Autoestima y desarmar la crítica
Domingo, 13 de Septiembre de
2009
FICHA 3. DESARMAR LA CRÍTICA
Desarmar la crítica implica tres pasos: (1) Desenmascarar su objetivo, (2)
Responderle y (3) Quitarle su
utilidad.
Aclarar la función de la crítica hace que
todo lo que diga sea menos creíble. Conoces su objetivo encubierto. No importa
lo que sermonee y despotrique, has expuesto su agenda secreta, por lo que
sientes que le eres menos vulnerable. Recuerda que la crítica te ataca porque su
voz se está reforzando de alguna forma. Cuando puedes identificar el papel que
juega tu crítica en tu vida psicológica, cuando puedes llamar su juego, estás
comenzando seriamente a minar la credibilidad de su
mensaje.
Ejercicio:
Dejar Inútil a la
Crítica
La mejor forma de desarmar a la crítica
es inutilizarla. Quítale su papel y por fin se quedará
callado. Ahora puedes ser consciente de que la función de la crítica es
empujarte a conseguir o a protegerte del miedo al rechazo o a expiar la culpa.
Pero saber esa función no cambia mucho. Esas mismas necesidades deben
satisfacerse de forma nueva y sana antes de que te dé por renunciar a los
servicios de tu crítica.
Hay tres métodos para responderle a la
crítica:
La Consigna Obús. Estas son palabras y frases seleccionadas diseñadas para golpear a la
crítica como un cañonazo. Aquí hay algunos
ejemplos:
Esto es veneno.
¡Detente!
Eso es
mentira.
¡Cállate!
Preguntar el
coste.
Es hora de valorar el coste de tu propia
crítica. Haz una lista de formas en que te haya afectado tu autoestima en
términos de tus relaciones, trabajo y nivel de bienestar.
Cuando hayas completado la lista, combina los puntos más importantes
en un resumen que puedas utilizar cuando ataque la crítica. Combate diciéndole a
la crítica: “No puedo permitirme este lujo, me has
costado...”
Afirmación de
valor.
Cuando la crítica halla sido acallada,
tienes que sustituir su voz con una conciencia positiva de tu propio
valor.
Las siguientes afirmaciones son ejemplos
de cosas que podrías decirte para mantener la crítica acorralada.
- Tengo valor porque respiro y siento y soy consciente.
- ¿Por qué me hago daño?
- Soy una buena persona
La crítica ha
jugado un papel transcendental en mi vida desde la niñez, por su maligna acción
fue y ha sido una constante tortura enraizada en un sentido de perfección
irracional; la crítica patológica me llevó a desarrollar esa personalidad
obsesivo-compulsiva a vivir en un estado de inconformidad existencial.
Con el paso de los años evolucionó y se
fusionó con el TOC creando dos sistemas alternos de actuación permanente sobre
mi capacidad de interpretar los hechos de la
realidad.
Es así como la crítica se convierte en
obsesión al sembrarme todo tipo de miedos, y en compulsión al presionarme por
eliminarla, más sin embargo, la falla cerebral no es propiamente el crítico
patológico sino una especie de reacción fisiológica frente a esta. En este
momento la crítica es sólo un estímulo activador de ese supersistema de
detección cerebral fuera de control llamado
TOC.
Los ejercicios que platea esta ficha son
excelentes, muy estructurados en si terapéuticamente hablando, pero no son
efectivos para mí, tratar de enfrentar una obsesión-compulsión de esa manera
solo conlleva a incrementar las mimas porque una lucha directa solo empeora el
TOC, y normalmente este tipo de técnicas se convierten para una persona con un
TOC severo en un tipo de ritual mental - compulsión de
rumiación.
Sin embargo, usar la agresividad para no
permitir que mi cerebro me obligue a pensar o hacer cosas que no quiero es un
buen ataque, y de alta efectividad.
Sobre la manera
como me ha afectado la crítica está el surgimiento del TOC que ha empobrecido mi
calidad de vida y me ha hecho sufrir lo
indescriptible.
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