Efectos a corto plazo (positivos) y a largo plazo (negativos) de la conducta sexual inapropiada




Martes, 09 de agosto de 2011




Tema 3
La dimensión sexual
Ficha 3.9
Efectos a corto plazo (positivos) y a largo plazo (negativos) de la conducta sexual inapropiada






1. Planteamiento de la Ficha y Objetivos a conseguir.


Planteamiento:


El ejercicio de la sexualidad logra su verdadero sentido en el matrimonio. Los actos sexuales contrarios pueden producir efectos positivos a corto plazo. Sin embargo, a largo plazo, producen efectos negativos en la persona. 




Objetivos:





1. Comprender que el comportamiento sexual debe de estar determinado por la naturaleza.
2. Descubrir que estamos llamados a vivir una auténtica sexualidad humana que se expresa en el amor de comunión y solidaridad vivido en el matrimonio o en el celibato/virginidad ofrecidos como donación.
3. Detectar los efectos del uso incorrecto de la sexualidad.
4. Reconocer que en un acto homosexual falta la complementariedad, el verdadero amor de comunión y donación (solidaridad) y que la “intimidad” es ficticia.





2. Exposición del tema. 





Esquema:

  • El uso apropiado de la sexualidad
  • El uso inapropiado de la sexualidad
  • Efectos del uso inapropiado de la sexualidad : a corto y a largo plazo
  • Los efectos “positivos” y negativos de la AMS
  • ¿Qué hacer al respecto?



1. El uso apropiado de la sexualidad


            Todo acto humano, al igual que el comportamiento sexual, debe de estar determinado por la naturaleza de la persona. La naturaleza de la sexualidad “exige” que, en una relación sexual, se integren los planos físicos, psicológicos, espirituales y culturales, es decir, todos los aspectos de la persona. Cualquier acto sexual es una realidad íntima que no solo afecta a la genitalidad, sino a la totalidad de la persona.

            Ya hemos mencionado en fichas anteriores que la sexualidad no es algo puramente biológico, sino que está íntimamente relacionada con la totalidad de la persona. Por lo tanto, todo ser humano debe de aprender a gobernar su sexualidad y a ser dueño de ella. El sexo no es un “instinto”, sino un impulso que debe ser dirigido por la razón. Cuando el sexo se “adueña” del individuo, la sexualidad se convierte en una adicción insaciable.

            Sólo en el ámbito del matrimonio se vive una auténtica sexualidad humana. En el matrimonio existe diferencia sexual, complementariedad y reciprocidad que permite una verdadera entrega de sí y una acogida del otro.

            “Es en el matrimonio donde hombre y mujer encuentran el ambiente propicio para lograr la armonía psicológica y la estabilidad emocional. Las necesidades humanas de afecto, autoestima, conciencia de ser amado, encuentran resonancias y respuesta en una vida matrimonial centrada en el amor. La mujer y el hombre, seguros de sí mismos, sin frustraciones ni miedos internos adquieren una visión positiva de la vida y de sí mismos que les lleva a ser capaces de gozar del momento presente y aceptar los retos del futuro, que les invita a construir juntos su futuro familiar.”[1]

            Los cónyuges están llamados a la transmisión de la vida, pero el amor que une a los esposos, hace que la relación sexual sea mucho más que un posible acto procreativo o una simple gratificación sexual. La sexualidad en el matrimonio adquiere su verdadero sentido cuando está orientada e integrada por el amor.      

            “El cuerpo es un vehículo de amor. Y en el acto sexual lo es también apasionado y sosegado, lleno de emoción y sereno. Por eso la relación sexual es tan comprometida: implica, vincula, une y por supuesto responsabiliza. En el sexo sin amor, no hay responsabilidad, sino simple juego divertido con el cuerpo del otro, como cosa. En el amor sólido se ensamblan amor y responsabilidad. Así se alcanza esa pretensión excelsa: integrar la sexualidad en la persona. Cuando el amor deja de ser autentico para hacerse egoísta e impersonal, la primera victima del mismo es la persona y, en consecuencia, esa pareja, cuya vulnerabilidad se hace más patente. Es un sexo que se vuelve mentira y que niega lo mejor del hombre. A la larga, se desliza hacia la esclavitud y se va a colar por algún vericueto que le lleva a ser prisionero de una tiranía despótica cada vez más distante del amor real, puro, genuino y verdadero.”[2]

            El placer sexual es distinto de los otros placeres de los sentidos ya que está relacionado a la inteligencia y a la voluntad. Las relaciones sexuales desordenadas no están subordinadas a la razón, sino al placer que éstas producen. Si lo que se busca es únicamente el placer, la relación entre esas personas está destinada al fracaso.

            El matrimonio, por su carácter y gracia sacramental, ofrece el marco y el espacio adecuado para formar una comunidad de vida y amor. En este marco, el acto sexual alcanza su plenitud de sentido como expresión de comunión y de solidaridad. En el matrimonio, el cuerpo humano, con su diferencia sexual (masculino/femenino), con su capacidad de fecundidad y procreación, se convierte en una expresión de amor, que no es sino la entrega total de uno mismo al otro. Así, el cuerpo adquiere una significación esponsal.     


2. El uso inapropiado de la  sexualidad 


            La actividad sexual fuera del matrimonio es desordenada e irresponsable. Las experiencias sexuales prematuras y precipitadas impiden que se desarrolle la capacidad de amar y que la persona madure los aspectos psicológicos de la sexualidad. La genitalidad pierde su significado cuando cede al egoísmo individual.

             Hoy en día se vive en una cultura en la que la sexualidad se encuentra totalmente desvinculada del amor. Se instrumentaliza y se cosifica el sexo y se reduce la sexualidad a un medio para obtener bienestar, aunque eso suponga usar al otro como si se tratase de un objeto que se usa y se tira.

            Una de las formas desordenadas del uso de la función sexual es el sexo prematuro. Este tipo de relaciones incapacitan a la persona para un auténtico compromiso en el  matrimonio. Muchos problemas matrimoniales subyacen en esas relaciones sexuales inmaduras que se han vivido previamente.

            Otro uso inapropiado de la función sexual es la masturbación. Esta “válvula de escape” impide el desarrollo de una madurez afectiva y fragiliza el interior de la persona. La masturbación es un acto estéril y solitario ajeno a los fines de la sexualidad. El comportamiento masturbatorio hace que el individuo “aprenda” a disfrutar de la sexualidad de una manera narcisista. 

            Las relaciones entre personas del mismo sexo son también actos desordenados, contrarios a la ley natural de la sexualidad, pues también son ajenas a los fines de la sexualidad. En una relación con una persona del mismo no existe la complementariedad necesaria para el don de sí. 

            Existen otras conductas desordenadas con respecto a la sexualidad, como son la pornografía, las desviaciones sexuales, etc., pero ya las hemos estudiado en fichas anteriores. Nuestro objetivo en esta ficha es reconocer que toda función sexual ajena a los fines de la sexualidad produce efectos negativos y deja huellas dolorosas difíciles de borrar.


3. Efectos del uso inapropiado de la  sexualidad 


             El comportamiento humano no se da en el vacío. Consciente o inconscientemente el organismo siempre da una respuesta a cada conducta, produciendo un efecto positivo o negativo en la persona. De esta misma manera funciona la conducta sexual. Cada comportamiento sexual deja una huella impresa en la biografía de la persona.

Efectos “Positivos”:

            Toda función sexual desviada puede producir efectos “positivos” disfrazados de un falso bienestar. Podríamos llamarle “efecto efervescencia”. Se produce un orgasmo, una sensación falsa de sentirse “querido” y aceptado, e incluso un sentimiento de “bienestar”. Sin embargo, al ser contraria esta conducta a la naturaleza del hombre, ese efecto “positivo” dura muy poco tiempo, y la espuma producida por esa “efervescencia” comienza a desvanecerse hasta que aparece la verdadera y cruel realidad. Interiormente la persona se desintegra, aunque exteriormente, muestre signos de “felicidad”. 

Efectos Negativos:
           
  • Formación de hábitos de comportamiento

      Muchos aspectos de la personalidad de un individuo se adquieren a través del aprendizaje. Cuando se asocia un estímulo con otro, gradualmente se aprende a dar la misma respuesta a dicho estímulo hasta que se produce un hábito de comportamiento. Una vez que el individuo se condiciona o se acostumbra, siempre ofrece la misma respuesta. Lo mismo ocurre en el ámbito de la sexualidad. Cada persona configura su sexualidad y aprende a elegir el estímulo que “dispara” su comportamiento sexual.

      “En realidad, dentro de un vasto ámbito, cada persona es libérrima de seleccionar los estímulos sexuales, de seleccionar pautas de conducta con que responderá a ellos, a seleccionar, por ultimo, un patrón de comportamiento, un modo de conducirse que fundamentalmente en los estímulos y respuestas anteriores, acabará naturalmente automatizándose y constituyendo un programa concreto, personalísimo de comportamiento. El estilo comportamental que resulta de todo esto en el ámbito de la sexualidad ha sido configurado según un cierto patrón resistente a la extinción, de fácil respuesta ante cualquier otro estímulo por efecto de la habituación y, en suma, consolidador del aprendizaje que, con anterioridad, libremente se realizó.”[3]    

      Para comprender cómo se forma el hábito de la conducta sexual utilizaremos el ejemplo de la pornografía. Si desde el inicio del despertar sexual la persona se condiciona a sentir una excitación a través de la pornografía, es posible que ésta se convierta en la única manera de obtener una satisfacción sexual. La conducta sexual se verá fortalecida por la ocurrencia de la misma y la respuesta obtenida hará más probable que, en el futuro, ocurra esa conducta en particular.

       Una vez que el hábito se ha asentado y se vuelve repetitivo, es posible que el ver pornografía pase a una segunda etapa hasta convertirse en una conducta compulsiva.

  • Conductas compulsivas

            Las compulsiones son conductas repetitivas o pensamientos que se producen una y otra vez con la intención de reducir ansiedad o estrés. Muchas veces aparecen como un medio para reducir la angustia que causa una obsesión (idea, pensamiento, impulso o imágenes  intrusas e inapropiadas). (Ver Ficha 1.1)

            Volviendo al ejemplo de la pornografía, una vez que ésta se convierte en un pensamiento obsesivo, es probable que la persona se vuelva dependiente de esta conducta y pase a la etapa de la compulsividad.

            “En cada una de estas etapas la vinculación entre estímulos extraños e inadecuados puede profundizarse e intensificarse más hasta el extremo de constituir una interacción entre estímulo y respuesta herméticamente cerrada, sistemática y automática. Se cierra así un circulo vicioso por cuyo defecto la persona pasa a depender (en lo que atañe su respuesta sexual) de un determinado estímulo suscitador, poco importa lo contradictoria o aberrante que sea su naturaleza. En estos casos hay una total dependencia sexual de esos estímulos, hasta el punto de que sin su presencia resulta imposible la emergencia de dicha respuesta.”[4]

  • Posibles adicciones al sexo

          Los comportamientos compulsivos pueden llegar a producir una adicción. El adicto es un esclavo que depende psicológica y físicamente de una sustancia o de una conducta. En el caso de la pornografía, el adicto desarrolla una dependencia a las imágenes pornográficas. Ese comportamiento -que pudo haberse iniciado de manera experimental-  se acentúa hasta convertirse en una prioridad y en una conducta esclavizante.

            “De otra parte, esas imágenes y representaciones mentales que la pornografía suscita en sus consumidores acaban por producir en ellos una cierta habituación y dependencia: surge así la porno-dependencia; es decir, la conducta sexual dependiente de estos estímulos pornográficos. A partir de aquí, el porno-consumidor elaborará su patrón de comportamiento sexual, inspirándose o tomando como modelos las imágenes que ha visto en las cintas de video o en las fotografías que ha observado en ésta o en aquella revista pornográfica o a través de las actitudes, experiencias y repuestas que él recuerda de los principales personajes de aquella fotonovela o porno-libro que anteriormente leyó” [5].

          La adicción no se detendrá en esta pauta de comportamiento. Mientras más se fortalezca, más necesidad sentirá el individuo de aumentar el nivel de pornografía y nuevas conductas sexuales aparecerán. Es probable que la masturbación se convierta también en una adicción y que su vida empiece a girar alrededor del sexo.

  • Cultura de adicción al sexo

          Cada persona determina y configura su propia sexualidad. En la medida que el sexo se convierte en el centro de la vida de un individuo, la persona se sumerge en una cultura de adicción al sexo difícil de extinguir. Por efecto de la habituación, la conducta repetitiva, compulsiva y adictiva llega a consolidarse hasta convertirse en un estilo de vida.

          Ahora este individuo, adicto al sexo, no actúa independientemente, sino que pasa a ser parte de un grupo con quienes comparte su afición. De este modo reafirma su conducta y encuentra una excusa para sumergirse de lleno en una cultura de adicción al sexo.


4. Los efectos “positivos” y negativos de la AMS


            Efectos “Positivos”:

            En un acto homosexual no existe la complementariedad, ni el don, ni la acogida del otro en un sentido pleno. Es un acto egoísta y contrario a la naturaleza de la sexualidad humana. Es una relación que produce una intimidad ficticia (debido a que el camino que se ha elegido para encontrar dicha intimidad es equivocado) y unos efectos aparentemente positivos.

            Sabemos que la conducta homosexual es un intento inconsciente de reparar un déficit de masculinidad/feminidad inherente a la persona. A través del contacto físico se intenta llenar ese déficit y resolver el conflicto emocional que originan tales carencias afectivas.

            La persona que accede a un acto homosexual lo hace pensando que obtendrá bienestar. El individuo cree que la experiencia podría darle una respuesta a su dolor interior, una solución que, fantasmalmente, se interpreta como necesaria dado el carácter emocional extremo que originan tales sentimientos, solución que se puede considerar fácilmente como un "asunto de vida o muerte".

            A corto plazo, el acto homosexual posee muchas garantías de solución temporal, así que se le busca en un primer instante bajo el contexto de "mecanismo liberador de tensiones emocionales" y, en un segundo instante, se le considera como "respuesta definitiva al conflicto con la masculinidad/feminidad", pues, en ausencia de otras alternativas de solución, el cerebro se autoprograma para responder bajo modalidad de supervivencia a las necesidades psicológicas imperantes del momento.

“El acto homosexual alivia temporalmente los estados de estrés, como vemos de forma repetida en nuestros clientes: de forma más particular, la vergüenza, la aserción conflictiva, el estado de depresión (que yo llamo “Zona Gris”) y la postura social del “Falso Yo.”

Para mis clientes, el acto homosexual no representa sus intenciones personales, voluntad o auto-identidad, sino una violación de sus aspiraciones y objetivos de vida. La vida gay es insatisfactoria para ellos, por lo que entran en la terapia con la esperanza de reducir sus atracciones no deseadas y desarrollar su potencial heterosexual.

La conducta homosexual, para estos hombres, es un intento de restaurar el equilibrio psíquico para mantener la integridad de la auto-estructura. Por medio del acto homosexual, inconscientemente buscan conseguir un estado de autenticidad, aserción, autonomía y relación de género, pero se encuentran con que eventualmente no les proporciona nada de eso sino un sentimiento persistente de falta de autenticidad e incluso un desánimo más profundo.”[6]

            La principal motivación del primer instante en la búsqueda sexual, es precisamente el experimentar las sensaciones de euforia, bienestar y relajación que se traducen, usualmente, en patrones emocionales como el enamoramiento, la ilusión afectiva, el romance, la aventura... que son portadores de "revitalización"; es decir, del hecho real de "sentirse vivo".

            El segundo instante se caracteriza por la sensación de lleno temporal. De alguna manera, la sensación de "revitalización" tiene un efecto anestésico. Esto hace que el sujeto experimente, durante un tiempo considerable de horas o de días, la sensación de haber logrado alcanzar el objetivo que le impulsó a la realización del acto homosexual.

            Una vez que termina dicho efecto anestésico, reaparece la vieja y conocida conmoción psíquica caracterizada por la culpa y la frustración que vuelven a ser el origen del inalterable ciclo compulsivo. Es en este momento cuando se aprecian todas las consecuencias negativas de la conducta homosexual.

            “Sentirse vivo, emocionado, conectado, excitado en la actividad homosexual promete ese cargo visceral, ese “zap” de excitación primitiva que rescata al hombre del estado depresivo, impotente, “apagado”, que siente en la Zona Gris.”[7]

Efectos Negativos:

            Los resultados de estudios recientes sobre la salud física y mental y la longevidad de las personas con AMS son alarmantes. Las relaciones sexuales entre miembros del mismo sexo, caracterizadas por prácticas poco higiénicas y por altos niveles de promiscuidad, exponen a las personas que tienen conductas homosexuales a un elevado número de  desórdenes mentales y de enfermedades físicas.

            “Las consecuencias negativas, tanto físicas como mentales, del estilo de vida de los homosexuales y las lesbianas, han dado como resultado un promedio de longevidad bastante más bajo que el resto de la población. Esto se debe no sólo al SIDA, sino a que los ataques al corazón, el cáncer, las fallas hepáticas y otras enfermedades y peligros (como el suicidio y los accidentes), son bastante más frecuentes entre ellos. Comparados con los heterosexuales, los homosexuales tienen 8 veces más propensión a contraer hepatitis; 14 veces más la sífilis y 5,000 veces más el SIDA.” [8]

         El cuerpo humano no ha sido diseñado para tener relaciones sexuales anales. Es por esto que el varón con AMS sufre un mayor número de enfermedades. El Dr. John Diggs, autor de la publicación The Health Risks of Gay Sex, explica que "el recto es significativamente diferente a la vagina con respecto a la disponibilidad de la penetración del pene". La vagina, además de tener una membrana mucosa con múltiples capas que permiten que aguante la fricción sin hacerle daño, tiene lubricantes naturales y está reforzada por una serie de músculos. Diggs añade que  el recto  tiene pequeños músculos que solo permiten un paso de salida. "Con repetidos traumas, fricción y estiramientos, la esfinge pierde su resistencia y su habilidad de mantenerse cerrada. Consecuentemente, las relaciones sexuales anales conducen a que la salida del material fecal sea crónica". [9]   

          Los traumas causados en el ano y en el recto permiten que se mezclen sangre, material fecal y líquidos del cuerpo en ambas personas. Las relaciones anales facilitan, no solo la transmisión del SIDA, sino que también promueven la aparición de otras enfermedades.

          Contrario a lo que predican los activistas gays, el estilo de vida gay es poco saludable. Dos estudios extensivos publicados en Octubre de 1999 en la revista American Medical Association Archives of General Psychiatry confirmaban la relación entre la AMS, el suicidio y otros problemas mentales y emocionales. Los estudios revelaron que

"jóvenes que se identifican como homosexuales, lesbianas y bisexuales tenían cuatro veces más de probabilidad que sus compañeros heterosexuales de sufrir una grave depresión; tres veces más de sufrir desórdenes de ansiedad, cuatro veces mas de sufrir desórdenes de conducta, seis veces más de sufrir desórdenes múltiples y más de seis veces más de tener atentados suicidas”.

Cuando los resultados de ambas investigaciones fueron revelados, muchos activistas gays intentaron indicar que la causa de los problemas se debía a la homofobia. Sin embargo, estos estudios habían sido realizados en Holanda y en Nueva Zelanda, países donde las prácticas homosexuales han sido, desde hace muchos años, ampliamente aceptadas.

         En una reciente entrevista llevada a cabo al Dr. Richard Fitzgibbons por la Agencia Zenit, este conocido Psiquiatra norteamericano, que ha llevado a cabo extensas investigaciones en el tema de la AMS, informó que:

"los varones homosexuales tienen mayores posibilidades de experimentar graves depresiones, desórdenes bipolares, agorafobias y desórdenes de conducta compulsiva". Las mujeres lesbianas "a menudo eran diagnosticadas con depresiones severas, fobia social o con dependencia al alcohol". Concluyó diciendo que los hombres y las mujeres con AMS tenían un promedio más alto de sufrir desórdenes psiquiátricos y que "esto era el resultado de una forma de vida marcada por una promiscuidad desenfrenada y de una inhabilidad de compromiso, combinado con tristezas sin resolver, con una profunda inseguridad y con la cólera y la desconfianza de la niñez y la adolescencia".[10]

                                                                                                                
5. ¿Qué hacer al respecto?


            Si has llegado a experimentar algunos de los efectos negativos que produce la AMS,  es importante que recuerdes que la sexualidad es una función que puede ser transformada, mejorada y perfeccionada. Tu sexualidad está todavía por hacer y aún tienes tiempo de elevarla a sus máximas posibilidades.

            Gracias a tu libertad, la función de tu sexualidad puede ser corregida. Sería un gravísimo error quedarte experimentando para siempre un sentimiento asfixiante de culpabilidad. Procura abrir horizontes hacia tareas culturales, sociales, familiares y profesionales que den sentido a tu vida y que te permitan expresar sanamente tu afectividad.    



[1] Gloria Conde, Mujer Nueva, Trillas 2000, pág. 149
[2] Mercedes Arzu, Guía Práctica de Educación y Sexualidad, Palabra, 98, pág. 58
[3] Aquilino Polaino, Sexo y Cultura, Rialp 1998, Pág. 67-68
[4] Aquilino Polaino, Sexo y Cultura, Pág. 67
[5] Aquilino Polaino, Sexo y Cultura, Pág. 204
[7] Joseph Nicolosi, El significado de la atracción por el mismo sexo.
[8] Lo que usted debe saber sobre el homosexualismo, en:
[9] John Diggs, The Health Risks of Gay Sex, en:
[10] Richard Fitzgibbons The Psychology behind homosexuality, en:




3. Preguntas de interiorización y asimilación. 





1. Ideas fundamentales del tema: ¿Qué tienen que ver con tu vida los efectos “positivos” y negativos de la conducta sexual?


· Todo acto humano, al igual que el comportamiento sexual, debe de estar determinado por la naturaleza de la persona. La naturaleza de la sexualidad “exige” que, en una relación sexual, se integren los planos físicos, psicológicos, espirituales y culturales, es decir, todos los aspectos de la persona. Cualquier acto sexual es una realidad íntima que no solo afecta a la genitalidad, sino a la totalidad de la persona.


· Los cónyuges están llamados a la transmisión de la vida, pero el amor que une a los esposos, hace que la relación sexual sea mucho más que un posible acto procreativo o una simple gratificación sexual. La sexualidad en el matrimonio adquiere su verdadero sentido cuando está orientada e integrada por el amor. 


· El placer sexual es distinto de los otros placeres de los sentidos ya que está relacionado a la inteligencia y a la voluntad. Las relaciones sexuales desordenadas no están subordinadas a la razón, sino al placer que éstas producen. Si lo que se busca es únicamente el placer, la relación entre esas personas está destinada al fracaso.



· Otro uso inapropiado de la función sexual es la masturbación. Esta “válvula de escape” impide el desarrollo de una madurez afectiva y fragiliza el interior de la persona. La masturbación es un acto estéril y solitario ajeno a los fines de la sexualidad. El comportamiento masturbatorio hace que el individuo “aprenda” a disfrutar de la sexualidad de una manera narcisista. 


· Muchos aspectos de la personalidad de un individuo se adquieren a través del aprendizaje. Cuando se asocia un estímulo con otro, gradualmente se aprende a dar la misma respuesta a dicho estímulo hasta que se produce un hábito de comportamiento. Una vez que el individuo se condiciona o se acostumbra, siempre ofrece la misma respuesta. Lo mismo ocurre en el ámbito de la sexualidad. Cada persona configura su sexualidad y aprende a elegir el estímulo que “dispara” su comportamiento sexual. 


· Los comportamientos compulsivos pueden llegar a producir una adicción. El adicto es un esclavo que depende psicológica y físicamente de una sustancia o de una conducta. En el caso de la pornografía, el adicto desarrolla una dependencia a las imágenes pornográficas. Ese comportamiento -que pudo haberse iniciado de manera experimental- se acentúa hasta convertirse en una prioridad y en una conducta esclavizante. 


· Cada persona determina y configura su propia sexualidad. En la medida que el sexo se convierte en el centro de la vida de un individuo, la persona se sumerge en una cultura de adicción al sexo difícil de extinguir. Por efecto de la habituación, la conducta repetitiva, compulsiva y adictiva llega a consolidarse hasta convertirse en un estilo de vida. 




Eso también lo conozco de primera mano porque he conocido la adicción a la pornografía en nivel máximo, también participé en prácticas homosexuales, cibersexo, y he tenido mucho contacto con la masturbación a lo largo de mi vida. Todo sólo me ha traído desgracias y más problemas.






2. ¿Cuáles han sido los efectos “positivos” de tu AMS?


No aplica.



3. ¿Cuáles han sido los efectos negativos de tu AMS?


No aplica.




4. ¿Has sido parte de la cultura de adicción al sexo? Explícalo.


Sí, soy adicto a la pornografía y llevo en rehabilitación tres años, he conquistado grandes logros pero he podido evidenciar que esta problemática deja secuelas muy profundas a nivel fisiológico, psicológico y espiritual.





4. Ejercicios prácticos para la aplicación a la vida de todo lo trabajado en la Ficha.





1. Describe cinco maneras de responsabilizarte de tu conducta sexual.



· Tratar los problemas afectivos de fondo que son causa de presencia de parafilias y sexopatías, desde un enfoque biológico, psicológico y espiritual.
· Evitar las ocasiones que conllevan peligro y posteriores caídas
· Cortar cualquier conexión con el mundo del libertinaje sexual
· Edificar la vida en base a la libertad, el amor y la verdad.
· Cuidar de la salud y la propia vida como reflejo de un sentido profundo de responsabilidad sexual



2. Describe cinco valores que puedas utilizar para elevar, mejorar y perfeccionar tu conducta sexual.


· Amor
· Responsabilidad
· Autorrespeto
· Autorrealización
· Madurez



3. Describe cinco maneras de participar en la sociedad para eliminar la cultura de adicción al sexo. 


· A través de mi testimonio de superación personal aportando solidariamente mi experiencia a las demás personas
· Vinculándome en campañas en pro de la vida y de la castidad
· Vinculándome a campañas en pro de la salud y los riesgos de las ETS
· Apoyando a la iglesia católica en su pastoral social
· Comprometido a través de EPE con la difusión de la verdad en materia de los graves peligros del homosexualismo





5. Testimonios. 


Antonio Julián, que es seropositivo del VIH, nos muestra que los efectos de su conducta homosexual también lo han conducido al alcoholismo y a la adicción al sexo. 



(…) Tengo 51 años y el próximo mes de Julio cumpliré siete años del inicio de mi proceso de rehabilitación por un problema de politoxicomanía, cuyas drogas principales eran el sexo (la homosexualidad) y el alcohol. (…) padezco la seropositividad del VIH desde 1989 y aunque no evoluciono mal, ahora estoy ya para dos semanas de enfriamiento y reaparecen los miedos hacia el enfermar (…)

Van a ser, por tanto, casi siete años sin tóxicos de afuera, pero trabajando ese tóxico de adentro que se constituye como "homosexualidad" llevo menos tiempo (haciéndolo de un modo más claro y radicalizado), o quizás casi acabo de empezar. (…) En mi caso no había conciencia de falta de satisfacción, había más conciencia de autodesgaste y, progresivamente, de imposibilidad del amor sexuado entre dos hombres. La constante era la frustración (…)

(… ) Me viene el recuerdo de Mango Pedrón y de Pablo Peral, ambos comunistas y estudiantes de Medicina; el primero, de aires desenfadados y de imitación de lo masculino; el segundo, todo un tío viril y muy guapo de cara, ambos activistas, uno del PCE, el otro de la Joven Guardia Roja y del Partido del Trabajo. Mango solía decir del otro: “¡qué bueno que está ese cabrón, jo...”. Me extrañaba yo que se pudiera decir eso con la boca tan llena...

De Mango aprendí a ser gay, o mejor dicho, lo tomé como ejemplo de autoaceptación alegre, de culto a la libertad sin responsabilidad, de persona rica en fantasías y mentiras, (…). Mango supuso mi iniciación en esa mentira que es la homosexualidad y de todo lo que, en lo sucesivo, quedaría en mi interior asociado íntimamente con ella, sobre todo enajenación de la conciencia de culpa, rechazo de la responsabilidad, manipulación, y frivolidad. (…) Es aquí donde procede entender todo lo que sentí aquella primera vez, teniendo yo unos 16-17 años, por el verano del 71 o 72. Fue con el dueño de un restaurante de un pueblo cercano al mío, me siguió hasta los servicios y quedamos para que me llamara, de modo que otro día lo hizo y vino a recogerme y me condujo hasta una casa de su propiedad que estaba deshabitada. 

Al ver aquel cuerpo gordo, desnudo, peludo, de unos cuarenta años, tumbado y esperándome, sentí un profundo asco, no obstante me eché sobre él, y nada más hacerlo eyaculé (como lo haría un eyaculador precoz, tirado por la angustia) y me retiré rápidamente, pidiéndole que me llevara de nuevo a mi pueblo, cuanto antes... Y aquí viene el detalle curioso que no he podido olvidar: de regreso en su coche yo me sentía feliz interiormente, feliz por haberme aproximado a un hombre y feliz también por haber sentido asco, pero, en el fondo, fue aquella una sensación de felicidad inexplicable, incomprensible hasta el mismo día de hoy en que me encuentro con el “impulso reparativo”, eso que hemos sentido tras cada intento de reparar “la alineación de la propia masculinidad”. 

¿Quién me confirmaría en mi masculinidad? Yo era el “chiquitillo” de mamá y el “chatillo” de papá. Vivía de un modo asfixiante el hecho de pensar que me podía quedar “chiquitillo”, con una talla bajita, sabía que mamá odiaba eso..., odiaba muchas cosas de papá, también la talla... ¡TENÍA QUE HACER LO QUE FUERA PARA NO PARECERME A ÉL!”... ¿Qué sombra proyecta mi cuerpo cuando camino?, ¿tendré andares femeninos?, ¿se me notará que no soy suficientemente masculino?- eran preguntas-tortura a mis 12-14 años.

Cuaderno de Antonio Julián, 51, España, en: http://esposiblelaesperanza.com/foros/showthread.php?t=2836



Klever nos muestra que el dolor que produce la AMS le ha llevado a un intento de suicidio. 

(…) Recuerdo que desde niño he tenido este tipo de sentimientos, siempre preferí estar con las niñas y jugar con ellas antes que irme a dar de patadas en el fútbol, desde que tengo conciencia, siempre me han puesto apodos que como mariquita, meco, marimar y cosas así, algo que siempre me ha marcado es que desde que tuve 14 años o algo así, miraba la pelvis de mis compañeros, y una vez uno de ellos me hizo caer en cuenta de esta acción, lo malo es que lo hizo frente al resto de compañeros, eso de verdad me hizo daño y todos desde ese momento empecé a alejarme de todos. 

Todo en la época de la secundaria pasó en ocultarlo, pero cuando llegué a la universidad a los 18 años comencé a “aceptar mi condición”, así que empecé a buscar encuentros, al inicio, comencé cuando tomábamos licor con mis amigos, cuando ellos estaban borrachos yo aprovechaba para tocarlos, inclusive llegaba a más lejos como tener oral , esto me hacía sentir bien ese momento, pero cuando recordaba lo que había hecho me sentía realmente como una basura, pero nunca pude controlarlo, cuando tenía oportunidad acudía a un baño publico y miraba como orinaban los y muchas veces de ahí salía con personas con las que tenía relaciones, la mayoría de veces ni siquiera lo hacía en un lugar privado, sino que en un sitio donde no haya mucho transitar, de verdad que esto si me acababa en mi autoestima, pero nunca lo pude dejar de hacer. Mi único objetivo no se por qué era mirar el cuerpo de los hombres, ver como se excitaban y su eyaculación, la primera vez que tuve sexo anal lo hice con una persona que está totalmente drogada en su casa, por supuesto que sentí mucho dolor, pero no me disgustó la situación, esto fue como a los 19 años, y de verdad esto me condujo a buscar este tipo de relaciones más seguido. 

Pasaron muchos años y siempre continué de la misma manera, entre encuentros, licor y relaciones. Recuerdo una vez que los amigos de mi barrio estábamos tomando en un parque frente a mi casa y se terminó el licor y se fueron todos a comprar más, pero yo hice todo por quedarme con un joven que estaba total mente borracho, se fueron e inmediatamente comencé a abusar de él, pero cuando estábamos en medio de esta relación, llegaron todos y me descubrieron de verdad que en ese punto me sentí de lo peor, nunca más tuve amigos en mi barrio, los amigos se alejaron y para mí esto si me dolió, tanto que a los quince días estuve con vendas en mis muñecas pues intenté suicidarme, sentí realmente que no era una persona que merecía vivir, pues nunca acepté la supuesta homosexualidad. 

Cuaderno de Kléver, 30 Ecuador




Responde: 

  • ¿Qué destacas de estos testimonios?



Muestran el gran drama del libertinaje sexual, le realidad de la promiscuidad gay, y el sin fin de consecuencias negativas que conlleva ese estilo de vida.


  • ¿Con qué aspectos de estos testimonios te sientes identificado? ¿Por qué?



Con el sentimiento de decepción que es el pan de cada día de ese estilo de vida, uno no encuentra paz ni felicidad haciendo todo eso y en compañía de ese tipo de personas.


  • ¿Qué aspectos de estos testimonios son “pistas” importantes para tu Autoayuda? ¿Por qué?



En el fondo todos buscamos lo mejor, pero nos equivocamos de caminos muchas veces, y hasta terminamos obstinados en la maldad y la locura. Dio gracias a Dios porque sé que su misericordia evitó que cayera a lo más bajo de ese estilo de vida, y porque siempre apartó de mi vida a las personas que me hubieran llevado fácilmente al abismo.





6. Ejercicios de Auto Conocimiento Personal





1. Busca un HECHO representativo, pasado o presente, que hayas vivido en tu infancia o en tu adolescencia que haga relación a los efectos negativos de tu conducta sexual y que creas que ha influido en tu AMS.

Un efecto claro de lo negativo que dejó mi conducta sexual fue el contagiarme con el virus del papiloma humano y exponerme al VIH.




2. Describe tus emociones o sentimientos con relación a este hecho.

Por efecto de mi TOC llegué a tocar la frontera con la locura y la desesperación.




3. Describe los pensamientos automáticos negativos que te vienen a la mente al vivir o recordar este hecho.

No es agradable tener un virus sobre la piel que se va a estar manifestando ocasionalmente, y me horrorizó durante meses la zozobra y el miedo de estar posiblemente infectado con VIH, hasta el punto que luego de tres pruebas de VIH en un lapso de 2 años, aún mantenía la duda y el miedo.




4. Desde lo que has descubierto y aprendido en esta ficha responde racionalmente a cada uno de los pensamientos automáticos anteriores. 

Después de esas experiencias tan espantosas con el tema del VIH, no existe la más mínima posibilidad que busque revivir el sufrimiento de esos tiempos, además ya no interesan esas prácticas porque experimento un profundo rechazo a ejecutarlas dada la naturaleza aberrante y disfuncional que tienen la mismas, pero sin duda que el tema de la salud y cuidado de la vida es lo de mayor peso en mi resolución




5. Qué resultado se produce en ti al contrastar tus pensamientos y tus emociones y las respuestas racionales. 

En este punto también puedo decir LECCION APRENDIDA.




6. Escribe 3 acciones, compromisos o actitudes que vas a realizar en estas dos próximas semanas para madurar tu personalidad en este aspecto. 

Ya maduré mi personalidad en este aspecto, ni de riesgo el tema de buscar encuentros sexuales, me queda continuar rehabilitándome del problema de adicción a la pornografía.




7. Revisa si has cumplido satisfactoriamente los compromisos de la Ficha anterior. 

Ídem a la ficha anterior.




7. Recursos para profundizar (Trabaja al menos uno de estos recursos cada Ficha):




a. Artículos.


· Joseph Nicolosi, El significado de la atracción por el mismo sexo, en:



· Revisión de la Autoayuda Reparativa: Parámetros y fundamento para el cuidado ético, en: 



· La bioética y la orientación del comportamiento sexual humano, de Aquilino Polaino, en: 


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