los casos
será ambivalente pero en cualquier caso carece de una aceptación natural de su
cuerpo. Su cuerpo continúa siendo un objeto de continua
fascinación.
Comentario:
“No creo que mi padre hubiera podido
verme este malestar de niño. Durante muchos años quise ser admirado y que
siempre se me prestara atención. No tenía conciencia de mi propio cuerpo y creo
que mucho tiempo me dio pena mostrarlo y al final me di cuenta que tenía un
cuerpo normal como el de cualquier
otro...”
La
integración de uno mismo no puede tener lugar de forma aislada. Especialmente en
la infancia temprana necesitamos a otras personas como reflejo que nos digan
quienes somos. Esta es la función benévola de los padres, profesores, amigos y
seres queridos.
No podemos
reconciliar aspectos alienados de nuestro propio ser sin asistencia
externa.
Esta
búsqueda de la atención de otros hombres como intento de integrar la propia
masculinidad puede explicar por qué algunos pacientes encuentran una
gratificación en
vestirse.
Comentario:
En algún momento de mi juventud tuve
obsesión con la ropa y la mejor ropa que tenía la tenía como un tesoro. Luego me
di cuenta que no era tan importante y que se debe vestir adecuadamente pero no
es lo más importante. Ahora puedo deshacerme de casi toda mi ropa sin problemas.
LA
FASE DE TRANSICIÓN ERÓTICA
Debido a
que la falta de afecto, afirmación e identificación continúan sin estar
resueltas desde la relación temprana con el padre, el niño pre-homosexual siente
una carencia intensamente dolorosa. A una cierta edad ocurre una fase de
transición, cuando el deseo de afecto y de atención masculina se transforma en
una tensión sexual. El momento exacto de este desarrollo depende del desarrollo
emocional del niño y de su experiencia sexual. Para la mayoría de los niños
tiene lugar en la adolescencia temprana (sobre los 13-15 años). Durante esta
fase estas necesidades de afecto, afirmación e identificación no satisfechas
toman un intenso sentido
sexual.
Comentario:
“Mi problema era
siempre una cuestión de amistad. Comenzó cuando yo tenía 10 o 11 años… no tenía
amigos y los necesitaba. Estos amigos eran para mí figuras heterosexuales y yo
quería conectar y sentirme más cerca, porque así me sentía con más vitalidad y
me pasaban cosas más interesantes si podía estar con
ellos.”
“Pensaba: ¿Por qué no puedo resolver esto, por qué no puedo hacer
amistad con ellos, por qué no puedo conectar, por qué estas amistades son tan
frustrantes, por qué no puedo simplemente estar allí con
ellos?”
“Me di
cuenta de que lo que siempre había querido no era sexo con un hombre sino que
realmente estaba expresando la necesidad de una
amistad.”
Comentario:
Todo este párrafo muestra ese dolor
que tuve hasta ser pre-adolescente y como dice la fase de transición se
convierte en una tensión sexual. Recuerdo sobre todo que era con los hombres de
los cuales quería con toda el alma que me consideraran amigo solamente, luego
pasó en la secundaria pero en muy poca
medida.
Este
ejemplo es como era mi pensamiento, quería un amigo, una amistad, sólo eso y no
tenerla causaba un tremendo
dolor.
Durante
la etapa de transición erótica, el niño es proclive a desarrollar un intenso
interés por otro chico, a menudo mayor, que parece tener esas cualidades que él
admira. Puede ser un chico que es particularmente bueno en los deportes, que es
amigable y extrovertido, o especialmente guapo y seguro de sí mismo. El niño
desarrolla una atracción que al principio no es sexual. Más adelante le sigue
una fase de transición en la que la admiración se erotiza. Los testimonios de
los pacientes, uno tras otro, confirman que esta necesidad de afecto no
satisfecha está en el origen de la posterior atracción
homosexual
Comentario
Sí, recuerdo
estos compañeros admirados que eran líderes o buenos deportistas y aquí el
reflejo "Más adelante le sigue una fase de transición en la que la admiración se
erotiza."
LA
HOMOSEXUALIDAD COMO IMPULSO REPARADOR
En la
literatura psicoanalítica, la homosexualidad se ha explicado durante mucho
tiempo como un intento de "reparar" un déficit de la identidad masculina. Esta
teoría no es nueva. De hecho, tiene una larga tradición en la literatura
psicoanalítica. Mientras que no toda la homosexualidad puede explicarse
simplemente como una motivación reparativa, para la mayoría de los hombres
homosexuales es una motivación significativa. Cuando el homosexual se encuentra
con otro hombre que es lo que a él mismo le gustaría ser, tiende a idealizarlo y
a romantizar la
relación.
Comentario:
“Si creo que es un impulso reparador
a una carencia que se muestra dentro de la vida de un hombre que desarrolla esta
neurosis. Creo que en mi caso es totalmente un problema emocional y sí, por
mucho tiempo idealicé muchos hombres que luego los
erotizaba.”
Otro
escritor, Kaplan (1967) veía la homosexualidad como enraizada con frecuencia en
la insatisfacción con la propia imagen. Observa
como:
Parece
evidente que algunos homosexuales eligen como objetos sexuales personas que
tienen características –físicas, personales, o ambas- de las que ellos mismos
tienen un déficit… insatisfacción con el propio yo, con la forma en que uno es…
medida frente a estándares internos de cómo uno le gustaría ser… puede ser una
de las mayores raíces de algunos sentimientos y comportamientos homosexuales.
(p. 356).
Comentario:
Esta es una
realidad.
Kaplan
continúa:
A menudo el
homosexual busca esa cualidad que siente que le falta a él mismo pero que ve en
otros.
El
homosexual, sin embargo, es incapaz de amarse a sí mismo… en su lugar ama a su
yo ideal
Tripp
(1975) entiende el comportamiento homosexual como un intento de "importar" las
cualidades admiradas o deseadas de la persona del mismo sexo por la que se
siente atraído
Comentario:
Hasta hace poco me di cuenta que los
hombres que me llamaban la atención tenían características que yo ansiaba de
ellos. Hasta hace poco logré entender
eso.
¿Te
gusta tu cuerpo? ¿De niño te gustaba tu
cuerpo?
De niño
no tenía conciencia de mi cuerpo, aunque una de mis hermanas siempre me
recordaba que era "gordo", pero luego en la pre-adolescencia y adolescencia
mantuve esa imagen y que era falsa, era muy delgado. En la juventud aumenté algo
de peso, pero hasta ahora es que estoy pasado de
peso.
Ahora
tengo una conciencia de mi cuerpo y lo acepto como
es.
¿Te
comparas con otros hombres o mujeres según sea el
caso?
Ahora
que tengo conciencia de pasado de peso, sí admiro a los hombres delgados y
deportistas, pero he visto que haciendo un esfuerzo se puede recuperar el peso y
que puedo llegar a ser como ellos, pero no es una
obsesión.
¿Qué
características de tu cuerpo te molestan o cambiarías si
pudieras?
Creo que
solo mi cabello lo cambiaría porque se pone rizado cuando crece y mi nariz, pero
a la larga soy como
soy.
Cuaderno de
Remig, Nicaragua
Responde:
1. ¿Qué destacas de este
testimonio?
Remig ha detectado
con exactitud la dinámica emocional de su alienación corporal como factor
desencadenante y sostenible de sus sentimientos de AMS, cuando uno hace
consciente una realidad interna desconocida, abre un canal para divisar con más
claridad el camino de la resolución de la problemática.
2. ¿Con qué aspectos de este testimonio te sientes
identificado? ¿Por qué?
Casi con
nada, pero, hay cierta similitud con lo que viví en mi adolescencia concerniente
a sentir vergüenza a mostrar mi cuerpo, en mi caso, no como producto de la AMS,
sino de la simetría mental producida por el TOC que me llevó en esos tiempos a
apreciar obsesiva y distorsionadamente los conceptos de belleza y perfección
física. Aspectos que en este momento de mi vida ya son
inexistentes.
3. ¿Qué aspectos de este testimonio son “pistas”
importantes para tu Autoayuda? ¿Por
qué?
Ninguno, sólo me interesa
superar el TOC, origen y sostén de cualquier otro problema en mi
vida.
6. Ejercicios
de Auto Conocimiento Personal
1. Busca un HECHO representativo, pasado o presente,
que hayas vivido y que tenga que ver con alguno de los puntos estudiado en esta
Ficha y que creas que ha influido en tu
AMS.
Las creencias erróneas de mi
adolescencia sobre la belleza, propagadas en esa época y en la actualidad (mucho
más) por los medios de comunicación y aceptadas mayormente como punto de
referencia sociocultural.
2.
Describe tus emociones o
sentimientos con relación a este hecho.
Esa ideología creó un culto
por el cuerpo a partir del cual se clasifican a las personas en “lindas” o
“feas” tomando como referente las proporciones musculares y los rasgos del
rostro, y aplicándole máximo valor a dicha ponderación. Yo, ingenuamente, caí
cuando adolescente en esa trampa y me pasé enterita esa ideología, que sumada a
una vida obsesiva contribuyó a generar sentimientos de inferioridad y alienación
a través de la propia autoimagen.
3.
Describe los pensamientos
automáticos negativos que te vienen a la mente al vivir o recordar este
hecho.
En este momento ninguno, ya
modifiqué completamente esa distorsión cognitiva, y consecuentemente he cambiado
sustancialmente esa creencia errónea tan adherida en el inconsciente, gracias a
mi trabajo en materia de autoestima y con la ayuda de las muchas herramientas
terapéuticas que conozco como la terapia cognitiva y la
PNL.
4.
Desde lo que has descubierto y
aprendido en esta ficha responde racionalmente a cada uno de los pensamientos
automáticos anteriores.
No lo aprendí gracias a esta
ficha, todo fue debido a que aprendía a amarme con sinceridad y a reconocer
objetivamente la verdadera belleza de la vida y de las personas, así como a
reconocer la grandeza de mis cualidades y talentos. Dejé de vivir en función de
la opinión sociocultural y me volví inmune a los agravios emocionales y a todos
los rechazos sociales por negarme a formar parte del
montón.
5.
Qué resultado se produce en ti
al contrastar tus pensamientos y tus emociones y las respuestas racionales.
El TOC me
tortura con mis recuerdos del pasado a través de la obsesión referente a la
simetría, poco a poco gano la guerra, así que es un asunto de perseverancia y
mucha inteligencia táctica.
6. Escribe 3 acciones, compromisos o actitudes que vas
a realizar en estas dos próximas semanas para madurar tu personalidad en este
aspecto.
No aplica, el problema ya
fue resuelto.
7.
Revisa si has cumplido
satisfactoriamente los compromisos de la Ficha anterior.
Siempre
los cumplo.
7. Recursos para profundizar
(Trabaja al menos uno de estos recursos cada
Ficha):
a. Libros o capítulos de
libros.
·
Historias de sanación de
personas con tendencia homosexual, de Joseph Nicolosi, en:
Hace tiempo leí completito
ese libro y lo trabajé en las fichas anteriores, sección 4, aunque esas
historias poco tienen que ver con mi vida, me fueron de ayuda para aprender
cuestiones sobre la AMS a través del análisis psicológico que el doctor Nicolosi
efectúo sobre cada uno de los aspectos vivenciales de esas 10 personas y sus
testimonios psicoterapéuticos de
vida.
b.
Artículos.
·
Por qué me siento atraído
por los hombres?”, de
Courage Latino en:
·
La vergüenza como avenida
hacia el dolor profundo, de
J. Nicolosi, en:
c. Psico Terapias de
Ayuda.
· Si quieres conocer y practicar el Proceso y la
Técnica del Enfoque Corporal (Focusing), entra
en:
8.
Revisión de esta ficha:
Aportación personal a la Autoayuda [1]:
1. ¿Qué añadirías o quitarías a esta ficha de trabajo
para mejorar la Autoayuda?
Así está bien, no tengo
sugerencias en el
momento.
2. ¿Qué nuevas preguntas, lecturas, artículos,…
añadirías?
Ninguno por el momento.
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