Esquemas de terapia de oficio durante el 2007
Los siguientes escritos tratan sobre el marco de terapia que estuve implementando en el mes de agosto de 2007, básicamente se trataba del esquema de terapia de Richard Cohen adaptado a mi vida y a mi situación tan particular. Recuerdo que en ese tiempo hice un trabajo excelente, me seguía torturando mucho el TOC (trastorno obsesivo compulsivo) y su gama de obsesiones, pero les estaba haciendo frente con valentía, que era lo realmente importante.
La última parte trata sobre mi propia concepción respecto a la supuesta homosexualidad por la que inicié en parte del trabajo de la terapia reparativa.
Siempre fui autista, pero sólo llegue a saberlo hasta el año pasado, y en los años anteriores sus manifestaciones tan inusuales y tortuosas las adjudiqué a algo muy parecido al Trastorno Obsesivo Compulsivo, pues como ya lo dije, a falta de un mejor concepto, ese sirvió un poco para definir la situación.
Domingo, 12 de agosto de 2007
Las últimas semanas han estado rodeadas de
preocupación, tedio y estrés. Me he sentido muy insatisfecho debido a que no he
logrado cumplir cabalmente mis objetivos académicos, como tampoco he logrado
sacar tiempo para conseguir nuevos amigos y consolidar los vínculos existentes
con varias personas que recientemente ingresaron a mi vida. También me ha
acongojado el no lograr la realización de actividades recreativas que me
proporcionen un mayor nivel de bienestar.
El mayor obstáculo en la ejecución de mis
planes sigue siendo el TOC, es un problema difícil de resolver, el malestar que
me causa es muy grande, me incapacita para disfrutar de la vida y consigue
bloquear varios componentes de mi inteligencia. Cuando logro controlar el TOC
me siento libre, feliz, lúcido, capaz, seguro y con una alta capacidad
operativa para resolver todo tipo de problemáticas.
Como avances cabe destacar que he logrado
entender casi todo lo que sucede en mi interior, y esto me ha permitido
identificar con su respectivo nombre cada situación emocional, y he podido
aplicar correctivos y recopilar información experiencial para futuros eventos
del mismo tipo. He logrado conectar emocionalmente mucho más con mi familia. Me
siento muy a gusto en mi relación con el Señor H., hemos tenido grandes
instantes para crecer y conocernos más, son muchos los momentos inolvidables
que hemos compartido juntos.
He mejorado gran parte de mi autoestima, pero
todavía es muy largo el camino para elevarla completamente, debo realizar un
proceso extensivo de reconstrucción de mi autoconcepto y mi autoimagen, y para
ello requiero tener un trato muy estrecho con las personas que representan mis
necesidades de socialización más imperiosas; también necesito relacionarme con
todos aquellos a los que están fuertemente ligados mis traumas.
Es transcendental sentirme realmente amado,
aceptado tal y como soy y con la plena certeza de que soy alguien importante y
valioso para los demás. Dentro de poco comenzaré un trabajo de autoestima más
formal.
El año pasado superé mi adicción a la
pornografía, y aunque he tenido ocasionales caídas, siento que este momento no
soy esclavo de ese vicio. He logrado avanzar en esa lucha gracias a los logros
obtenidos en todo el amplio marco del tratamiento, especialmente en lo
concerniente a educar la
voluntad, hacer amistades reales y consolidar las ya existentes.
Estos aspectos tan relevantes se han traducido
en satisfacción de necesidades emocionales básicas. También debo mis triunfos a
una mayor capacidad para percibir la verdadera realidad y al uso de varias
técnicas psicoterapéuticas. Las caídas han sido el producto de mis descuidos y
todo lo asociado al TOC.
La masturbación es otro aspecto que tengo bajo
control, la forma en que he logrado superar el uso de este calmante emocional
ha sido muy parecida al sistema de trabajo que he empleado con la pornografía.
Para vencer el impulso masturbatorio es indispensable suprimir los pensamientos
sexuales, no hay que dejar que permanezcan en la mente, pues son éstos los que
causan el deseo sexual, y son más fuertes cuando vienen como producto de la
exposición a la pornografía.
Hay que cortar con la fantasía desde el
momento en que toca la imaginación. Para conseguir este objetivo es crucial
identificar las necesidades emocionales de ese instante, para su posterior
satisfacción saludable; también es necesario liberar la energía sexual por
medios sanos. Recuerdo que hace un par de meses publiqué un artículo en este
portal sobre los procedimientos prácticos para resolver y superar los deseos
sexuales lujuriosos y que titulé: MIS MÉTODOS
PERSONALES PARA LIDIAR CON LOS DESEOS SEXUALES.
El asunto de buscar aventuras sexuales lo he
descartado de raíz, y no solo por las implicaciones médicas que éstas
actividades conllevan, sino sobretodo porque deseo hacer las cosas bien y ser
consecuente con mis ideales.
He aprendido que quienes buscan sexo anónimo y
viven de la lujuria son personas que poseen una autoestima muy baja, no se
quieren a si mismo ni aman a los demás, se encuentran repletos de profundos
vacíos emocionales que intentan cubrir con esas prácticas, pero no lo consiguen
ya que esas actividades son inútiles, frustrantes y vergonzosas; y siempre se
sienten al término de ello peor que antes.
Si uno quiere realmente salir de eso necesita
seguir un plan de trabajo muy estricto y rodearse de mucho apoyo, pues solo un
ambiente de cálido amor puede sanar y recrear el corazón. Si uno decide luchar
a solas, prometiendo mil veces no volver a hacerlo y organizando planes
inconsistentes, poco prácticos e inapropiados, nunca saldrá de ese círculo
vicioso, pues la soledad inevitablemente conduce al fracaso, así como el no
hacer algo que sea verdaderamente efectivo.
En cuanto a la terapia cognitiva he adquirido
dominio sobre las habilidades de comunicación, en especial la asertividad,
ahora si se cómo hablar inteligentemente con todo tipo de gente y en variadas
situaciones sin miedo y sin tensión. Manejo técnicas de asertividad como son la
aserción positiva, la aserción empática, la aserción progresiva, negativa…
también conozco el banco de niebla, el disco rayado, seguir la corriente, dar
cuerda, dar punto final, insistir y las varias pautas de negociación.
También se utilizar estrategias y técnicas
para resolver problemas e identificar el significado de los sentimientos. De
gran ayuda me ha sido la técnica focusing, y aunque no la uso muy a menudo ya
que me considero más una persona de tipo psicoanalítico, recuerdo con alegría
que su empleo me ha brindado muchas gratificaciones emocionales y serenidad. La
técnica de la escucha reflexiva combinada con el enfoque corporal me ha servido
para ayudarle a las personas a entender y solucionar sus conflictos.
Otro aspecto al que le he prestado atención ha
sido al de las técnicas de relajación y de inoculación del estrés, pero por
ahora he tenido que suspender el estudio de estos temas. Me he hecho de un manual de
psicoterapia cognitiva el cual planeo trabajar apenas finalice
la primera parte del curso de autoestima.
Los mejores resultados de la psicoterapia
cognitiva los he visto plasmados en el avance en el proceso de corrección de
las distorsiones de pensamiento y la potenciación de las habilidades sociales.
Y aunque no he tenido la oportunidad de probar toda la teoría y de aplicar
todas las técnicas, me siento capacitado para afrontar muchos retos de ese
tipo.
He logrado avanzar bastante en cuanto a
controlar la excitación homosexual, y a pesar de que continúo sintiendo la atracción
hacia los chicos adolescentes, ya no la experimento de forma obsesiva. He
conseguido encauzar la lujuria hacia el lado de los deseos positivos y la sana
amistad. Mi mayor victoria en este campo obedece al mejoramiento de mi
autoestima derivado de la neutralización de la queja neurótica.
Hiperdramatizo los sentimientos de
inferioridad; estoy dejando de caminar encorvado, pues siempre que veía a un
muchacho atractivo o a un grupo de muchachos, yo parecía como un perro con el
rabo entre las piernas, ahora lo(s) miro sin miedo, siendo consciente que yo
tengo muchas cosas en mí de las cuales debo sentirme orgulloso.
Si la queja interior viene por la estatura,
imagino que soy un hombrecito de 20 o 30 cm de altura que camina entre
gigantes; si la queja es por la ropa, pues me veo a mi mismo como a un pobre
harapiento que camina tranquilamente y sin vergüenza en medio de un grupo de
personas lujosamente vestidas; si es mi cara o mis dientes el motivo de la
inferioridad, pues me visualizo más feo que nunca con el propósito de reírme de
mi mismo y de ponerle humor a la situación.
La idea que he perseguido por semanas es la de
dejar de humillarme y de despreciarme a través de esos actos comparativos que
hago cada vez que miro a otros hombres “llamativos”. Cambiaré los aspectos de
mi cuerpo que se puedan mejorar y aceptaré aquello que ya es irreversible, el
desafío es exigente pero se que se puede conquistar.
No le daré más importancia a las opiniones de
los demás que no sean constructivas, y si alguien me rechaza o se burla de mí,
entonces lo lamento por esa persona que no sabe lo que se pierde ni la magnitud
de los disparates que dice.
La terapia psicodinámica – interpersonal casi
no la he podido aplicar, ya que requiere inversión de tiempo y recursos, pero
es la esencial para curar las heridas emocionales y satisfacer los déficit.
Conozco varias técnicas terapéuticas de este tipo y las aplicaré a su debido
tiempo.
En el momento sigo constituyendo mi grupo de
apoyo básicamente integrado por la gente de mi círculo social, mi familia y
los(las) actuales y potenciales nuevos(as) amigos(as) adultos(as) y
adolescentes residentes en mi ciudad; también mantengo contacto virtual con
algunas personas involucradas en procesos terapéuticos para la resolución de
conflictos psicológicos y la AMS, y por supuesto con los compañeros de camino,
pero por ahora he tenido que suspender las relaciones virtuales y a distancia.
Estoy sembrando las bases de esta importante
labor porque se que el grupo de apoyo es vital para el tratamiento, ya que sin
él no existirán avances representativos ni curación auténtica. Pospuse este
trabajo por las cuestiones del estudio, he de caminar lento por ahora.
Divisé varios grupos juveniles pero no he
podido asistir a las reuniones. Me integraré a la Cruz Roja Colombiana luego de
presentar a mediados de septiembre aquel examen que estoy preparando en la
actualidad, y trabajaré como voluntario en la sección “Juventud”. Me he
acercado un poco a las mujeres y he aplicado la hiperdramatización ante las
quejas neuróticas que surgen del trato con el sexo opuesto, ahora si soy capaz
de mirarlas a la cara y de no sentirme tan nervioso.
Mis actividades de terapia conductual están
orientadas en este momento hacia el fortalecimiento del positivismo, la
autoestima, la alegría de vivir y la creación de hábitos saludables
consistentes.
Diseñé un formato de HOJA DE EVALUACIÓN DIARIA
basado en un modelo creado por el doctor Richard Cohen. A través de ese esquema
pretendo comprometerme a fondo y seriamente con todas esas importantes
actividades que me convertirán en un hombre satisfecho con su vida y con lo que
hace.
Es difícil cumplir con todas esas tareas al
comienzo, pero se debe buscar una combinación acorde con la rutina diaria y en
los ambientes en los que uno se desenvuelve cada día. Hay que estar atentos a
cada oportunidad que se presente sin descuidar los compromisos académicos y/o
laborales.
Mi psicóloga apoya este sistema de evaluación y las actividades que he
planteado para desarrollar cada día de la semana.
Muchas veces no se puede hacer todo, pero lo más importante es trazar un
objetivo claro para cada semana, al final de un largo periodo uno se da cuenta
que ha conseguido realizar todas las actividades y las ve como una parte
integral del diario vivir.
Por falta de tiempo tuve que suspender algunos ítems de la terapia, y por
consiguiente la hoja de evaluación, pero tengo presentes las tareas que son
vitales para mí y me esfuerzo por realizarlas cuando se da la ocasión.
Debo aceptar que últimamente me he descuidado mucho debido a ciertos
imprevistos y las obligaciones absorbentes. Este trabajo requiere esfuerzo pero
vale realmente la pena.
El TOC continúa siendo mi mayor problema psíquico, es el motivo por el que
busqué ayuda profesional, siento que sin ese malestar tan marcado podré
resolver con más rapidez todos mis otros conflictos emocionales e
inconsistencias psicológicas.
No he seguido un tratamiento lineal con mi psicóloga para tratar el TOC, hemos
abordado algunos aspectos, pero hemos estado más centrados en hacer una
evaluación general de toda la problemática interna, sin embargo planeo pedirle
que asumamos por ahora la tarea de resolver particularmente el TOC ya que ese
es mi principal dolor de cabeza y la mayor limitante de mi vida, obviamente que
eso nos llevará a ubicar el hilo conductor al que están unidos todos los demás
trastornos y que conduce a la causa primaria del desequilibrio general.
Sigo un poco intranquilo por el asunto del VIH, mi médico afirmaba que uno de
los mayores tormentos de la situación es esa prolongada incertidumbre, y ahora
comprendo por qué lo decía. Para adquirir el VIH por vía sexual no se necesita
ser promiscuo o tener relaciones con gente promiscua, el único requisito para
infectarse es tener mentalidad de tonto, ser inmaduro y vivir como ignorante.
He diseñado un proyecto para incrementar mi inteligencia en el campo teórico,
analítico, creativo, sintético, intuitivo y emocional. Esta nueva iniciativa me
tiene muy contento y optimista, les hablaré de este asunto en otra ocasión.
Y para terminar, me parece conveniente citar algunas máximas que considero son
de gran ayuda para comunicarnos con nosotros mismos, adquirir seguridad y tener
presentes nuestros derechos:
· Realizo mis elecciones y acciones con responsabilidad y sin temor.
· Solo yo decido el modo como utilizo mi tiempo, pongo límites a quienes no
respetan esto, hago acuerdos para combinar mi tiempo con el de otros sin
someterme.
· Me aplico a mi trabajo con responsabilidad pero, si algo no va bien, no es
porque yo sea un fracaso sino que todavía tengo que aprender más.
· Me hago responsable del modo cómo trato a los demás y evito repetir lo que a
mí me hizo sufrir.
· Tengo confianza en poder resolver lo mejor posible cualquier situación.
· Aprendo a comunicar mis sentimientos y respeto los de otros.
· Cambio mis opiniones sin temor si me doy cuenta que no eran correctas.
· Soy un(a) hombre(mujer) valioso(a), capaz, creativo(a) y estoy abierto(a)
para cambiar todos los aspectos de mi vida.
Si una persona tiende a valorarse de esta manera se transforma en el guía de su
propia vida y está protegida de sentir culpas irracionales, de creerse incapaz,
mala o inútil, de tener que complacer para ser aceptada.
Esta pregunta hace referencia al trabajo de la ficha 1.3.
Observa tus propios pensamientos y sentimientos en
relación a ser o tener la homosexualidad
En ningún momento de mi
vida me pasó por la cabeza la idea de definirme como "homosexual" o
de adjudicarme los términos "gay" o "bisexual". La mayor
parte del tiempo en que estuve involucrado en cuestiones homosexuales veía mi
conducta y mis pensamientos como una "forma exótica" de diversión y
distracción, como un simple medio para evadir mi dolorosa realidad y aliviar
mis terribles frustraciones. Debido a que vivía abstraído desconectado de mi
mismo y sumergido en un mundo virtual, no le di la debida importancia a lo que
acontecía a mi alrededor, y todas esas etiquetas socioculturales tuvieron la
mínima relevancia para mi.
Fue luego de varios años
cuando comencé a entender que todo aquello que me sucedía no era normal y
representaba un problema grave para conseguir mis objetivos y ser feliz.
Comprendí que debía
encontrar la explicación a todo eso y un camino para superar y resolver esa
problemática, así que me centré en la AMS por ser esa la situación que me
parecía más curiosa y el asunto en el que más había invertido tiempo, energía y
dinero con decepcionantes resultados de gratificación emocional.
Con el estudio de las
causas de la AMS se abrió mi panorama y pude darme cuenta que debajo de ese
trastorno psicológico estaban arraigados problemas emocionales y mentales mucho
mayores, esto facilitó que luego llegara a la conclusión de que todo eso fue lo
que fundamentalmente me limitó en la vida.
Nunca he tenido una
tendencia homosexual genuina ya que mi interés sexual por los hombres se limita
exclusivamente a varones adolescentes, lo cual se conoce como efebofilia, y
puesto que esa atracción por el mismo sexo es muy restringida, no existen
criterios sólidos para incluirme dentro del gran concepto de auténtica
homosexualidad, ya que ésta posee como principal causa las heridas paternas y
la identificación con el mundo femenino, lo cual genera como su fundamental
manifestación sintomática el fenómeno conocido como androfilia (atracción
homosexual hacia jóvenes adultos y hombres mayores de mediana edad).
La verdadera efebofilia
es un proceso de estancamiento psicológico que mantiene atrapado al sujeto en
los años de su adolescencia, impidiéndole completar los procesos de maduración
afectiva, identificación masculina con sus iguales y plena satisfacción de las
necesidades emocionales de la edad. La efebofilia es un mecanismo de
reestructuración psíquica por supervivencia basado mayormente en
sobreprotección durante la niñez, baja autoestima, heridas de autoimagen,
homoemocionales - sociales (por compañeros) y heteroemocionales.
Debido a que me encuentro
psicológicamente congelado en la adolescencia, es muy probable que mi problema
homosexual sea más bien una forma de "bisexualidad transitoria",
situación característica de los muchachos púberes con personalidad vulnerable
susceptible de confusión, pero que con la debida orientación y afirmación de
género y masculinidad logran encontrar al poco tiempo en la heterosexualidad el
modelo de vida y el patrón conductual de sus auténticos intereses psicoafectivo
- sexuales en pro de la complementariedad con el sexo opuesto y la continuación
de la vida.
Fue por la falta de
orientación que no logré integrar los elementos necesarios para llegar a esa
meta, proceso que fue obstruido por las variables que favorecen la efebofilia y
por mi trastorno de personalidad parentificada, el cual hizo que reprimiera mis
intereses de adolescente y que practicamente me saltara la vivencia correcta de
tan importante etapa de la vida.
Todo eso ha hecho que en
la actualidad continué sintiéndome como un adolescente en busca de su
realización y sus sueños, también pienso que mi obsesión por el sexo gay fue
causada por la prolongada exposición a la pornografía.
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