El sentimiento de autocompasión
Lunes, 14 de febrero de 2010
Tema
2
La dimensión
afectiva
Ficha 2.
6
El sentimiento de
autocompasión
1.
Planteamiento de la
Ficha y Objetivos a
conseguir.
Planteamiento:
“La
lástima por uno mismo o autocompasión, es una de los narcóticos no
farmacéuticos, más destructivos. Es adictiva, da placer sólo al momento y separa
a la victima de la realidad".
John W. Gardner (Secretario
de salud, educación y asistencia social, en Estados
Unidos).
Objetivos:
1.
Comprender qué es el
sentimiento de autocompasión
2.
Comprender el origen del
sentimiento de autocompasión
3.
Reconocer los sentimientos de
autocompasión
4.
Entender la relación entre
autocompasión y AMS
2.
Exposición del tema.
Esquema:
- ¿Qué es la
autocompasión?
- ¿Por qué nos
autocompadecemos?
- ¿Cómo se
desarrolla el papel de victima?
- Autocompasión y
AMS
1. ¿Qué es la autocompasión?
La
autocompasión es un sentimiento que se produce frente a situaciones de la vida
que la persona percibe como incontrolables. La percepción se puede definir como
el proceso mediante el cual los individuos organizan e interpretan sus
impresiones sensoriales[1]
con objeto de dar un significado a su entorno. Sin embargo lo que uno
percibe puede diferir sustancialmente de la realidad objetiva. ¿Cómo se explica
que las personas puedan ver lo mismo y sin embargo, percibirlo de manera
diferente? Hay una serie de factores que ayudan a dar forma o a distorsionar la
percepción. Estos factores pueden estar en: el perceptor,- su historia,
su interpretación, su expectativa, el objetivo a conseguir,- el contexto y las
circunstancias.
Las
causas del sentimiento de autocompasión
suelen tener su origen la infancia, cuando el niño se sintió en un
momento de su vida indefenso y falto de herramientas para reclamar sus derechos
o expresar sus necesidades, ya sea porque estas no eran escuchadas o no eran
tomadas en cuenta o simplemente porque no sabía expresarlas de manera
comprensible para los demás. Frente a esta indefensión (sentirse desprotegido y
sin herramientas para defenderse), el niño se victimiza, porque se siente
incapaz, su autoestima es baja y le impide desarrollarse.
Cuando
la persona siente que no puede lograr
sus objetivos, necesita buscar culpables, ya sea culparse a sí mismo o que
culpe a los demás, a la vida, la suerte, Dios, etc. Si se siente indefenso e
incapaz de cambiar la situación, puede acabar compadeciéndose.
Aprendimos que la mejor
forma de consolarnos era victimizándonos. Autocompadecernos nos paraliza y
nos impide, de momento, solucionar
nuestros problemas y tener una vida mejor. Necesitamos aprender a analizar la
situación y emplear nuestras habilidades de una manera diferente, comprendiendo
que podemos cambiar muchas de las cosas que no nos gustan si hacemos un
esfuerzo conciente y decidido.
Con
frecuencia sentimos que nuestra vida y nuestras opciones están limitadas, sin
darnos cuenta de que dicha limitación esta causada por la autocompasión.
2. ¿Por qué nos
autocompadecemos?
Las expresiones de autocompasión (llorar, quejarse, búsqueda de comodidad y compasión) pueden aliviar y ayudar a digerir las experiencias causadas por el dolor (el trauma). Los niños y adolescentes que se sienten solos durante largos períodos de tiempo con sus sensaciones desagradables, no desnudan su alma ante una persona de confianza. Se avergüenzan porque creen que nadie es capaz de entenderles. Como resultado, siguen alimentando su autocompasión.
Una vez empezado algo, los niños no suelen detenerse tan
fácilmente: esto es aplicable a muchas emociones y comportamientos, también a
la autocompasión. Una vez que sienten lástima de sí mismos, tienden a
perseverar en ello, incluso a desearlo, puesto que la autocompasión tiene un
dulce efecto inherente a la lástima: el consuelo. Puede ser muy gratificante
sentirse uno mismo como una pobre criatura, incomprendida, rechazada y
abandonada. Bajo este aspecto hay algo totalmente ambivalente en la
autocompasión, en la autodramatización.
Nos
encontramos frente a una persona que
siente frecuentemente que la vida y opciones de vida son limitadas, y que estas
limitaciones son injustas o excesivas. Es verdad que en la vida existen
diversas limitaciones para todos, ya sea por razones físicas, económicas, psicológicas u otras, pero la gran mayoría de
estas limitaciones no impiden que las personas realicen muchos de sus sueños y
proyectos. Es más incluso, estas
limitaciones en muchos casos pueden ser un verdadero estímulo para la
superación cuando se aprende a buscar nuevas
estrategias para lograr sus objetivos. Por el contrario, la persona que
se autocompadece, se pone a sí misma una cadena de víctima que, si bien en un
cierto modo le da tranquilidad de que las cosas no son de su responsabilidad,
sino que es la victima injusta de una sociedad injusta, por otra parte lo priva
de la posibilidad de realizar sus sueños y hacerse cargo de si mismo como
principal determinante de su destino.
Es
mucho más fácil dejarse manejar que hacerse responsable. La vida cuesta y
necesita de una lucha constante, lo que nos dará muchas veces fracasos y penas,
pero muchas otras veces grandes alegrías y logros. Quien no se atreve a asumir
los golpes de la vida no crece y por lo tanto no vive. El hombre es libre y por
lo tanto responsable de cada una de sus decisiones. En la medida que nos
hacemos dueños de nuestra vida y responsables de las elecciones que hacemos en
ella, tenemos real posibilidad de crecer y desarrollarnos plenamente.
El
que se autocompadece, logra mantenerse a un lado de su vida, y cada día este
hábito se hace más fuerte y más difícil de sobrellevar. Este tipo de personas, se
hace molesta a los demás, porque su postura corporal, su mirada y su forma de
hablar reflejan de manera automática esta mirada de “víctima constante”.
La
diferencia entre los que se autocompadecen y los que no, es que los primeros se
dedican a ver todo lo malo que les ha pasado y que no han podido evitar o
solucionar, mientras los otros se
enfocan en lo que quieren que les pase y en lo que necesitan hacer para
lograrlo. Una reiterada autocompasión
durante la niñez
y adolescencia puede generar
una dependencia de ésta. Con otras palabras, se convierte en un hábito
autónomo de queja interior.
Para Van den Aardweg, este estado emocional de la mente
es descrito por la siguiente fórmula: “el
niño (o el adolescente) autocompasivo en el adulto”. La personalidad del
“pobre de mí” de la niñez (o la adolescencia) sobrevive en la misma forma; la
personalidad completa de niño está aún presente[2].
Señala así que tenemos tres nociones casi coincidentes en
la mayoría de los casos: el complejo de inferioridad, el niño que “habita” en
el adulto y el hábito de la autocompasión (también llamado “enfermedad de la
queja”). Son descripciones adecuadas de lo que ocurre en las mentes de los
neuróticos en general, es decir, del que está afectado por dudas diversas, emociones
obsesivas, sensaciones de inseguridad sin motivo y conflictos interiores. Los
rasgos más importantes de la personalidad neurótica provienen de las
características antes descritas.
En
primer lugar, observamos una continuidad de modelos pueriles o propios de
niños. De cualquier modo, se permanece anclado en el niño o adolescente del
pasado. Esto incluye los deseos específicos, sensaciones, luchas y modos de
pensar del niño. No todo lo propio del niño, sin embargo, permanece en el
adulto acomplejado. La madurez de la personalidad se interrumpe seriamente sólo
en aquellas áreas donde operaron las frustraciones infantiles. En otras
palabras, donde han tenido su origen la autocompasión y los sentimientos de
inferioridad. En otras parcelas, la persona puede madurar psicológicamente. En
los casos en los que existe un fuerte sentimiento de “niño que se queja”, la
personalidad entera es inmadura, “infantil”.
Para Van den Aardweg la homosexualidad es claramente un
tipo de neurosis. La persona con este complejo abriga una autocompasión
infantil específica. “Por este motivo, Bergler pudo afirmar: “A sus 50 años, él (el hombre con tendencias
homosexuales) está emocionalmente en los años de su adolescencia”
La tendencia a quejarse, tan perspicazmente descrita por
Arndt, es un segundo rasgo neurótico manifestado usualmente, aunque en algunas
personas se muestra más oculto. El neurótico grave manifiesta de modo más claro
la necesidad de compadecerse; parece estar buscando continuamente, y
encontrando, razones para compadecerse y quejarse; puede que se sienta
crónicamente objeto de injusticia, o frustrado, o sufriendo siempre por algo.
Sus quejas pueden basarse en cualquier aspecto negativo: sentimientos de
decepción, de soledad, de incomprensión, de carencia de afecto, de falta de
amor, malestar físico, dolor, etc. Parece como si la mente neurótica no pudiera
prescindir del sentimiento de autocompasión de autodramatización. Por este
motivo es como una “dependencia” o lo que es lo mismo, una inclinación a la
queja. El resultado es que la autoconfianza, la seguridad y la alegría de vivir
están muy debilitadas en el neurótico.
Otro rasgo propio del neurótico es un deseo infantil de
llamar la atención, de obtener la aprobación y la simpatía de los demás y a
menudo una excesiva urgencia de autoafirmación. El “niño interior” anhela
aprecio y cordialidad de modo tan insaciable e imperioso como un niño de
verdad. Este ego infantil puede intentar ser importante, interesante, atractivo
a los demás o ser el centro de atención tanto en la vida real como en su
imaginación.
Es necesario mencionar como último rasgo el egocentrismo
mental. Gran parte de la conciencia psíquica puede estar ocupada o enfocada
hacia ese infantil “¡pobre de mí!”. Para usar una comparación, el “niño compasivo
en el adulto” mima y cuida de sí mismo como una niña cariñosa maneja una muñeca
que trata como algo que merece compasión. Los sentimientos de amor hacia los
demás, basados en un auténtico interés por ellos, están bloqueados por ese
egocentrismo compulsivo neurótico, que ha surgido más o menos
espontáneamente.”
3. ¿Cómo se desarrolla el papel
de victima?
Cuando creemos que nosotros tenemos
poco o ningún control sobre lo que nos sucede, que el mundo y/o los demás se
aprovechan de nosotros o nos causan daño, acabamos sintiéndonos incapaces y
desempeñando el papel de víctimas.
Existen cuatro situaciones que
pueden ayudar a que desarrollemos una actitud de víctimas:
1. La vulnerabilidad y dependencia de los niños.
Debido a la edad, falta de conocimientos
y habilidades, necesidad de depender de los adultos, las limitaciones que
dichos adultos imponen, etc., todos los niños se sienten víctimas, en muchas
situaciones. Esto le sucede a cualquier niño, independientemente de que tenga
una vida estable, protegida, feliz y llena de amor. Es parte de las
características de la niñez. Al crecer, los resultados de las diferentes
experiencias que vivimos, la educación, ejemplos que recibimos, etc., pueden
hacer que se pierdan o disminuyan este tipo de pensamientos y sentimientos o
que aumenten y se establezca una actitud de víctima.
2. Haber vivido en un ambiente en donde se nos compadecía
constantemente, escuchando comentarios como:
·
"Pobrecito se siente mal".
·
"Pobre,
le dejan tanta tarea".
·
"Es
injusto lo que le pasa, pero no puede hacer nada".
·
"Ah.....
Siempre le pasa algo malo".
Consecuencia:
El niño escucha y aprende a pensar igual respecto a sí mismo.
3. El ejemplo de uno o ambos padres que tenían dicha actitud.
Los niños tienden a imitar, de
manera inconsciente, las actitudes de los padres y de la gente importante en su
vida.
4. Haber sido realmente víctimas, de algún tipo de abuso:
·
Físico,
·
sexual,
·
psicológico,
·
emocional.
No
importa cual fue la causa inicial. Al
crecer, las experiencias que vivamos, los ejemplos que hayamos recibido, etc.,
pueden debilitar, eliminar o fortalecer nuestra actitud ante la vida.
La
autocompasión, como cualquier otra emoción, tiene aspectos positivos y
negativos.
El aspecto positivo es que, momentáneamente, disminuye el dolor y evita que la persona se auto devalúe ya que reduce el impacto de la culpa.
El aspecto positivo es que, momentáneamente, disminuye el dolor y evita que la persona se auto devalúe ya que reduce el impacto de la culpa.
El
aspecto negativo se manifiesta en que:
·
Nos impide que ver los
problemas en toda su magnitud. Nos
enfocamos sólo en una pequeña parte del problema (la parte negativa que
le afecta directamente), por lo que somos incapaces de ver diferentes
soluciones.
·
Nos aleja de la gente y nos
impide resolver nuestros problemas, porque nos mantiene centrados en nosotros
mismos: "Pobre de mí, los demás me…, yo no puedo…”
·
Impide que nos
responsabilicemos de lo que nos sucede y que actuemos, porque al culpar a los
demás, son ellos los que pueden y "deben" hacer algo para mejorar la
situación. Esto hace que tratemos de presionarlos o manipularlos, con lo que
surgen nuevos conflictos.
·
Nos paraliza, porque sentimos
que no podemos hacer nada al respecto, ya que no tenemos ni la capacidad ni el
control necesario para resolver la situación
La persona que vivió algún abuso, fue realmente una víctima de las circunstancias, porque debido a su edad o situación, no tuvo ni la fuerza ni la capacidad y conocimientos para cambiar esa situación o alejarse de ella. Pero cuando vive compadeciéndose y sintiéndose víctima, esos pensamientos y sentimientos vividos durante la niñez, siguen dominando su vida, sin darse cuenta, de que ella es ahora, su propio victimario.
4. Autocompasión y AMS
La persona con tendencia homosexual aprendió de pequeño la victimización como un mecanismo compensatorio de sus déficits de afecto y de atención, mecanismo que se perpetúa en el tiempo, excusándolo de crecer y hacerse responsable de su propia vida y decisiones.
Hacerse responsable de las propias decisiones y asumir las consecuencias de las conductas que tenemos pueden producir dolor, por lo que es más fácil la victimización, que responsabiliza a los demás de mis conductas y decisiones. En este sentido, la persona con tendencia homosexual tiene un importante camino de aprender a reconocer sus pensamientos y conductas de víctima y asumirlas para crecer y madurar.
3. Preguntas de
interiorización y asimilación.
· La autocompasión es un sentimiento que se produce
frente a situaciones de la vida que la persona percibe como incontrolables. La
percepción se puede definir como el proceso mediante el cual los individuos
organizan e interpretan sus impresiones sensoriales con objeto de dar un
significado a su entorno. Sin embargo lo que uno percibe puede diferir
sustancialmente de la realidad
objetiva.
·
Las causas del sentimiento
de autocompasión suelen tener su origen la infancia, cuando el niño se sintió en
un momento de su vida indefenso y falto de herramientas para reclamar sus
derechos o expresar sus necesidades, ya sea porque estas no eran escuchadas o no
eran tomadas en cuenta o simplemente porque no sabía expresarlas de manera
comprensible para los demás. Frente a esta indefensión (sentirse desprotegido y
sin herramientas para defenderse), el niño se victimiza, porque se siente
incapaz, su autoestima es baja y le impide
desarrollarse.
·
Una vez empezado algo, los
niños no suelen detenerse tan fácilmente: esto es aplicable a muchas emociones y
comportamientos, también a la autocompasión. Una vez que sienten lástima de sí
mismos, tienden a perseverar en ello, incluso a desearlo, puesto que la
autocompasión tiene un dulce efecto inherente a la lástima: el consuelo. Puede
ser muy gratificante sentirse uno mismo como una pobre criatura, incomprendida,
rechazada y abandonada. Bajo este aspecto hay algo totalmente ambivalente en la
autocompasión, en la autodramatización.
· La diferencia entre los que se autocompadecen y
los que no, es que los primeros se dedican a ver todo lo malo que les ha pasado
y que no han podido evitar o solucionar, mientras los otros se enfocan en lo que
quieren que les pase y en lo que necesitan hacer para lograrlo. Una reiterada
autocompasión durante la niñez y adolescencia puede generar una dependencia de
ésta. Con otras palabras, se convierte en un hábito autónomo de queja interior.
·
Cuando nos
autocompadecemos, no podemos aceptar la responsabilidad de lo que nos sucede.
Esta actitud puede ser el resultado de una realidad vivida. El sentimiento de
ser una víctima, no es algo inventado. Puede existir en su origen el antecedente
de un abuso físico, sexual o emocional durante la niñez, la juventud e incluso
la edad adulta.
No, he
logrado cosas extraordinarias en mi vida, y estoy completamente seguro que
conquistaré cualquier objetivo, por muy difícil o imposible que
parezca.
3. ¿Piensas que la solución a tus problemas depende
de lo que hagan o dejen de hacer los demás? ¿Por
qué?
No, la solución de los
problemas está en mis manos y sólo depende de mí, aunque a veces las
circunstancias de alta complejidad también tienen mucha mella en este asunto, y
es ahí en donde los problemas no siempre son solucionables de manera
individual.
4.
¿Te sientes, en ocasiones,
incapaz de enfrentarte al mundo que te rodea? ¿En qué ocasiones? ¿Por
qué?
No, me gusta enfrentarme al
mundo y a los problemas, soy valiente y decidido, el TOC restringe mis
capacidades, sabotea mis decisiones y dificulta mi vida, pero a pesar de todo
ese sufrimiento, jamás podrá quitarme el deseo de vivir y la pasión por
conquistar cada una de mis
metas.
5. ¿Siempre tienes una razón para justificar tu
actitud? ¿Qué razones sueles darte? ¿Cómo te lo explicas?
Se asignar la
responsabilidad personal de cada situación de la vida, no poseo el mecanismo
defensivo de la proyección.
6.
¿Sientes que tienes poco
control sobre tu vida y lo que te está sucediendo? ¿En qué circunstancias? ¿Cómo
te sientes frente a eso?
Tengo
control sobre mi vida, pero no poseo control absoluto sobre mi mente, la batalla
contra el TOC tiene un nivel de complejidad único, y superar ese problema cuesta
muchísimo, pero ahí voy avanzando con paso
firme.
7. ¿Buscas consejos, pero no los sigues? ¿Por qué
crees que haces eso? ¿Cómo podrías
cambiarlo?
Siempre sigo los buenos
consejos que personas generosas y sabias me
regalan.
No,
siempre recibo con alegría todas las muestras de solidaridad y generosidad que
las personas me entregan, soy muy agradecido y se valorar los aportes personales
de mis hermanos.
Si
contestaste que sí a la mayoría de las preguntas, posiblemente tiendes a
sentirte víctima o a compadecerte con
facilidad.
Todos, muchas veces hemos
sufrido y muchas veces hemos fracasado. Recuerda que la diferencia entre los que
se autocompadecen y los que no, es que los primeros se dedican a ver todo lo
malo que les ha pasado y que no han podido evitar o solucionar y los otros se
enfocan en lo que quieren que les pase y en lo que necesitan hacer para
lograrlo.
4. Ejercicios prácticos para
la aplicación a la vida de todo lo trabajado en la
Ficha.
Desarrolla un Plan de Vida.
1. Medita cada mañana sobre
los objetivos que te plantees para ese día. Haz una pauta mental de las cosas
que debes hacer, de cuales serán tus estrategias para lograr esos objetivos y
con qué recursos cuentas para enfrentar los problemas que se puedan presentar.
Proponte luchar contra toda victimización y
autocompasión.
Estoy
libre de autocompasión y victimización, y empleo todos los días ejercicios de
programación neurolingüística sobre visualización detalla de los
objetivos.
Por otro
lado, en aras de la superación del TOC, no es conveniente mantener una
planificación detalla de mis actividades diarias porque a corto plazo eso se
convierte en ingrediente activador de obsesiones y compulsiones que fortalecen
el mecanismo TOC. Lo ideal es que mi día sea espontáneo y con baja disciplina de
control.
2. Al final del día revisa
cuáles fueron tus logros y qué cosas no pudiste lograr. Céntrate en asumir cuál
fue tu responsabilidad en lo que no pudiste hacer y por sobre todo, valoriza las
actitudes y habilidades que utilizaste en aquellos problemas o asuntos que sí
fuiste capaz de resolver. Si ha habido victimización y autocompasión, analiza
las causas y plantea estrategias de acción para
evitarlo.
Este ejercicio no aplica
para mí, es un método
proTOC.
3. Proponte seriamente para
el día siguiente corregir los errores cometidos y fortalecerte en las virtudes
desarrolladas.
Eso lo
hago sin necesidad de planificación y evaluación constante, pero las tendencias
del TOC me inclinan mucho a todo
eso.
Cuando tenemos metas
claras, podemos motivarnos con mayor facilidad y reconocer los pasos necesarios
para lograrlas. Esto le da un sentido y un significado a nuestra vida, nos
proporciona la sensación de control y aumenta nuestra
autoestima.
Céntrate en los aspectos
positivos de tu vida. Todos los tenemos, simplemente no estamos acostumbrados a
verlos o a reconocerlos.
Recuerda
a la persona que dijo:
"Cuando me di cuenta de que mi vecino no tenía pies, dejó de
importarme no tener
zapatos".
5.
Testimonios.
En este
testimonio, antes de conocer y trabajar la Autoayuda , Benjamín nos introduce a
su historia personal, en una presentación en que recalca su sentimiento de
desamparo y su sensación de ser la víctima de una relación negativa tanto con
sus pares como con sus padres.
Hola, me llamo Benjamín,
tengo 14 años y vivo en
Chile
Esto de ser homosexual es
muy difícil para mi, porque siempre he sido un poco solitario y me da rabia no
poder compartir con mis compañeros solo porque yo tengo una herida desde muy
chico. He sufrido mucho y me siento solo; ser homosexual ha destruido mi vida y
me gustaría empezar a tener una vida normal y dejar atrás todo lo demás y
empezar de cero además….
…bueno,
quiero escribir que mi historia siempre ha sido sola, porque nunca me he podido
juntar con amigos, porque me siento inferior, inseguro y distinto. Cuando era
pequeño siempre me aislaba por miedo al rechazo y nunca lo pase muy bien. En el
colegio, se burlaban de mi y yo sufría mucho. Con mis padres han mejorado mis
relaciones, pero ellos, sin ser malos, me presionan. Pero si supieran…. No se
qué harían; probablemente me rechazarían. Por eso encontré esta página que me
ayudará a estar mejor y a ser por fin alguien más de la
sociedad.
Cuaderno de Benjamín 14 _ Chile
en:
Responde:
Es un chico con esperanza
que reconoce sus dificultades con
honestidad.
2.
¿Con qué aspectos de este
testimonio te sientes identificado? ¿Por
qué?
Cuando fui adolescente tuve
dificultades similares.
3.
¿Qué aspectos de este
testimonio son “pistas” importantes para tu Autoayuda? ¿Por
qué?
Nada en particular. Problema
superado.
En el
siguiente testimonio, de Diego, podemos ver cómo él va reconociendo en los
diversos aspectos de su vida aquellas situaciones en que actúa su niño interior,
y como va trabajando esos diversos elementos para poder desarrollar su
personalidad madura:
Acá,
Diego representa mentalmente la imagen de su niño actuando en diferentes
situaciones de su semana:
Mi
niño, ante su frustración, reacciona con un fuerte enojo, que le produce una
fuerte angustia, en líneas generales. Las situaciones en las que estoy y voy a
seguir poniendo en práctica la hiperdramatización es frente
a:
· Frente a Mi viejo: Será mas o menos, como un niñito enojado frunciendo
el ceño, y haciendo trompa, mientras esta cruzado de brazos, queriendo
mayormente su atención.
·
Mi
trabajo: Será mas
o menos, como un niñito con un traje gigante que le queda grande, intentando
adaptarse a una oficina de gente
adulta.
·
Frente a nuevos
varones: Será mas
o menos un niñito con cara de miedo tembloroso, que no habla hasta que le
levanten el pulgar y ahí recién, rompe la pared. Y sale la
sonrisa.
·
En los vestuarios
del club: Ídem
trabajo, un niñito flaquito y petisito con una mochila que le queda gigante
entrando a un lugar lleno de varones adultos y altos y
grandotes.
·
Cuando estoy solo
en mi habitación:
como un niñito abrazado a su osote grande. Y que nadie le viene a leer nada, ni
lo viene a decirle buenas noches, y está solo maquinándose que solo
esta.
Y ante una confrontación
con cualquiera persona. Más o menos serán ídem como cuando estoy frente a mi
viejo.
Son las situaciones en
donde mi niño esta a prueba y donde pongo a prueba mi trabajo y asimilación de
la terapia, hoy mantengo mucho la calma ante prácticamente todas las
situaciones.
Acá nos narra como ha
intentado aplicar la técnica de hiperdrama frente a situaciones como el
cansancio o dificultades
diarias
Sí, lo
he hecho; igual estoy tratando siempre de comer más y bien. La situación diaria
más dificultosa sin dudas arrancar de la
cama.
Salir de la
cama: son las 5.30 y empezó a sonar el 1er despertador, con la voz de mi
jefe, diego te estoy esperando, vamos tenés que venir a trabajar, al instante
empieza a sonar el 2do despertador con la voz de mis compañeros diciendo Diego
te estamos esperando veniiii, y en conjunta empiezan Diego, Diegooo, arriba,
arribaaa todos en corito cantando. ahí quiero salir de la cama y las almohadas
me abrazan y me dicen: ¿adonde vas? Y me agarran fuerte para que no pueda salir.
Las sabanas y frazadas me enroscan, les digo me tengo que ir a trabajar, a lo
que me dicen, no no no, vos te quedas con nosotras, que estamos calentitas
mientras los despertadores siguen cantando Diego, Diegooo. Arriba arriba, Noooo
voy a llegar tarde otra vez. Y salgo corriendo pero con cada una de mis
almohadas abrazadas en cada pierna, arrastrándolas. Que lucha!!!!!
Ante el
cansancio: Salgo del trabajo, arrastrando el bolso, como cuando salen
los chicos del colegio, voy caminando por la vereda arrastrándome cabizbajo,
caminando lento que cansancio! Se me van cerrando los ojitos mientras, también
tengo sueño. De golpe pasa una abuelito con bastón, y me empuja “correte”, y me
arrebata el bolso y se va rengueando. Yo trato de correrlo y no puedo, porque
estoy muy cansado, y el abuelo se va con mis cosas. Y se me escapa entonces,
viene otro abuelo y me dice deja que” yo lo alcanzo”, corre y lo alcanza al
abuelo 1 y me lo trae, con mis cosas. Ahí me da una tortuga y me dice una
mascota para vos, para que te cuide y tenga tu ritmo. ¡Gracias!, le digo. Y nos
vamos a paso lento caminando cansados, mi tortuga y yo, esperando llegar al club
antes que cierre.
En el
siguiente párrafo, hace una lista de las quejas que reconoce como infantiles y
las que no lo son, reflexionando por qué logra
identificarlas.
Quejas Infantiles:
- Querer que todos
estén de buen humor cuando yo lo
estoy.
- Que no me molesten cuando
no estoy de humor.
- Que me
reconozcan los esfuerzos, cuando los
hago.
- Que entiendan y acepten lo
que yo quise decir.
- Que me
respeten en opiniones y conductas en
general
- Que me
apoyen
Las reconozco porque
poco a poco voy entendiendo y reconociendo como se expresa y muestra la
inmadurez en el adulto, es decir en su hablar, pensar y sentir. En observación a
los parámetros de la terapia, entorno sin la tendencia homosexual, entorno con
tendencia homosexual, y observándome lo mas sobriamente a mi mismo. Aprendiendo
a comprender e identificar la inmadurez tanto mía, como la del
entorno.
Actitudes no
infantiles:
-Aprender a mantener la
calma
-Apoyar y acompañar al
resto
-practicando mucho a hablar
sobria y tranquilamente
-escuchando
más y entender a la gente como personas
integras
-aceptar mis limitaciones y
la de mi entorno
-ser más
flexible y comprensivo
-la
importancia de ser más afectivo y cuidar a mis
pares
-haberme cultivado y abierto
mi cabeza de forma lo más sensata
posible
Responde:
1. ¿Qué destacas de este
testimonio?
La habilidad de Diego para
ejecutar la terapia
antiqueja.
2. ¿Con
qué aspectos de este testimonio te sientes identificado? ¿Por
qué?
En mí no vive un niño
interior herido, mis problemas emocionales datan de la adolescencia, y el TOC es
algo biológico de naturaleza mental. También domino con maestría la técnica de
la hiperdramatización.
3. ¿Qué
aspectos de este testimonio son “pistas” importantes para tu Autoayuda? ¿Por
qué?
Nada en
particular.
6.
Ejercicios de Auto Conocimiento
Personal
1. Busca un HECHO
representativo, pasado o presente, que hayas vivido y que tenga relación con
alguno de los puntos estudiados en esta
Ficha.
Los sentimientos de
autocompasión de antaño.
2.
Describe tus emociones o sentimientos con relación a este
hecho.
Me sentía pequeño, inseguro
de mi mismo, con una autoimagen muy
negativa.
3.
Describe los pensamientos automáticos negativos que te vienen a la mente al
vivir o recordar este hecho.
Fue una época difícil, pero
me superé y me siento muy orgulloso de todo lo que he conseguido con todo ese
esfuerzo, aún queda mucho trabajo por delante, en especial con el TOC.
4. Desde lo que has
descubierto y aprendido en esta ficha responde racionalmente a cada uno de los
pensamientos automáticos anteriores.
No
aplica.
5. Qué resultado se produce
en ti al contrastar tus pensamientos y tus emociones y las respuestas
racionales.
Sin duda que mucha
tranquilidad y paz, me complace estar libre de todas esas distorsiones
cognitivas y haber logrado cambios profundos en mis esquemas de
pensamiento.
6.
Escribe 3 acciones, compromisos o actitudes que vas a realizar en estas dos
próximas semanas para madurar tu personalidad en este aspecto.
Ya fue
superado.
7.
Revisa si has cumplido satisfactoriamente los compromisos de la Ficha anterior.
Sí.
7.
Recursos para profundizar (Trabaja al menos uno de estos recursos cada
Ficha):
a.
Libros o capítulos de
libros
·
Homosexualidad y
esperanza, Gerard J. M.
van den Aardweg, Capitulo 2: Batalla por la normalidad, una guía para la auto
terapia de la homosexualidad. Puntos 8, 9, y 10,
en:
Estos
ejercicios son de mi amplio dominio, una vez los empleé y me sirvieron, lo
interesante de la terapia antiqueja es que está compuesta de la técnica de
intención paradójica que anula esa ansiedad de esos estados emocionales
neuróticos, y de la risoterapia que combate el estrés asociado a esa
condición.
b.
Artículos.
·
El Camino al
Cambio (II),
de G.J. Van den Aardweg,
en:
· Homosexualidad: hacia la
liberación, de G. J. Van
den Aardweg, en:
· Ayúdate, que yo te ayudaré. Artículo editorial en:
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