Mi historia erótica


Respecto a mi historia erótica, solo tengo que agregar que esa era la concepción que manejaba del tema basado en mis constructos mentales de ese año, en ese tiempo pensaba que era bastante probable que fuera homosexual porque me masturbaba pensando en "hombres", veía porno gay, me excitaba pensar en penetraciones anales, y la mayor parte de mis fantasías sexuales eran de tipo homo, así que la conclusión era fácilmente muy obvia.

Con los años descubrí que no me gustaban los hombres porque no me atraía la masculinidad ni los cuerpos de los varones como tal, también me di cuenta que no era un efebófilo porque mi atracción por los adolescentes no era realmente sexual... en realidad todo era un asunto del autismo, del sistema de funcionamiento cerebral que se basa en obsesiones profundas, o mejor dicho, en fijaciones existenciales relacionadas con un objetivo muy importante para mí... y el instinto sexual siempre proyecta su energía unitiva y dominante de alguna manera... es posible que muchas personas sexuales tengamos ganas de tener sexo a menudo, es un movimiento inconsciente primario, pero otra cosa es carecer de un objeto humano sobre el cual proyectar ese deseo, así que puede ser bastante común que se recurra a un acto masturbatorio en solitario para aplacar la líbido, sin embargo, en la fantasía erótica no se recurriría al recuerdo de una persona específica sino a una colección fotográfica o videográfica de tipo hetero-homo-bi o cualquier otro para conectar el deseo sexual... como todo el mundo sabe, la observación de imágenes de coito anal o vaginal crea fuertes estados de excitación en todos los casos.

Se da el caso de asexuales que carecen de líbido como producto de eventos neurológicos o como parte de la variabilidad genética, y en dichos casos, los procesos de excitación sexual corresponden únicamente a eventos durante el sueño, puramente inconscientes... o puede que nunca se den, de esto último no he documentado algo que valga la pena.

Hay que comprender que uno no puede cambiar de orientación sexual o carecer de ella de un día para otro... ese es un proceso que toma tiempo, y que se basa en una reprogramación del cerebro y de los programas que regulan al instinto en materia sexual.



Martes, 21 de noviembre de 2006



Describe tus fantasías sexuales, desde el pasado hasta el presente, explicitando cómo han cambiado a lo largo del tiempo. ¿Qué actividades se realizan en ellas y en qué entorno?



En mi infancia y en mi niñez no recuerdo haber tenido algo tan concreto como una fantasía sexual consistente, se que a los 5 años veía en mis sueños a personas desnudas, a otros niños, pero solo pasó en ese año.


A partir de los 12 y hasta los 14 años fantaseaba con mujeres desnudas, ellas eran mayores de 20 años, chicas de la televisión, de revistas y de libros. 


Solo experimentaba estas fantasías durante la masturbación, y muy pocas veces en el diario vivir porque me esforzaba por ser casto y hacía el esfuerzo de no mirar a las chicas.



De los 15 a los 17 años tuve mayormente fantasías homosexuales y solo me llamaba la atención los compañeros de mi rango de edad, chicos mayores de 13 y menores de 17. Las fantasías se limitaban únicamente a desnudez y masturbación recíproca. Imaginaba desnudos a los chicos que me atraían que por lo general eran compañeros del colegio o desconocidos de la calle. 

En esta edad nunca fantaseé con besos, sexo oral ni anal. El ambiente de la fantasía era una habitación o el lugar en el que me encontraba en ese momento.


Después de los 18 y hasta la época actual las fantasías homosexuales tomaron un rumbo mucho mayor. Las fantasías de los años anteriores continuaron, pero se le sumaron escenas de sexo oral y anal. A esta edad inicié mi relación con la pornografía gay, tuve un completo acceso a toda clase de ejemplos reales de actos homosexuales, y todo esto enfermó mi mente.

A los 18-19 todavía me atraían mis iguales, pero después de los 20 se esfumó el interés homoerótico por la gente de mi misma edad y se centró únicamente en adolescentes. Al principio veía pornografía heterosexual y gay de adultos, pero como casi no me gustaba, me puse en la tarea de buscar únicamente la de adolescentes, y con el paso del tiempo dejé la hetero y solo coleccioné la gay. 

Continuaba fantaseando con los muchachos que veía cuando caminaba por las calles, con mis conocidos, con mis amigos virtuales y con cualquier imagen masculina asociada a la adolescencia; pero las fantasías tomaron como único eje el contenido y la situación de los videos. 

Al principio me llamaba la atención las fotografías, pero después solo los videos y las escenas de la imágenes de la webcam durante el cibersexo. Durante estos años mi atención como coleccionista de videos se concentró en los penes y en el sexo anal. Otro aspecto que me llegó a obsesionar dentro del mundo de la pornografía fue el tema de las orgías. 

Este periodo fue muy espantoso porque cada vez que miraba a otro hombre que me atraía lo único en que pensaba era en sexo y cuando veía un grupo de muchachos venía inmediatamente a mi cabeza la idea de una orgía. 

El sexo anal fue algo que siempre me causó mucha curiosidad depravada. En mis fantasías y deseos homosexuales solo estuve interesado en asumir el rol activo porque el pasivo significaba una asociación directa con la feminidad y de ninguna manera llegué a visualizarme como una mujer o haciendo algo que me vinculara con los roles de ese género, sin embargo estaba dispuesto a ceder y tomar tal papel si la conquista de un amante atractivo no dejaba otra opción.


El sexo oral y las restantes prácticas homosexuales siempre me llamaron la atención y mantuve todo el tiempo una posición abierta a practicarlas. También llegué a dedicar una parte de mi colección al género hetero/bi porque las escenas donde aparecían mujeres me parecían más calientes. Cuando perdí el interés por los videos me obsesioné por ver escenas reales, pero la gente no aceptaba ningún tipo de voyeurismo, así que decidí bajar las fantasías a la realidad y hacer verdaderas esas cosas con las que soñaba despierto, aunque el peligro del VIH me causaba un gran temor. 

Planeé algunas aventuras sexuales con la gente a la que conocí en la internet, la mayoría de ellos buscaban sexo anónimo y unos pocos una relación de pareja, yo también quería lo primero pero lo segundo me llamaba la atención porque en el fondo lo que yo quería era tener un amigo íntimo ideal, pero siempre fui muy mezquino a la idea de sostener una relación de pareja con otro hombre al estilo heterosexual. 

MIS FANTASÍAS Y DESEOS HOMOSEXUALES SON UN INTENTO DE CREAR INTIMIDAD CON LOS HOMBRES Y DE CONECTAR CON LAS CUESTIONES MASCULINAS QUE ME SON DESCONOCIDAS O QUE NO COMPRENDO MUY BIEN, Y UNA FORMA INFANTIL DE PRETENDER ABSOBER LOS ATRIBUTOS MASCULINOS CORPORALES QUE NO TENGO Y QUE NO HE LOGRADO APRECIAR CORRECTAMENTE EN MI; SON ADEMAS UN MECANISMO REPARADOR QUE INTENTA REVIVIR MUCHAS DE LAS VIVENCIAS ESENCIALES-BASICAS MASCULINAS QUE PERDÍ CUANDO FUI ADOLESCENTE.

Actualmente no estoy buscando aventuras sexuales ni le doy rienda suelta a mis fantasías porque tengo conciencia clara de las motivaciones que subyacen tras esos deseos homoeróticos. He cortado con la conducta sexual pero no tengo control absoluto sobre la atracción homosexual, aunque solo fantaseo morbosamente con los chicos cuando tengo mucho estrés o me siento enfadado o necesito con urgencia la compañía de un amigo, sin embargo éste estado emocional es menos intenso y se disipa rápido, ya no puedo mirar con los ojos de antaño estas fantasías porque conozco su significado, incluso fantaseo viéndome a mi mismo rodeado de muchos amigos, jugando con todos ellos y conversando animosamente con los que me atraen, entre otros muchos pensamientos positivos.

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