El sentimiento del ridículo y la configuración de la identidad personal




Domingo, 27 de marzo de 2011





Tema 2
La dimensión afectiva



Ficha 2. 9
El sentimiento del ridículo y la configuración de la identidad personal





1. Planteamiento de la Ficha y Objetivos a conseguir.


Planteamiento:


El niño varón que ha sido víctima del rechazo y del ridículo se sentirá diferente e inferior a los demás. Desarrollará falsas atribuciones que tendrán consecuencias negativas en su vida personal y social, aún en la etapa adulta. 




Objetivos:


1. Comprender el significado de las atribuciones 
2. Analizar la percepción personal y social de la mediación de las atribuciones. 
3. Descubrir las consecuencias personales y sociales del sentimiento y la conducta ridícula. 
4. Entender de qué manera influyen las atribuciones en el desarrollo de la AMS.




2. Exposición del tema. 




Esquema:



  • El significado de las atribuciones
  • Percepción personal y social : la mediación de las atribuciones
  • Consecuencias personales del sentimiento del ridículo
  • Consecuencias sociales de la conducta ridícula
  • Las atribuciones y el desarrollo de la AMS
  • ¿Cómo afrontar este tema?


            
1. El significado de las atribuciones


Todos los seres humanos respondemos de una manera distinta a una misma situación. La forma en que cada individuo actúa está dirigida por sus propias representaciones cognitivas. El término cognición se utiliza para designar ideas, pensamientos, creencias y atribuciones. Las atribuciones se forman con base en la interpretación que hacemos interiormente de las situaciones y hechos en que nos vemos involucrados.

 El Psicólogo Fritzz Heider (1944) introduce el concepto de  “atribuciones” y las define como el proceso por el cual se juzgan las causas de un acontecimiento.

"Se denomina atribución a la búsqueda de razones por parte de un individuo de sus éxitos y fracasos personales. Decimos que un individuo tiene estrategias de atribución positiva cuando es capaz de discernir objetivamente las causas de sus éxitos o fracasos.     Decimos que tiene estrategias de atribución negativa cuando tiende a generalizar las causas del fracaso bien en su propia psicología, o bien en factores externos no controlables por él mismo. Por lo tanto la existencia de unas adecuadas estrategias de atribución será un elemento fundamental para lograr buenos niveles de autoestima y autoconfianza en una persona".[1]

Las atribuciones son de vital importancia ya que éstas representan mecanismos sesgados de afrontamiento que guían la conducta del sujeto (tendencia a ver lo que esperamos o queremos ver). Cada persona tiene su propia historia de aprendizaje por la cual desarrolla un conocimiento subjetivo de las situaciones.

Los pensamientos y las emociones se interrelacionan, o sea que se conectan entre sí, y en ocasiones, producen respuestas desproporcionadas. El individuo que ha tenido la oportunidad de generar una percepción positiva sobre sí mismo hará una autovaloración justa a un mal resultado; quien tiene una visión negativa de su persona, pensará que el fracaso personal es siempre culpa suya.

Las atribuciones están influenciadas por la interpretación que la persona hace de los hechos. Cada persona interpreta una situación de una manera distinta. La cultura, la sociedad y las experiencias vividas a través de las diferentes etapas del desarrollo influyen en la forma en que una persona interpreta un hecho en su vida. Algo que parece ser insignificante para unos, puede ser causa de alegría o de dolor y vergüenza para otro.



2. Percepción personal y percepción social: La mediación de las atribuciones


La forma de pensar tiene una gran influencia en el desarrollo de la percepción personal y social. Patrones de pensamientos negativos acerca de los tres aspectos importante de la vida: el yo, el mundo y el futuro, empujan a los individuos a sobre generalizar de manera negativa su sentido de valía y a saltar a conclusiones negativas cuando en realidad no hay evidencias que las apoyen. 

El área de la percepción interpersonal la clasificamos en dos vertientes fundamentales:

1. La percepción de la persona.
2. La percepción social.
           
La primera es la forma en la que se crean las impresiones, opiniones o sentimientos sobre otras personas. “Esta área se ha interesado tradicionalmente en problemas tales como el descubrimiento de rasgos percibidos y el modo en que dichos rasgos están relacionados unos con otros y la exactitud con la que una persona percibe una emoción o reacción de otra persona”

La segunda, la percepción social es más general tomándose como advertencia que aquí se percibirán los procesos sociales. “Los objetos de la percepción social son las relaciones de la persona con los demás, incluyendo su percepción de los grupos e instituciones sociales”.

Así, el núcleo de la percepción social es el modo en que se lleva a cabo la definición de una situación social o de otra persona.

La autopercepción consiste en percibir nuestras emociones, nuestra personalidad, ideas, deseos... en definitiva conocernos de la manera más intima posible, para así poder formarnos una opinión sobre nosotros mismos. Esto es lo que se conoce como introspección.[2]

La percepción social se adquiere a través del proceso de socialización. Ésta  incluye el aprendizaje de actitudes, creencias, costumbres y expectativas del grupo. La percepción social no sólo  ocurre durante la infancia y la adolescencia, sino en todas las etapas de la vida.

Uno de los errores de la  percepción social es la tendencia a ver las personas, y no a las situaciones, como la causa de la acción. Catalogamos y etiquetamos fácilmente a una persona, sin  percibir el contexto  total.

La interacción del individuo con los demás genera una serie de atribuciones. La familia, la escuela y la sociedad determinan significativamente el grado en que un individuo mide sus éxitos y fracasos personales. Si desde la niñez  el  individuo sufre negligencia,  rechazo y crítica constante por parte de las personas que le rodean, éste desarrollará estrategias de atribución negativas y  atribuirá  sus fracasos  a factores externos no controlables por él mismo. Como consecuencia tendrá un mal nivel de autoestima y de autoconfianza.

  Una parte importante de la percepción e interpretación de los acontecimientos que el individuo experimenta consiste en determinar sus causas, puesto que hacerlo le brinda información acerca del tipo de hecho de que se trató (por ejemplo si fue accidental o intencional) así como  la probabilidad que vuelva a ocurrir.  [3]

Toda persona aprende a juzgar las causas de  un acontecimiento, o sea a “atribuir” para poder determinar el por qué de su conducta. Las atribuciones tienen un impacto directo en la forma que el individuo se percibe ante sí mismo y los demás. 

  
3. Consecuencias personales del sentimiento del ridículo 


El sentimiento del ridículo es el temor a la  burla o el menosprecio de los demás provocado por una situación humillante.

Sucesos traumáticos que ocurren en una edad temprana, aunque permanezcan de manera inconsciente, pueden activarse posteriormente y generar interpretaciones subjetivas y distorsiones cognitivas que crean  problemas emocionales, conductuales y relacionales. Los esquemas distorsionados (es decir, falsas atribuciones sociales) se convierten poco a poco en pensamientos automáticos que desarrollan ansiedad o depresión. Por tanto, el miedo al ridículo es fruto del “enfrentamiento” que surge entre la verdadera identidad de la persona y las falsas atribuciones sociales que la están anulando. En el fondo, nace de que se le da más importancia a la opinión superficial y errónea de los demás que al propio autoconocimiento[4]. Hay una fuerte dependencia del reconocimiento social. La persona se hace esclava del “falso yo” que quiere representar ante los demás.

Cuando este “falso yo” se derrumba, aparece el sentimiento del ridículo. Se da entonces una profunda fractura entre el “yo real” y el “falso yo”. Cuando el sentimiento del ridículo es muy fuerte, el individuo desarrolla un complejo de inferioridad y una baja autoestima.

En función de lo que se piensa, así se siente. Si el juicio que una persona tiene acerca de ella misma es positivo, lo lógico es que experimente también pensamientos positivos acerca de sí misma. El modo como expresa esos sentimientos reobra también sobre su autoestima. En cierto modo, la autoestima condiciona la expresión de las emociones, pero a su vez la expresión de las emociones reafirma, consolida o niega la autoestima de la que se parte. [5]

 La autoestima se basa en un modelo de conducta que se desarrolla en la primera infancia. Cuando un niño pequeño no se siente aceptado o apoyado por sus padres, éste  desarrolla un sentimiento del ridículo que le impide establecer un concepto positivo de sí  mismo.

Otra de las consecuencias del sentimiento del ridículo es la pérdida de la espontaneidad. El equilibrio del carácter y la personalidad exige que un individuo sea espontáneo y natural. Ese niño, que se ha sentido rechazado desde temprana edad, al llegar a la adolescencia, habrá perdido toda la espontaneidad y la naturalidad y desarrollará una doble vida para poder sobrevivir emocionalmente.

Esta "doble vida" en el adolescente inseguro tiene un efecto muy pernicioso. Entre otras cosas, porque le hace perder el vigor y la fortaleza de su devoción radical por la autenticidad. Esta "doble vida" extingue su sencillez y enrarece su personalidad, al mismo tiempo que les aleja de su núcleo familiar y les hunde en la hipocresía, el cinismo y la impostura.



4. Consecuencias sociales de la conducta ridícula


La sensación de hacer el ridículo está relacionado con los roles sociales y los etiquetados asignados por los demás. Rechazos por parte de los padres, hermanos y compañeros de clase u otras personas significativas pueden producir graves conflictos emocionales.

Los niños, por ejemplo, que no son buenos atletas, y que tienen problemas de coordinación psicomotriz, a menudo son victimas del rechazo y del ridículo. 

Frecuentemente se les coloca apelativos femeninos, con el uso de palabras tan penosas como "sissy, fairy, queer," marica, hada, extraño (=marica). También se les llega a decir que corren o actúan como una niña. Conforme el dolor de traiciones por parte de compañeros continúa año tras año, estos chicos se sienten cada vez más inadecuados, confusos, aislados, solos, y débiles. El maltrato de compañeros produce en ellos una muy deficiente imagen de su propio cuerpo, y un deficiente sentido de su propia masculinidad.

Tales chicos pueden llegar a ser chivos expiatorios de sus compañeros, quienes les insultan en un intento de realzar su propia auto-estima. En el colegio se les victimiza particularmente durante la clase de gimnasia. A menudo han referido el sentirse torturados por sus compañeros.[6]

Cuando otros resaltan las diferencias, la persona aprende a compararse con los demás y desarrolla atribuciones erróneas que aumentan el sentimiento del ridículo. Aunque el sentimiento sea “real”, las emociones pueden multiplicar su intensidad hasta llegar a crear respuestas desadaptativas e incluso destructivas. Estas atribuciones generan sentimientos de frustración, desesperación y decepción. 



5. Las atribuciones y el desarrollo de la AMS


El concepto de atribuciones está muy relacionado con el desarrollo de la AMS. 

La identificación de género que surge resulta de la totalidad de percepciones de sí mismo (percepción personal) y de los demás (percepción social), del grado de sentimientos de seguridad que haya y todos los demás aspectos de las relaciones que el niño tiene con los padres y otras personas significativas.

Las atribuciones están influenciadas por la cultura y por la educación. Antes de los siete años los niños/niñas, aunque son conscientes de que son varones o hembras,  y que poseen genitales masculinos o femeninos, no comprenden que sus géneros son permanentes y que no se pueden cambiar. 

Algunas veces, la percepción de la diferencia esta fundamentada no en la opinión o calificación de los otros, sino en la comparación que el joven establece entre ciertos rasgos de su comportamiento y los de sus iguales. A esa comparación -casi siempre, muy poco puesta en razón-, siguen luego atribuciones mal articuladas pero muy poderosas, por cuanto contribuyen a inferencias erróneas acerca de su propia identidad de género. Y todo esto se produce como por azar y sin que apenas intervenga una cierta presión social.

En esta etapa no es tanto que en el contexto social se califique de "diferentes" sus rasgos de comportamiento. Es, simplemente, el propio juicio del joven el que comparece como más intensamente determinante, hasta el punto de llegar algunos a confesarse a sí mismos: "Yo soy diferente".

Como vimos en la Ficha número 1, a partir de las primeras atribuciones que  se van presentando en las etapas iníciales de la  niñez, en base a las experiencias y comentarios de sus padres, luego de sus pares en el Jardín Infantil y en el colegio, se va articulando este sentirse diferente, que luego es confirmado por el etiquetado puesto por la familia y finalmente por el experto que termina por reafirmar este temor de ser diferente para convertirlo luego en una característica que debe ser asumida como “normal”, como una simple variación del espectro de las preferencias sexuales.  El eje central de este ir asumiendo etiquetados referentes a la condición sexual, es precisamente una sucesión de atribuciones erróneas que van a causar una profunda confusión en el niño, que podrá configurarse en un “Trastorno de la Identidad de Género”, paso previo prácticamente constante en el desarrollo de la homosexualidad. 





6. ¿Cómo afrontar este tema?


El haberte “etiquetado” como homosexual ha marcado profundamente tu forma de ser. Para autoaceptarte has desarrollado distorsiones cognitivas que han tenido efectos adversos sobre tu conducta y emociones. Pero todo esto puede cambiar si aprendes a modificar tus pensamientos.

La Terapia de la Esperanza  que ofrece “es posible el cambio” permite reestructurar las distorsiones cognitivas y las atribuciones.

Ya te habrás dado cuenta que utilizamos las  técnicas de:

·         Auto evaluación: Verificación, exploración, análisis.
·         Auto monitoreo: Revisión de pensamientos, sentimientos, conductas.
·         Auto terapia: Utilización de técnicas psicológicas para ayudarse a superar uno  mismo emociones y comportamientos perturbadores.

Con la ayuda que recibes de tu Orientador/a de EPE, con el apoyo de otros miembros de la página y con el uso de estas técnicas, puedes  cambiar  la visión negativa de ti  mismo, reinterpretar tus experiencias y desarrollar una visión positiva acerca de tu futuro. Mediante el trabajo de autoanálisis aprendes  a identificar los pensamientos irracionales que desarrollaron los sentimientos homoeróticos, pero, para pasar a la fase de modificación de tus sentimientos y de tu conducta, es necesario  hacer un reentrenamiento de tus  atribuciones.   

Para que el proceso terapéutico de la Terapia de la Esperanza  sea eficiente es fundamental leer detenidamente el material, responder las preguntas con honestidad y profundidad,  elaborar el cuaderno de autoregistro  cada  día y llevar a cabo los ejercicios prácticos para la aplicación a la vida.



[3]Charles Carver, Michael Scheier, Teorías de la Personalidad, Prentice Hall Hispanoamérica, 97. Pág. 474
[4] Una persona será tanto más madura en la medida en que su autoconocimiento, por una parte, no sea esclavo del criterio de los demás y por otra, no esté encerrado en sí mismo y esté adecuado a la realidad, sabiendo acoger, escuchar y discernir lo que los demás pueden aportarme para mi propia maduración. Es una exigencia de la propia libertad el no someter el propio ser a la opinión esclava de los demás.






3. Preguntas de interiorización y asimilación. 


1. Ideas fundamentales del tema.


· Se denomina atribución a la búsqueda de razones por parte de un individuo de sus éxitos y fracasos personales. Decimos que un individuo tiene estrategias de atribución positiva cuando es capaz de discernir objetivamente las causas de sus éxitos o fracasos. Decimos que tiene estrategias de atribución negativa cuando tiende a generalizar las causas del fracaso bien en su propia psicología, o bien en factores externos no controlables por él mismo. 





· La percepción social se adquiere a través del proceso de socialización. Ésta incluye el aprendizaje de actitudes, creencias, costumbres y expectativas del grupo. La percepción social no sólo ocurre durante la infancia y la adolescencia, sino en todas las etapas de la vida. 




· El sentimiento del ridículo es el temor a la burla o el menosprecio de los demás provocado por una situación humillante.



· La sensación de hacer el ridículo está relacionado con los roles sociales y los etiquetados asignados por los demás. Rechazos por parte de los padres, hermanos y compañeros de clase u otras personas significativas pueden producir graves conflictos emocionales. 





· Cuando otros resaltan las diferencias, la persona aprende a compararse con los demás y desarrolla atribuciones erróneas que aumentan el sentimiento del ridículo. Aunque el sentimiento sea “real”, las emociones pueden multiplicar su intensidad hasta llegar a crear respuestas desadaptativas e incluso destructivas. Estas atribuciones generan sentimientos de frustración, desesperación y decepción. 




2. ¿Consideras tener atribuciones negativas acerca de ti mismo? ¿Cuáles? ¿Por qué crees que han surgido estas atribuciones negativas? ¿Cómo te han influido y te siguen influyendo?


No, no tengo atribuciones negativas actualmente.



3. ¿Qué atribuciones sociales te han influido? ¿De qué forma? ¿Siguen influyéndote en el presente?


Me influyeron las concernientes a belleza física, estilo de vida hedonista y éxito basado puramente en adquisición económica. En la parte física me hicieron creer que mi cuerpo era deficiente por no poseer ciertas características físicas muy alabadas en la sociedad, y también me lavaron el cerebro haciéndome creer que mi valía personal dependía de tener muchos bienes, acumular títulos profesionales y ser socialmente aceptado por todo el mundo.



Superé todo eso al descubrir la verdad, mi verdad, y no fue algo fácil, tuve que estudiar mucho y ser analítico en extremo, de esa forma logré quitarme el velo de mis ojos que me permitió ver la gran persona que soy y lo que verdaderamente es la felicidad y el éxito. Mi entrenamiento en muchos tipos de terapias, más habilidades naturales me permitieron ganar esa batalla.



4. ¿Qué pasos crees que puedes dar para liberarte de todas estas atribuciones que te hacen mal? 


Ya me liberé de todas esas atribuciones.



5. ¿Cómo has vivido el sentimiento del ridículo? ¿Cuáles han sido las consecuencias personales? ¿Y las consecuencias sociales? 


El sentimiento del ridículo surgió a raíz de las excentricidades producidas por el TOC, más la falta de empatía creada por el síndrome de asperger. El vivir todo el tiempo incomprendido, y sin saber exactamente por qué me pasaba lo que me pasaba afectaron mucho mi autoestima, lo que consecuentemente produjo inadaptación y sentimientos de inferioridad.



Cuando me puse a la tarea de entender mi vida y resolver los problemas, comprendí la verdad, y ese camino de buscar y comprender la verdad de todo me abrió las puertas de la curación y el horizonte hacia el mejoramiento de mi vida y la conquista de todos mis sueños.



6. ¿Qué pasos crees que puedes dar para liberarte de este sentimiento del ridículo?


Ya me liberé gracias a un conjunto de procedimientos terapéuticos de actualidad, y a la eficacia de mis habilidades más la gran perseverancia que me ha caracterizado siempre.




4. Ejercicios prácticos para la aplicación a la vida de todo lo trabajado en la Ficha.


1. Contéstate estas preguntas a ti mismo: 



¿Resaltas a menudo los eventos y aspectos negativos de tu vida y excluyes los positivos? 
NO



¿Miras sobre todo los resultados “inmediatos” y no los resultados a largo plazo? 
NO



¿Te autocastigas siendo muy crítico contigo mismo? 
NO



¿Atribuyes tus resultados positivos a otros? 
NO



¿Te culpabilizas cuando otros fallan? 
NO



¿Por qué crees que actúas así? 
No actúo así



¿Eres consciente o inconsciente?
Demasiado consciente



¿Qué consecuencias ha tenido y tiene en tu vida esta forma de actuar?
Soy muy observador, intuitivo y deduzco fácilmente cualquier cosa.



2. Haz una lista de tus atribuciones “positivas”.


· Mi inteligencia me ha permitido conquistar metas de altísima complejidad
· Soy uno de los mejores del mundo en materia de TOC
· En mi especialidad, estoy en la lista de los mejores
· Los éxitos de mi vida los he conquistado con mis propias manos
· He aprendido muy bien de los errores
· Los “fracasos” son grandes oportunidades de éxito
· Para lograr un objetivo hay que ser muy perseverante
· Mis habilidades me han convertido en una persona extraordinaria






3. Recuerda y ejercita el ejercicio del STOP para interrumpir las atribuciones negativas y el sentimiento del ridículo. 


Lo utilizo siempre.



4. Estas dos próximas semanas intenta decirte a ti mismo “bien hecho” después de llevar a cabo una actividad positiva. 


Desde hace muchos años lo hago cada vez que conquisto una meta, incluso lo celebro a nivel personal dando a mi mismo varios gustos exquisitos.



5. Si tienes un pensamiento negativo estas dos próximas semanas, acéptalo, pero genera “inmediatamente” una explicación realista, basada en hechos objetivos de la situación. 


Manejo ese tipo de situaciones con terapia cognitivo-conductual, técnica del ABC de Ellis, procesos de aceptación y compromiso.




5. Testimonios. 


Matthew resalta la importancia del autoconocimento para poder superar las atribuciones negativas y el sentimiento del ridículo. 


Mis HERIDAS DE AUTOIMAGEN están basadas en lo anterior, necesito autodescubrirme para comprender mi belleza y valía y superar el trauma y la disociación respecto a mi cuerpo. Mujeres y hombres heterosexuales seguros y otros con problemas homosexuales me han afirmado en mi belleza, y a nivel del pensamiento se que es verdad y no un simple cumplido; lo he creído aún más por la aceptación que tuve en el mundo gay/bisexual y por el interés de las chicas en tener una relación sentimental conmigo. 


De todas maneras, a nivel inconsciente, me sigo considerando algo feo e inadecuado, se que esta es la parte más importante que debo trabajar para la curación de mi complejo homosexual.



Cuaderno de: Matthew _Colombia 20, en: 




En el testimonio de Flashback se refleja el dolor que causa el sentimiento del ridículo. 


Muchas de las personas a mí alrededor (familiares, amigos) me tratan como a un niño, quizás porque yo se los he permitido (con mi conducta sobre todo). Y a pesar de que no me gusta no soy capaz de hacérselos saber.



Cuando alguien me comparó con una caricatura de televisión me sentí muy herido, humillado, sobre todo porque todos comenzaron a reírse de mí. En ese momento opté por reírme también de mí mismo, pero en realidad tenía ganas de salir corriendo. No sé si será un desagrado infantil o adulto, pero me sentí muy mal, pues creo que fue una falta de respeto que yo mismo he permitido con mi personalidad pasiva. Cuando algunos de mis compañeros y amigos hicieron unos comentarios muy positivos con respecto a mí me sentí muy alagado, admirado, pero luego vienen sentimientos de fatalidad, de miedo, de pensar que las cosas buenas que me suceden durarán muy poco porque seguramente luego voy a sentirme de nuevo solo, olvidado, perturbado.



Cuaderno de Flashback, 25 Venezuela



En el testimonio de Hnrk vemos los efectos de ser ridiculizado por otros.


Pues la verdad es que antes de los ocho años no recuerdo ningún comentario, pero después si que recuerdo que siempre que estábamos con más personas hacían comentarios con los que me sentía ridiculizado, por ejemplo: le decía un amigo de mi padre, pues mi hijo va a fútbol; y respondía mi padre, pues este está todo el día en casa haciendo el ganso, además es muy patoso.



Como esos comentarios he escuchado a montones y me he sentido muy avergonzado, por que siempre que los hacía los decía en público.



Cuaderno de Hnrk98, 18, España




Alean nos muestra la irritación y la pena que causa cuando los otros se burlan de él. 


De repente me encontré a mis hermanastros en la universidad… me pasé un rato agradable con ellos charlando, sin embargo casi todos los compañeros de mi salón estaban cerca de mi... y estaban hablando y se reían, pero por lo general me veían a mi… pues sentí que estaban burlándose de mi y me sentí irritado…,



Cuaderno de Alean 18, Venezuela




El ser autoetiquetado como “mariquita” tiene efectos devastadores para José. 


Pasé esa temporada, exactamente creo que tenia 16--17años, y el motivo fue ese. Coincidí en una clase en la que no es que no me llevase bien con los chavales, sino que me llevaba mal, me insultaban, jamás me tocaron, pero vivía temiendo ser insultado, me compadecía de mi mismo. Me llamaba mariquita, gay, homosexual, maricón, y todo lo que se le puede decir a un chico para mermarle e insultarle sexualmente. 



Cuaderno de José, 22 años, España



Responde: 


1. ¿Qué destacas de estos testimonios?


La forma como las palabras de otras personas refuerzan el autoetiquetaje y las atribuciones negativas.




2. ¿Con qué aspectos de estos testimonios te sientes identificado? ¿Por qué?


Con los sentimientos de burla que son muy comunes a nivel de la niñez y la adolescencia por no ajustarse a un modelo de vida social específico, y por mostrar intereses personales que no se “adecúan” a las instituciones sociales.



3. ¿Qué aspectos de este testimonio son “pistas” importantes para tu Autoayuda? ¿Por qué?


Uno de los testimonios es sobre mí, en este momento ya vencí las heridas de autoimagen y me inmunicé ante todo tipo de agravio emocional, además mi grado de autoconocimiento es tan grande ahora que difícilmente puedo ser confundido o abatido por los rechazos y las burlas. Mi autoestima es alta, así como mi autoconfianza.








6. Ejercicios de Auto Conocimiento Personal


1. Busca un HECHO representativo, pasado o presente, que hayas vivido y que tenga relación con alguno de los puntos estudiados en esta Ficha.

Las crisis psicológicas y las neurosis producto del desconocimiento de la realidad de mi vida lega al TOC y al síndrome de Asperger como factores muy significativos en mis problemas de socialización.

2. Describe tus emociones o sentimientos con relación a este hecho.



Vivía en un estado de confusión total, con sentimientos muy fuertes de culpa, vergüenza e inadecuación.

3. Describe los pensamientos automáticos negativos que te vienen a la mente al vivir o recordar este hecho.



Pensaba que era un ser inferior y que nunca iba a triunfar en la vida.

4. Desde lo que has descubierto y aprendido en esta ficha responde racionalmente a cada uno de los pensamientos automáticos anteriores. 



A pesar de cualquier limitación que dificulte mis movimientos, mi operatividad o bloquee mis habilidades, es posible encontrar una salida y conquistar las metas poco a poco.

5. Qué resultado se produce en ti al contrastar tus pensamientos y tus emociones y las respuestas racionales. 



Sin duda que se acrecienta mi esperanza.

6. Escribe 3 acciones, compromisos o actitudes que vas a realizar en estas dos próximas semanas para madurar tu personalidad en este aspecto. 

Ya maduré mi personalidad en este aspecto.

7. Revisa si has cumplido satisfactoriamente los compromisos de la Ficha anterior. 

Sí, como siempre.





7. Recursos para profundizar (Trabaja al menos uno de estos recursos cada Ficha):


a. Libros o capítulos de libros.



· En busca de la autoestima perdida. Capítulo 2, de Aquilino Polaino, en:


b. Artículos.


· El poder de rechazo de los compañeros, de Thomas Gregory, en: 



· Factores causantes de la homosexualidad, de Richard Fitzgibbons, en: 




Este artículo fue el primer texto que leí sobre las verdaderas causas de la AMS, y la posibilidad de la reestructuración de la identidad de género y el sentido de la masculinidad. Fue uno de los factores que me trajeron a EPE, y que me abrió nuevas perspectivas de vida.

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