De la soledad a la autocompasión
Lunes, 14 de febrero de
2010
El sentimiento de soledad está asociado a la calidad de las relaciones interpersonales que establecemos. Es la sensación de que algo falta... y provoca emociones: ansiedad por una ausencia.
Se puede sentir soledad rodeado de gente, porque la soledad siempre es ausencia de una relación intensa y satisfactoria, de una comunicación profunda con otra persona, lo que no es lo mismo que cien relaciones superficiales. Los estímulos sociales a los que estamos expuestos, los múltiples modelos y las modernas tecnologías, producen una saturación que rompen con cualquier intento de coherencia en el sí mismo. Escuchar "tantas voces", participar de tantos discursos, deviene en una fragmentación del sentido de sí que se traduce en ese sentimiento de soledad.
2.
¿Con qué frecuencia te sientes solo? ¿Qué
sentimientos acompañan a esa
soledad?
3. ¿A qué has atribuido normalmente tu soledad?
¿Cómo se manifiesta tu soledad neurótica? ¿Qué mecanismos
utilizas?
1. Procura prestar atención
durante el día a tus sentimientos de soledad. Anota en un cuaderno cómo te
sientes en ese momento; si lo vives con angustia o con tranquilidad. Detecta las
manifestaciones de soledad neurótica.
3. Intenta ir creando espacios y tiempos para
encontrarte a ti mismo, en los cuales, estando solo, seas capaz de tener en tus
pensamientos a las personas que te son significativas y en ese contexto procura
darle forma a tu proyecto de
vida.
3.
¿Qué aspectos de estos
testimonios son “pistas” importantes para tu Autoayuda? ¿Por
qué?
Tema
2
La dimensión
afectiva
Ficha 2.
5
De la soledad a la
autocompasión
1.
Planteamiento de la
Ficha y Objetivos a
conseguir.
Planteamiento:
El
sentimiento de soledad, dependiendo de la forma en que se vive, puede ser un
factor de crecimiento personal, o puede ser un elemento crítico en el desarrollo
de la autocompasión y consecuente estancamiento de la maduración.
Objetivos:
1.
Comprender qué es el
sentimiento de soledad y cuáles son sus
formas.
2.
Comprender el origen del
sentimiento de soledad
3.
Reconocer los efectos del
sentimiento de soledad en el propio desarrollo
personal.
4.
Reconocer la relación entre
el sentimiento de soledad y la
AMS
2.
Exposición del tema.
Esquema:
1.
La soledad
neurótica
2.
La soledad
acompañante
3.
Como se construye el
sentimiento de soledad
4.
El desdoblamiento
agridulce del sentimiento de
soledad
5.
Gozarse en la
incomprensión y una especial vivencia de
originalidad
6.
Nostalgia de la
compañía y origen del sentimiento de
autocompasión
1. La soledad neurótica[1]
La
soledad neurótica es la que experimentamos como resultado del desamor y los
traumas infantiles, debido a los cuales nos sentimos inseguros, aislados y
tristes a pesar de que en
muchas ocasiones sí existan a nuestro alrededor numerosas
personas que nos valoren y nos quieran. Sencillamente, "no podemos
creerlo", no sabemos disfrutarlo, y nos sentimos absurdamente solos e
incomprendidos. Es como morirnos de sed en medio del río.
La gente se autocompadece cuando se siente sola. Cuando se está en presencia de otros la
autocompasión disminuye y es más que nada comparativa. Pero el fantasma aparece
cuando se encuentran solos; esta soledad no es buena. Se trata de una soledad neurótica, que supone la exclusión de los demás,
exclusión que puede ser provocada por los demás u otras veces producto de una
automarginación (muchas veces funcionan juntos ambos mecanismos).
Este sentimiento va siendo gradualmente reelaborado:
empieza a tener envidia de los demás; es
elaborado de una forma muy neurótica: estoy
solo porque soy especial, soy más original, soy más problemático… De este
modo, exalta el “yo” a través del sentimiento de soledad.
No deja de ser
curioso que en un tiempo como el nuestro -en que tanto afán hay de protagonismo
personal- haya simultáneamente tantas experiencias de soledad, a pesar de la
profusión y multiplicidad de tantos colectivismos. Y es que, como escribió
Ortega, en este tiempo nuestro “no hay
protagonistas, sino coro”. No, hoy no hay tal protagonismo, sino más bien
coros de personas en muchos casos manipuladas y reducidas a “masa”
despersonalizada, que se mueve a ritmo del “pan y circo” que se les ofrece.
1. Soledad acompañante
Cuando la persona se refugia en una soledad
neurótica, con esta exaltación del yo que mencionábamos en el punto anterior,
de algún modo empieza a pasearse acompañado por su soledad, con una vivencia de
ésta que es vivida como una especie de amor platónico, pero montado sobre el
vacío. Le ha dado una atribución al estar solo en la vida como si fuera algo
fenomenal, conformándose así un modelo muy cerrado, hermético, donde nadie más
tiene cabida.
Por otra
parte, no toda experiencia de soledad es nociva para la persona. Más aún, en
toda persona hay una necesidad insoslayable de soledad interior, donde nos encontremos a nosotros mismos: nos
lo exige nuestra privacidad, nuestra interioridad. Sin ella ninguna persona
podría encontrarse consigo misma. Ese primer y necesario encuentro es
precisamente la condición de posibilidad de cualquier otro.
El hombre ha de encontrarse a sí mismo para de
verdad poder encontrarse con los que le rodean. Pero no puede encontrarse consigo mismo si no se encuentra con Dios, si
no se encuentra a sí mismo en Dios. De aquí la grandeza y lo elogiable de la
soledad. Porque es en la soledad buscada, encontrada y querida donde la persona
puede llevar a cabo esa experiencia de que tanto precisa. Nada de particular
tiene que sin ella ningún asunto personal encuentre la solución apropiada.
Se entiende, entonces, que haya muchas
personas que, persuadidas como están de esta necesidad, defiendan con todas sus
fuerzas ese ámbito de soledad, para encontrarse con ellas mismas cada día, por
muchas que sean sus ocupaciones y los requerimientos del medio. Puede pues
afirmarse que el camino de la soledad a la comunión, atraviesa la interioridad.
Las experiencias de soledad surgen cuando el hombre se olvida de sí hasta el
extremo de renunciar a todo lo que no sea su interioridad, de manera que no se
frustre la comunicación primera, el encuentro de los encuentros, sobre cuya
base únicamente pueden asentar las otras comunicaciones y los otros encuentros.
Este modo de entender la soledad es
compatible y, desde luego, respetuosa, con la doble conformación del ser del
hombre: un ser hecho para la apertura que en ocasiones se repliega en el
hermetismo; un ser permanentemente permeable y, sin embargo, tantas veces
voluntariamente clausurado; un ser hecho para la donación y no obstante, con
tan fuertes tendencias al ahorro de sí; un ser hecho al fin para la
comunicabilidad y el goce en la coparticipación y, sin embargo, la mayoría de
las veces incomunicado, aislado, y macizada de opacidades su intimidad, hasta
el extremo de no poder dar cabida a ningún otro. Si el hombre quiere adentrarse
en busca de su propio sentido, ha de advertir que las actitudes inmediatistas son malas consejeras,
a la larga esclavizadoras. En cambio, en las actitudes trascendentes se
manifiesta la grandeza de lo que «está más allá», de lo que «sobre-sale», de lo
que atraviesa y traspasa, de lo que trasciende al fin los límites significados
por el propio sujeto. [2]
2.
¿Cómo
se construye el sentimiento de soledad?
El sentimiento de soledad está asociado a la calidad de las relaciones interpersonales que establecemos. Es la sensación de que algo falta... y provoca emociones: ansiedad por una ausencia.
Se puede sentir soledad rodeado de gente, porque la soledad siempre es ausencia de una relación intensa y satisfactoria, de una comunicación profunda con otra persona, lo que no es lo mismo que cien relaciones superficiales. Los estímulos sociales a los que estamos expuestos, los múltiples modelos y las modernas tecnologías, producen una saturación que rompen con cualquier intento de coherencia en el sí mismo. Escuchar "tantas voces", participar de tantos discursos, deviene en una fragmentación del sentido de sí que se traduce en ese sentimiento de soledad.
Ese
sentimiento prolongado, no deseado ni buscado, desagradable, de no estar
relacionado profundamente con alguien, que llamamos soledad, no tiene por qué relacionarse con el aislamiento social. En
cambio, sí puede hacerlo con la carencia de proyecto personal, de una red
social de contención o una falta en el sentido de trascendencia humana. O sea,
aislamiento emocional y aislamiento social son las dos variantes del
sentimiento de soledad.
En la génesis de este
aislamiento emocional juega un rol muy importante el apego, que es un
sentimiento imprescindible para el desarrollo del infante humano. El bebé que
al nacer no va construyendo el apego con una figura adulta que se siente fuerte
y capaz de protegerlo y cuidarlo, será un niño sin confianza en sí mismo que no
tendrá fortaleza para afrontar las vicisitudes de las relaciones
interpersonales.
Según el estilo que haya tenido
aquella primera experiencia de apego con aquel adulto cuidador, será el futuro
del sentimiento de seguridad en sí mismo que tendrá ese niño cuando crezca.
Adultos seguros en sus
posibilidades de relacionarse con otros, tanto como en las de estar en soledad
sin angustiarse por eso, han tenido experiencias de apego seguras, en donde el
bebe y el adulto disfrutaron de esa primera relación.
Las personas adultas que
encaran una incesante e infructuosa búsqueda esperanzada de figuras de apego,
han tenido una primera experiencia inestable, imprevisible y ambivalente, que
los lleva a la búsqueda inconsciente de reeditar aquella primera experiencia
fallida.
Quienes sienten
autosuficiencia, que todo lo pueden solos -lo que implica una gran soledad- han
padecido experiencias evitativas, es decir de desinterés por sus necesidades
infantiles de parte del adulto cuidador.
3.
El
desdoblamiento agridulce del sentimiento de soledad
Quien ha desarrollado la
capacidad de sentirse aceptado y amado y de aceptar y dar amor a los demás,
encontrará en los momentos de soledad, el tiempo necesario para encontrarse
consigo mismo. Es el tiempo de la
evaluación, de la paz interior, del crecimiento personal. Quien nunca es capaz
de vivir los momentos de soledad con sosiego y disfrutando del tiempo para sí mismo, tampoco podrá
abrirse verdaderamente a los demás ni dar de sí mismo a los demás.
Para el creyente, estos momentos de
silencio y soledad interior, son también los momentos para escuchar a Dios,
para detenerse y preguntarse, ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Qué quieres
Señor hoy de mí?
Por el contrario, cuanto mayor
sea el grado de inseguridad en la propia capacidad de sentirse aceptado y
amado, mayor será la tendencia a replegarse sobre sí mismo, donde se puede
encontrar la “seguridad” del no sentirse observado y cuestionado o no tener que dar la lucha constante por ganar
la aceptación de los otros, cuando se tiene el peso enorme de la sensación de
no merecer el respeto o el amor de los demás.
Este ensimismamiento lleva, por
un lado a ese sentimiento angustioso de ansiedad por la ausencia, que
mencionábamos antes, pero por otra parte a encontrar un consuelo o muchas veces
el autoconvencerse de que no se necesita a los demás, que “más vale estar solo
que mal acompañado” y a mirar con desprecio a los demás como una forma de
evitar la angustia por la soledad, con lo que el sentimiento de soledad termina
siendo agridulce: agrio porque supone la exclusión de los demás, de compartir,
de establecer vínculos potentes con otros y por ende la imposibilidad de ser
feliz, pero también es dulce porque en cierta forma reafirma a un “yo” neurótico.
De esta manera, un sentimiento que provoca sensaciones positivas y negativas al
mismo tiempo, tiene una facilidad mucho mayor para perpetuarse.
4. Gozarse en la incomprensión y
una especial vivencia de originalidad
Ésta,
es una manera de hacerse fuerte a expensas de la propia debilidad. Al estilo de
los antiguos estoicos, si no puede cambiar su destino, lo asume como un acto de
su voluntad. El sentir que los demás no lo comprenden, le da un especial
estatus, un ser diferente, que por ese sólo hecho le haría ser mejor que los demás.
Mientras más
incomprendido, mientras más rechazado, más refuerza su sensación de superioridad, que es vivida eufóricamente,
sin darse tiempo para analizar lo profundo de sus sentimientos, para no dar así
cabida a la expresión de la tremenda angustia que le provoca el enfrentarse
desnudo a la sensación de soledad.
Quien vive de este modo justificará su aislamiento y su
sensación de incomprensión, dando ante los demás un especial realce a su
condición de originalidad, que puede expresarse de las más variadas formas,
pero siempre sacrificando la posibilidad de alcanzar un contacto profundo con
el otro, en el establecimiento de una relación de amistad o de amor generoso y
duradero.
5. Nostalgia de la compañía y
origen del sentimiento de autocompasión
En
este punto, -en los momentos en que la persona logra detenerse y mirarse a sí
mismo, a raíz de una crisis biográfica o guiado por sus valores o principios
morales o religiosos que le muestran la insuficiencia de su vida, con una
tremenda incapacidad de vivir en relación, de darse y recibir,- el sentimiento
de soledad brota angustioso con esa percepción de que hay algo que los
demás pueden tener y que él o ella no
tienen: una especie de paraíso perdido, que se mira a través de una ventana, al
cual no se puede acceder;. Es la nostalgia de la compañía, algo que tiene que
ver con la esencia misma de la persona humana.
El ser
humano es un ser relacional, que se realiza como persona en su relación con los
demás. No está hecho para vivir solo. Al captar este vacío, mira y descubre en
sí a ese niño que sintiéndose desvalido, abandonado, llora al
no comprender el por qué le toca vivir
de esta manera, cuando el resto del mundo parece formar una gran fraternidad en
que se apoyan unos a otros, en que se miran y se ven. En cambio a él o ella, si
es que llegan a mirarle simplemente no le ven.
Surge así un fuerte sentimiento de autocompasión: “pobrecito/a de mí”, en que se siente la víctima inocente de toda esta
otra masa humana que “injustamente” le ha marginado. De esta forma, ya no será
capaz de ver con objetividad su propia actitud frente a la vida y a los demás,
sino que atribuirá su angustiosa soledad a esta suerte de injusticia en la que
“le ha tocado vivir” y en lugar de
crecer, madurar y mirar hacia delante, vivirá replegado sobre sí mismo en el
autolamento, la autocompasión y por tanto la creciente pérdida de autoestima.
En
muchos casos, la AMS
será el mecanismo compensador-evasivo-refugio de toda esta dinámica: ante la
pérdida de seguridad y autoestima personal, se buscará en el otro lo que uno
piensa carece en sí mismo, en una permanente nostalgia de una compañía que
sane, abrace, llene, calme, sustente, … el vacío y la herida interior producida
por esta soledad neurótica.
Hemos
sido hechos para los demás, eso es lo que da sentido a nuestra vida; el tener
nostalgia de la compañía es un pálido recuerdo de eso que está en nuestro
inconsciente y que tiene que ver con el origen de la persona y con la memoria
de cuál es la cuestión de nuestra vida.
3. Preguntas de
interiorización y asimilación.
1.Ideas fundamentales del
tema.
· La soledad neurótica es la que experimentamos
como resultado del desamor y los traumas infantiles, debido a los cuales nos
sentimos inseguros, aislados y tristes a pesar de que en muchas ocasiones
sí existan a nuestro alrededor numerosas personas que nos valoren y nos
quieran.
·
El camino de la soledad a
la comunión, atraviesa la interioridad. Las experiencias de soledad surgen
cuando el hombre se olvida de sí hasta el extremo de renunciar a todo lo que no
sea su interioridad, de manera que no se frustre la comunicación primera, el
encuentro de los encuentros, sobre cuya base únicamente pueden asentar las otras
comunicaciones y los otros encuentros.
· Se puede sentir soledad rodeado de gente, porque
la soledad siempre es ausencia de una relación intensa y satisfactoria, de una
comunicación profunda con otra persona, lo que no es lo mismo que cien
relaciones superficiales. Los estímulos sociales a los que estamos expuestos,
los múltiples modelos y las modernas tecnologías, producen una saturación que
rompen con cualquier intento de coherencia en el sí mismo. Escuchar "tantas
voces", participar de tantos discursos, deviene en una fragmentación del sentido
de sí que se traduce en ese sentimiento de
soledad.
·
Ese sentimiento
prolongado, no deseado ni buscado, desagradable, de no estar relacionado
profundamente con alguien, que llamamos soledad, no tiene por qué relacionarse
con el aislamiento social. En cambio, sí puede hacerlo con la carencia de
proyecto personal, de una red social de contención o una falta en el sentido de
trascendencia humana. O sea, aislamiento emocional y aislamiento social son las
dos variantes del sentimiento de
soledad.
·
El ser humano es un ser
relacional, que se realiza como persona en su relación con los demás. No está
hecho para vivir solo. Al captar este vacío, mira y descubre en sí a ese niño
que sintiéndose desvalido, abandonado, llora al no comprender el por qué le toca
vivir de esta manera, cuando el resto del mundo parece formar una gran
fraternidad en que se apoyan unos a otros, en que se miran y se ven. En cambio a
él o ella, si es que llegan a mirarle simplemente no le ven.
Muy poco, sólo experimento
la intensidad de esa sensación en los momentos en que la lucha contra el TOC es
muy dura, me recuerda que en esta guerra estoy completamente solo, sin amigos y
sin mentores, pero también me anima a luchar con más fuerza para brindar luz y
conocimiento a los que sufren como yo y que no cuentan con mis
capacidades.
Me
gustaría tener amigos verdaderos, que aunque no conozcan mi lucha contra el TOC,
sean una fuente de apoyo mutuo para conquistar los demás niveles de la
vida.
No experimento soledad
neurótica, la soledad que habita en mi vida es producto de la batalla sin
precedentes contra el TOC, y una consecuencia misma de esa dificultad cerebral,
el TOC interfiere seriamente en mis relaciones sociales inclinándome mucho hacia
el horizonte del aislamiento social. Hubo un tiempo en que esa soledad fue
neurótica, en que dominaba mi vida la desesperación emocional y el infantilismo,
que se manifestaba, en conductas como la adicción sexual y la búsqueda de sexo
anónimo.
En este
momento de mi vida cuento con mucha madurez y con valiosas herramientas de
trabajo, aprendí a posponer la satisfacción de las necesidades emocionales,
también aprendí a manipular las emociones y los sentimientos para que actúen a
mi favor. Ya no tengo adicciones, y puedo tolerar la soledad en un nivel muy
alto, me encuentro libre al 100% de los sentimientos de
autocompasión.
4.
A la luz de lo leído, en tu
situación personal, ¿cuáles pueden las causas más reales de que te sientas
solo?
La presencia del TOC
conlleva sensaciones de soledad, incomprensión, aburrimiento y apatía social;
puedo manejar esa situación hasta cierto punto, pero no puedo ignorar la
realidad de que poseo vacíos afectivos y un instinto que me predispone a anhelar
la compañía y la amistad de las otras
personas.
5.
¿Qué relación descubres entre
tu soledad neurótica y tu AMS? En este sentido, ¿qué buscas o has buscado en tu
relación con los otros, en tu adición a la pornografía, en la vivencia de tu
masturbación,…? ¿Eres consciente de la “trampa”, del “camino equivocado” en el
que has caído?
Esta
pregunta no aplica. Ya superé al 100% mis adicciones sexuales, este es un tema
muy importante que compartiré en otra ocasión, y que les ayudará mucho a romper
con esa círculo vicioso y dar vida a nuevos engramas mentales, aunque en la
superación de este problema tuvo mucho que ver el TOC, irónicamente en
contradicción con la relación existente entre TOC y adicciones, o neurosis
obsesiva y adicciones.
6.
¿Qué podrías hacer para
mejorar esta situación? Plantea una serie de pasos concretos para salir de esa
“trampa” en la que estás.
El
problema ya fue resuelto.
4. Ejercicios prácticos para
la aplicación a la vida de todo lo trabajado en la
Ficha.
Vivo mi
soledad con tranquilidad, la soledad neurótica no tiene presencia en mi
vida.
2. Con posterioridad, tal vez en la
noche, trata de distinguir en qué circunstancias aparecieron estos sentimientos
y si fueron vividos negativamente, procura precisar el entorno, las condiciones
que pudieron favorecer su aparición, tu estado de ánimo previo y
posterior.
La
soledad y el aislamiento son favorecidos por el mecanismo
TOC.
En esto soy extremadamente
hábil, me conozco a mi mismo en un 100% y tengo muy claro lo que quiero de la
vida y lo que ella quiere de
mí.
5. Testimonios.
En el testimonio de estos
dos chicos adolescentes, vemos como en la base de sus conflictos emocionales
brota con tremenda fuerza el sentimiento de soledad, que es insistentemente
repetido: estaba solo,
solo…
El caso
es que al siguiente año, ya cuando tenia 14; mis dos amigos perdieron el Año
también (y el otro, el que conocí a los 12 años también lo perdió), la verdad es
que el nivel del colegio es
duro.
Pero acá
es donde empieza el drama de esta historia, todos mis amigos habían perdido,
incluso con los que poco me hablaba también. Estaba prácticamente rodeado de
gente desconocida, con la que compartí 5 años de estudio pero que no
conocía..Fue en ese momento cuando me sentí muy solo, realmente lo
estaba.
Fue
en ese momento cuando deje de visitar a mi primo en vacaciones, y no volví a ver
a los amigos que hice allá. Fue en ese momento cuando por primera vez, me
acerqué a internet pero no pasó
mucho.
Fue un
momento muy horrible: iba al colegio, las clases las tenia normal y en los
descansos me ponía a buscar a mis amigos a ver si los veía para pasar el tiempo
con ellos; al principio si fue así.. Ya después ellos consiguieron nuevos amigos
en el curso de "abajo" y yo me quedé solo en donde
estaba.
Ahora
pensándolo, en esos momentos de la vida es cuando uno realmente necesita estar
más acompañado, rodearse de gente q lo quiera a uno, pero ahora que me acuerdo
de esos momentos, me la pasaba deambulando sólo por el recreo como un bobo, como
un autista no se..Es algo realmente deprimente… Fue la peor época que pude
pasar.. Entonces seguía cada vez mas enviciado a videojuegos.. A pasarme toda la
tarde estudiando y jugando, nada más. A pasarme todas las mañanas en los recreos
solo… Literalmente solo. Esperando que pasara el tiempo para entrar a clases
para hacer algo, para llegar a mi casa, para jugar
videojuegos….
Cuaderno
de Camilo_17 Colombia
En el siguiente testimonio,
Samu ilustra muy bien como el sentimiento de soledad aflora especialmente en
aquellos momentos en que su autoestima o su “humor” están
decaídos.
Mi vida estaba muy mal , me sentía
rechazado por mis compañeros , solo tenia 2 amigas , todos me insultaban , no se
si seria acoso ya lo tengo bastante olvidado , y en esa etapa fue cuando me
empezó a doler la palabra “soledad” pero solo cuando estaba cabreado , de mal
humor o bajo de autoestima , por ejemplo ahora mismo no me afecta mucho , pero
cuando estoy mal es lo peor que me pueden decir; cuando me empezó a pasar esto,
pensaba que era que tenia curiosidad de cómo iba a ser de mayor y por eso me
excitaba y tal, pero fui viendo que no , que era un
problema…
Cuaderno de Samu 13 _
España
Responde:
1. ¿Qué destacas de estos
testimonios?
El efecto negativo de la
soledad neurótica y sus consecuencias emocionales que conllevan al aislamiento y
la autocompasión.
2. ¿Con qué aspectos de estos
testimonios te sientes identificado? ¿Por
qué?
En este momento con nada,
pero alguna vez fui muy parecido a Camilo, de hecho, cuando nos conocimos y
fuimos amigos compartimos muchos aspectos de nuestra historia que guardaban
grandes similitudes
No me aportan nada
nuevo.
6. Ejercicios de Auto
Conocimiento Personal
1. Busca
un HECHO representativo, pasado o presente, que hayas vivido y que tenga
relación con alguno de los puntos estudiados en esta
Ficha.
Mi soledad neurótica de
antaño.
2.
Describe tus emociones o sentimientos con relación a este
hecho.
Me autocompadecía mucho,
tenía sentimientos de inferioridad, baja autoestima y exceso de
culpa.
3.
Describe los pensamientos automáticos negativos que te vienen a la mente al
vivir o recordar este hecho.
En esos
tiempos no sabía que tenía TOC, así que me culpaba a mi mismo por todo lo
negativo que me pasaba y por la presencia de tantas frustraciones. Después
encontré la verdad y aprendí la manera de superar la soledad neurótica y
eliminar todos los sentimientos de autocompasión, que llevó al mejoramiento de
mi autoestima.
4. Desde
lo que has descubierto y aprendido en esta ficha responde racionalmente a cada
uno de los pensamientos automáticos anteriores.
Ya fueron
superados.
5. Qué
resultado se produce en ti al contrastar tus pensamientos y tus emociones y las
respuestas racionales.
Siento
el gran equilibrio emocional que poseo, eso me hace sentir muy bien y muy seguro
de mi mismo, estoy muy orgulloso de mis logros y de lo lejos que he llegado en
esta aventura.
6.
Escribe 3 acciones, compromisos o actitudes que vas a realizar en estas dos
próximas semanas para madurar tu personalidad en este aspecto.
El problema ya fue
resuelto.
7.
Revisa si has cumplido satisfactoriamente los compromisos de la Ficha anterior.
Sí.
7. Recursos para profundizar
(Trabaja al menos uno de estos recursos cada
Ficha):
Artículos:
·
Elogio de la soledad,
Aquilino Polaino,
en:
·
Soledad y compañía. Doble
juego en tensión, Aquilino Polaino, en:
Interesante artículo,
relaciona la ambivalencia que existe entre soledad y compañía, y expone con
claridad la realidad que la necesidad de compañía y soledad se encuentran
codificadas en el ADN. El artículo me recuerda la gran importancia de la amistad
y los vínculos afectivos
profundos.
·
Conocerse uno mismo,
Alfonso
Aguilló,en:
·
Ayúdate, que yo te
ayudaré. Courage Latino,
en:
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