La imaginación: herramienta del éxito personal





Sábado, 14 de junio de 2008



Estuve enfermo varios días, y no tuve deseos de realizar trabajos intelectuales o lecturas intensivas, pero en este momento ya me siento bien y estoy retomando con optimismo mis diversas faenas.

Encontré un camino para resolver un gran problema que me ha molestado por 7 años, este problema fue la causa de que perdiera la confianza en mi mismo y de que se nublara mi porvenir exitoso, ¡estoy contento por hallar esa salida!


El próximo mes comenzaré ciertos estudios en los que tendré la oportunidad de interactuar con varias personas a nivel de grupo, que espero sean en su mayoría jóvenes menores de 18 años, estoy indagando para lograr que me asignen a un grupo conformado por muchachos de esa edad. De esa manera lograré acceder al ingrediente vital y fundamental para la superación de mi AMS.

Hace tiempo que he deseado ardientemente terminar con esos sentimientos, pero no he tenido la posibilidad de lograrlo, sin embargo, jamás he dejado de luchar por esa meta, pese a tantas vicisitudes y obstáculos; de algo de lo que estoy seguro es que no estoy dispuesto a pasar el resto de mi vida deseando tener el trato cercano con los adolescentes y cierta intimidad emocional que me permita superar esa etapa de la vida y completar el ciclo del proceso de desarrollo masculino.




En mis últimos estudios he comprobado que la imaginación es la primera llave del mecanismo del éxito, la más grande de todas las potencias del ser humano, y la principal herramienta que nos puede ayudar cabalmente a conquistar nuestros sueños.



He extraído algunas ideas muy interesantes:

  • La imaginación creadora no es algo que se halla solamente reservado a los poetas, filósofos y los inventores, esta tiene que ver en cada uno de nuestros actos. La imaginación forja el "cuadro meta" sobre el cual funciona nuestro mecanismo automático. Actuamos, o fracasamos al actuar, no a causa de la "voluntad", como se cree comúnmente, sino debido a la imaginación. El ser humano actúa, siente y se desenvuelve siempre de acuerdo con lo que él imagina ser verdad acerca de sí mismo y del medio ambiente que le rodea.
  • El sistema nervioso no se señala jamás la diferencia existente entre una "experiencia" imaginada o una "experiencia real". En uno u otro caso reacciona automáticamente a la información que se le ha suministrado desde el prosencéfalo. Su sistema nervioso reacciona apropiadamente con respecto a lo que usted "piensa" o "imagina" ser verdad.
  • Actuamos y sentimos en concordancia, no a como son las cosas en realidad, sino de acuerdo con la imagen que de ellas nos hemos forjado. Usted tiene ciertas imágenes mentales con respecto a usted mismo, su mundo y la gente que la rodea, y usted se comporta como si estas imágenes constituyeran la verdad auténtica y la realidad, en grado mucho mayor que los objetos representados por las mismas.
  • Los cuadros mentales nos ofrecen una nueva oportunidad para "practicar" nuevas tendencias y actitudes que nos serían imposible intentarlas llevar a cabo de cualquier otra manera. Ello es factible porque, tornando a repetirlo, el sistema nervioso no puede manifestar la diferencia que existe entre una experiencia real y otra vívidamente imaginada. Si nos figuramos a nosotros mismos actuando de manera determinada, ello será casi similar a desenvolvernos así en la realidad auténtica. La práctica mental ayuda a hacerlo todo más fácilmente y con mayor perfección.

  • EL SER HUMANO no es una máquina, sino que el cerebro y el cuerpo físicos de la persona funcionan como una máquina con la que el individuo opera. Este mecanismo de creación automática, que existe dentro del ser humano, funciona de una solo manera: debe disponer de un blanco al que disparar. El individuo debe ver en su propia mente lo que se propone hacer, antes de llevarlo a ejecución a la realidad. Cuando la persona ve con claridad en su mente lo que se propone, el mecanismo del éxito de características creadoras, que hay dentro de la misma, toma para sí la tarea y la ejecuta mucho mejor que lo que el propio individuo pudiera hacerla mediante la simple fuerza de voluntad o el esfuerzo consciente. En vez de esforzarse conscientemente de ejecutar la tarea propuesta con voluntad de hierro y sin cesar de preocuparse y presentarse a si mismo los cosas que parecen ir mal, el individuo debe hacer todo lo posible por aligerar su tensión, cesando de "tratar de hacer la mencionada cosa por su propio esfuerzo y presión voluntariosa y representándose a sí mismo el blanco el cual quiere dar, para dejar entonces al mecanismo creador del éxito que ejecute libremente la mencionada tarea propuesta. Y de este modo, la representación mental del resultado del fin que desea, obligará al individuo interesado en perseguir el objetivo propuesto a esforzarle a emplear el pensamiento positivo. El sujeto, consecuentemente, no quedará aliviado de esfuerzo y de trabajo, pero empleará éstos en proseguir hacia la meta propuesta sin dedicarse a un vano conflicto mental, en cual suele producirse cuando se quiere y se trata de hacer algo determinado en tanto se representa en su imaginación una cosa distinta.

  • El objeto de la psicología de la autoimagen no consiste en crear un Yo ficticio que sea omnipotente, arrogante, egoísta y que concentre en sí la suma de la importancia. Una imagen como ésta sería tan inadecuada e irrealista como la imagen antitética o sea, la que concentra en sí todos los débiles sentimientos de la inferioridad. El objetivo que perseguimos consiste en hallar "el ser real" y aproximar nuestras imágenes mentales a los objetos "que representan verdaderamente" No obstante, es criterio común entre los psicólogos el concepto de que la mayor parte de nosotros solemos menospreciarnos; nos cambiamos por poco y nos vendemos por menos aún. En efecto, no existen los "complejos de superioridad". Los individuos que creen poseer alguno de éstos, padecen realmente de diversos sentimientos de inferioridad. El "super-ser" de los mismos constituye una mera ficción, una especie de concha con la cual tratan de ocultar de los otros sujetos circundantes sus profundos sentimientos de inseguridad e inferioridad.
  • Si… guardamos en nuestras mentes una representación de nosotros mismos como seres acosados por el miedo y nulidades derrotadas, debemos expulsar esos cuadros mentales y proteger nuestras cabezas de sus malas influencias. Son cuadros falsos, y la falsedad debemos expulsarla de nuestras mentes. Dios nos ve como a hombres y a mujeres con quienes, y a través de quienes puede hacer una labor inmensa. Nos ve como a seres sensatos, confiados y alegres. No nos contempla como a víctimas patéticas de la vida, sino como a maestros del arte de vivir; como a seres que no buscamos la compasión de los otros sino como a individuos que impartimos ayuda a los demás, y, por lo tanto, como a sujetos que cada vez pensamos menos en nosotros mismos y que no somos introspectivos, sino que nos interesamos por todo lo existente y nos manifestamos amorosos, sonrientes y poseídos del deseo de servir…




Estoy practicando el siguiente ejercicio diariamente:




EJERCICIO PRÁCTICO NUMERO DOS

Cuadros mentales

"Mantenga una representación de sí mismo en los ojos de su mente durante mucho tiempo y con la máxima continuidad posible, y usted será conducido hacia ella", decía del Dr. Harry Emerson Fosdick. "Represéntese vívidamente como un fracasado, y ello sólo lo hará la victoria imposible. Represéntese vívidamente como un vencedor, y ello sólo contribuirá a conducirle a la victoria. El arte de vivir comienza con una representación mental, mantenida en la imaginación, concerniente a lo que usted quisiera hacer o quiera ser."

Su autoimagen presente fue formada con los cuadros de su propia imaginación, en lo que respecta al pasado, y fue desarrollándose con ayuda de las interpretaciones y valorizaciones que hizo usted de los mismos, basado todo ello en la "experiencia". Ahora usted va a aplicar el mismo método que empleó previamente para construir la inadecuada con la que vivió hasta la actualidad.

Siéntese aparte durante un lapso de treinta minutos diarios, en donde pueda permanecer a solas sin ser molestado. Descanse y póngase tan cómodamente como le sea posible. Ahora, cierre los ojos y ejercite su imaginación.

Afirman muchos individuos que obtienen mejores resultados si se imaginan ante una gran pantalla cinematográfica y se figuran que están viendo una película de sí mismos. Lo más importante consiste en hacer que estas películas resulten tan vívidas y detalladas como sea posible.

El modo de lograr esto estriba en mantener fija la atención en los pequeños detalles, las vistas, los sonidos y los objetos que conciernen al ambiente que se ha imaginado. Una de mis pacientes aplicó este ejercicio para superar el miedo que le producía su dentista. Se sintió desgraciada hasta que comenzó a notar unos pequeños detalles en el cuadro que se había imaginado: el olor antiséptico en el consultorio, el contacto del cuero al sentarse en los sillones, el aspecto de las manicuradas uñas del dentista en el momento en que las manos de éste se aproximaban a la boca de ella, etc.

Los detalles del ambiente imaginado son sumamente importantes en este ejercicio, debido a que al perseguir propósitos prácticos, usted está creándose también una experiencia práctica. Y si la imaginación es suficientemente vívida y detallada, su práctica imaginativa equivale a una experiencia real en tanto se relaciones ésta con su sistema nervioso.

El siguiente objetivo importante que tiene que recordar consiste en que durante esos treinta minutos usted se ve a sí mismo comportándose y reaccionando apropiada, feliz e idealmente. No importa como usted se comportara ayer. No necesitará probar si va a tener fe o si va a conducirse mañana de un modo ideal. El sistema nervioso se cuidará de ello, a su debido tiempo, si continua practicando.

Véase actuando, sintiendo, siendo como usted quiere ser. No se diga entre sí: "Voy a portarme mañana de esta manera." Dígase precisamente: "Voy a figurarme ahora actuando de esta manera, hoy, durante treinta minutos." Figúrese cómo se sentiría se fuera realmente la clase de persona que desea ser. Si ha sido vergonzoso y tímido, figúrese moviéndose entre la gente con sencillez y desenvoltura y sintiéndose bien a causa de ello. Si ha sido presa del temor o la ansiedad en ciertas circunstancias, véase conduciéndose con calma, deliberadamente, actuando con confianza y valor y sintiéndose liberal y lleno de fe en sí mismo a causa de la persona que se imagina ser.


Este ejercicio contribuye a formarle nuevas memorias o recuerdos o a almacenar datos en su cerebro medio y en su sistema nervioso central. Ello coadyuva a formar una nueva imagen del ser. Luego de practicar este ejercicio por algún tiempo, se sorprenderá hallarse actuando de manera distinta, más o menos espontánea y automática, sin siquiera intentarlo. Ello es, como debiera ser. No necesita "tener una idea" o "tratar de hacer un esfuerzo ahora, con el objeto de sentir la inefectividad de éste y de actuar en forma inadecuada. Sus inadecuadas maneras presentes de "sentir" y de "hacer" son automáticas y espontáneas a causa de los recuerdos, reales o imaginados, con que usted ha ido formándose su mecanismo automático.

Hallará que éste opera precisamente con el mismo automatismo con respecto a los pensamientos y a las experiencias positivas como en lo que concierne a las negativas.





A través de este ejercicio estoy potenciando mi mecanismo del éxito, entrenando y forjando nuevas creencias, esas ideas y experiencias positivas que me llenan de seguridad y entusiasmo. Es un trabajo sencillo, he optado por visualizar cada día un tema personal distinto y diversas situaciones interconectadas.

Recomiendo que se haga sentado cómodamente ya que acostado genera distracción o fomenta el sueño, lo estoy ejecutando un poco antes de dormir, aunque también he pensado que luego del almuerzo me caería bien.




Debido a que mi sistema inmunológico está debilitado, he pospuesto la prueba de VIH por algunos días mientras me recupero completamente, trato de pensar poco en este tema, pero no paran las obsesiones-compulsiones; este es un asunto que no puedo dejar pasar inadvertido, me aseguraré que el objetivo se cumpla.

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