Ayudando a un adolescente a abandonar la homosexualidad
Tengo un ahijado de confirmación, la confirmación es un sacramento y un rito propio del catolicismo por el cual la gente recibe los dones y la efusión de Dios Espíritu Santo, este sacramento por defecto lo administra o un obispo, y requiere que los varones busquen a otro varón que los acompañe en la recepción del sacramento y les sirven como guías de la vida cristiana.
Este ahijado lo obtuve en mis tiempos de catequista en una parroquia cuando yo trabajaba y estudiaba en el seminario, cuando nos conocimos él contaba con 13 años de edad. Con el tiempo nos hicimos amigos, y nos veíamos con cierta regularidad, nunca sospeché de su interés sexual por los otros hombres.
Un día nos encontramos accidentalmente en un sala de chat gay de la ciudad, nos agregamos al msn messenger y cuando pusimos las webcams nos llevamos tamaña sorpresa... así que me enteré que él se consideraba bisexual, y yo le manifesté que era una persona confundida en ese tema, pero que experimentaba cierto interés por el sexo gay.
Una vez fui a visitarle con la idea que observáramos algunos videos pornográficos, y así lo hicimos, y en cierto momento él quiso que tuviéramos relaciones sexuales... entonces yo lo rechacé porque tomé conciencia de lo que él significaba verdaderamente para mí desde la perspectiva cristiana, y desde todo el conjunto de valores que una vez le enseñé... en aquel entonces él contaba con 17 años.
Luego de ese suceso nos distanciamos bastante, y rara vez conversábamos en la red... él continúo con una vida gay muy activa, y a menudo experimentaba gran culpa... una vez recurrió a mí para que le ayudara con el tema de la terapia reparativa porque su madre había descubierto su interés sexual por los hombres y eso le estaba causando muchos problemas, y pues yo accedía a ayudarle... pero, en realidad él no deseaba ningún cambio, estaba muy feliz con su vida como bisexual, y sólo quería complacer a su madre y evitar problemas en su casa.
De cualquier forma, me pidió que me pusiera en contacto con un aspirante a padrastro, y así lo hice. Creo que esa persona nunca le brindó alguna ayuda significativa... la cuestión fue que desapareció de mi vida, me borró de facebook, se trasladó de domicilio, cambió de número telefónico y jamás volví a verlo o a tener alguna noticia de él a la fecha... ignoro si está vivo, o si aún se encuentra en la ciudad o en el país
Yo espero que se encuentre bien y volver a verle algún día, y como siempre, cuando la gente decide abandonarme o irse de mi vida sin motivo dejo las cosas así, no me gusta insistir para que cambien de parecer, sólo haría eso si yo hubiese cometido un error y tuviese que pedir disculpas, no temo buscar el perdón de los demás cuando yo soy el que ha actuado mal.
A continuación una entrada que hace referencia a mi ahijado, y una carta que le escribí a su casi padrastro por petición de él:
Jueves, 18 de octubre
de 2007
En este momento de mi
vida me encuentro totalmente centrado en superar mi TOC y todos los trastornos
de personalidad asociados a ese padecimiento y a los sentimientos de atracción
hacia el mismo sexo; es una obligación que trate mis problemas más difíciles,
pues si no hago eso, entonces de nada servirá trabajar otros niveles y
conflictos menores. Solucionar el TOC me proveerá de las herramientas y la
actitud para salir de las heridas homoemocionales, heteroemocionales y de
autoimagen en poco tiempo.
En este momento estoy
conceptualizando la información sobre distorsiones cognitivas, supuestos
personales y pensamientos automáticos erróneos, puesto que son las principales
causas del autosabotaje interior y la neurosis. He aprendido la técnica de la
inoculación al estrés y estoy fundamentando un interesante procedimiento para
resolver todo tipo de problemas de la vida diaria. Me ejercito a menudo en
relajación corporal para contrarrestar mi ansiedad crónica.
Por ahora no he podido
ser constante en el desarrollo de las fichas dada la cantidad de trabajo que
tengo respecto al TOC, también estoy resolviendo algunos asuntos laborales,
curándome de una bronquitis, construyendo un grupo de amigos adolescentes y
dedicado a recuperar a mi ahijado a como de lugar y en la medida de mis
posibilidades. No logré aprobar el examen, así que tendré que recurrir a otras
alternativas previstas para poder estudiar lo que quiero.
He observado que mi
desesperada búsqueda efebofílica enmascara un profundo deseo de recrear y
revivir mi adolescencia en su plenitud; he notado que los sentimientos de mi
niño interior han hecho que en la actualidad vea como a mis iguales a los
chicos adolescentes y en muy poco grado práctico a los hombres de mi edad.
Todos mis conflictos
psicoafectivo sexuales están conectados exclusivamente a la adolescencia, los
problemas de la niñez solo fueron el preámbulo de los conflictos psíquicos
significativos del futuro; sin embargo todos los problemas emocionales radican
en la desestabilización interior acaecida durante la infancia.
Siento que el único
problema que tengo con mis pares de edad, varones, está relacionado con los
complejos de inferioridad social.
Últimamente he notado
cierto interés homoerótico hacia hombres mayores de 18 años y menores de 25, al
parecer, los cambios en la imagen corporal que el tiempo prodiga hacen que
varíen los arquetipos mentales y las imágenes cognitivas de paridad social
respecto a la edad cronológica, probablemente es una evolución lenta que se da
en el transcurso del tiempo, tal vez la orientación de la tendencia homosexual
se reestructura y amplía en función del tiempo y del envejecimiento del
individuo, estoy observando esa expansión en mí más allá de la adolescencia,
ahora toca los linderos de la temprana juventud.
Ésta situación me ha
urgido a actuar con más velocidad, no quiero que el tiempo me trague en su
devenir ni haga más profundas mis heridas, pues aunque parezca físicamente de
16 años en la actualidad, no estoy excepto en forma alguna de crecer y madurar
fisiológicamente como todas las demás personas, así que debo aprovechar esta
apariencia de camuflaje para interactuar con los adolescentes en calidad de
igual y así cumplir perfectamente los procesos inconclusos durante esa fase de
desarrollo psicológico.
He logrado grandes
acercamientos en la relación con mi ahijado de 16 años, siempre he querido su
amistad y también asumir apropiadamente mis labores de apadrinamiento.
Estuvimos alejados por largo rato debido a que no me sentía preparado para
brindarle una ayuda más efectiva, sincera y madura.
Ahora he conseguido
muchos avances y parece que la vida me urge a preocuparme lo necesario por las
personas que son más cercanas e importantes para mí. Mi ahijado tiene
resistencia al tratamiento, pero he aprendido maneras inteligentes de llegar a
las personas que parecen muy cerradas a permitir cambios en sus vidas, sé que
es un trabajo largo, de paciencia y perseverancia, pero confío en Dios y en mi
mismo.
Mi ahijado me pidió que
le comentara su situación al novio de su mamá, pues creemos que él puede ser un
prospecto para resolver las heridas paternales, conocer el amor masculino
sincero, aprender los modos de los varones y recibir un apoyo consistente.
Mi ahijado me contó que
ese sujeto maneja muchos conceptos psicológicos y trabaja el área de recursos
humanos en una compañía, me dijo que era un buen hombre y que hablara con él,
así que le escribí un correo electrónico que considero interesante y digno de
compartir a través de mi cuaderno y la página de EPEC, tal vez sirva como
formato de presentación para aquellos que desean comunicar a otras personas la
situación de AMS que viven muchos chicos adolescentes.
Espero que el hombre
responda positivamente, pues yo estoy dispuesto a asesorarlo en todo lo que sea
posible y que se encuentre dentro de mis posibilidades y alcances, así como
compartirle con gusto mi experiencia de terapia. También espero que mi ahijado
responda y se de la oportunidad de hacer las cosas bien para alcanzar la
verdadera felicidad.
Con todo el gusto del
mundo os presento a continuación la carta que le escribí a ese hombre de 35
años:
Querido J.J.,
Soy amigo de A., el hijo de AB, tu amiga. Hace
muchos años que conozco a A. y a su familia, me siento muy feliz por la
confianza y el cariño que ellos me han brindado.
Te escribo porque A. me pidió que te contactara,
pues él quiere que tú y yo le procuremos la ayuda que necesita para superar un
problema muy delicado en su vida, una situación que le está molestando y que le
crea un conflicto existencial muy profundo. La adolescencia es una edad muy
difícil en la que los chicos requieren la participación activa de muchas
personas que los orienten y les brinden el afecto, el apoyo y la cercanía para
no desarrollar problemas de índole mayor que marquen negativamente sus vidas
tal vez para siempre.
A. es un poco tímido y considera que yo puedo
introducirte en la comprensión de su situación, pues él confía en mí, en mi
conocimiento y experiencia; pero tú que estás muy cerca de convertirte en una
figura paterna, le representas un camino para lograr la estabilidad, la armonía
y la paz interior que tanto ansía.
Los problemas de A. se reflejan en sus déficit de
masculinidad y confusión respecto a su identidad de género, y dada la
desinformación al respecto sobre terapias para superar problemas de atracción
hacia el mismo y el constante bombardeo de las campañas publicitarias del lobby
gay, pues se encuentra en un camino oscuro y a merced de la manipulación de los
medios de comunicación y de la gente perteneciente a ese gremio de mentiras
(hago énfasis en Lobby Gay y no en militantes homosexuales).
Yo tengo mucha información sobre terapia reparativa
para la superación de problemas homosexuales, al igual que cierta experiencia
en ese campo, también conozco lo fundamental de la terapia de afirmación gay,
pero estoy en contra de ese procedimiento, pues yo apoyo que la gente con AMS
(atracción hacia el mismo) no desperdicié su potencial heterosexual ni termine
en la degradación a la que lleva el estilo de vida homosexual. En los
adolescentes es muy incorrecto hablar de homosexualidad genuina, pues ellos
están en una etapa de maduración psicosexual, y este problema puede ser
transitorio si se le trata a tiempo y con atención, de lo contrario se podría
llegar a una fase de autoetiquetado gay/bisexual que conllevaría a que el
problema homosexual se asentase en la psique de una forma arraigada que hace
más difícil la efectividad de la psicoterapia de cambio.
Supongo que sabes que la mayoría de los psicólogos
y psiquiatras ven el estilo de vida gay/bisexual como algo positivo y le dan carácter
de normalidad a las tendencias homosexuales, pero taimadamente piensan que no
es una situación digna de admirar ni de imitar o seguir, existe una especie de
tolerancia de mal gusto, pues ningún hombre muy seguro de su heterosexualidad
viraría conscientemente hacia la homosexualidad, y muchos de ellos desconocen
por completo la terapia reparativa, y otro tanto se considera gay o bisexual.
La otra cuestión es que la AMS tiene como única causa factores psicólogicos y
hay muchas pruebas y testimonios que así lo avalan. No existe ninguna causa
biológica que explique con seriedad y rigor científico el origen de dicho
fenómeno, no existe un gen homosexual y si lo hubiera entonces hablaríamos de
una mutación; tampoco tiene su origen en hormonas, pues si fuera así, entonces
una dosis de andrógenos y testosterona modificarían dicho trastorno endocrino
sin dificultad alguna.
Las causas yacen en las vivencias del individuo
durante su niñez y adolescencia, en conflictos psicológicos derivados de una
figura paterna ausente o distante emocionalmente, en una madre sobreprotectora
y excesivamente apegada..., pero para que la homosexualidad se dé deben existir
heridas homoemocionales lo que crea un desapego defensivo respecto al propio sexo
y que hace que el niño se refugie en la madre sobreidentificándose con la
feminidad; esto crea un sentimiento de baja autoestima y de desconexión con la
masculinidad, todo ello conlleva a que muchas necesidades homoemocionales
queden insatisfechas debido a ese rechazo inconsciente del mundo de los
hombres, entonces es cuando surge la tendencia homosexual como un impulso
reparador.
Lo anterior explica a grandes rasgos un cuadro
clínico muy común en varones con tendencias homosexuales y problemas de identidad
de género, y que normalmente es reconocido como una forma y tipo de
homosexualidad androfílica; puesto que hay muchas otras variantes de
homosexualidad que tienen otro aspecto y causas un poco diferentes. Las heridas
de autoimagen, las heridas sociales, los abusos sexuales, las heridas
culturales, las heridas heteroemocionales, los problemas en la dinámica
familiar, el temperamento sensible... entre otras variables, son factores que
contribuyen y en forma combinada conlleven al origen de la AMS.
Hay varios esquemas de terapia que han probado su
efectividad, así como organizaciones como NARTH, courage, HIF, exodus... que se dedican
a tratar este problema en varones que desean superarlo. Los resultados exitosos
obtenidos son muchos, así que es posible cambiar y resolver el problema desde
su raíz.
Yo personalmente trabajo con una comunidad virtual
hispana que provee terapia e información para resolver y curar la
homosexualidad, te invito a que visites este website y te empapes del conocimiento
que se requiere para entender esta problemática:
La cuestión es entender el origen de dicha
situación para poder afrontarla de una forma inteligente y prudente, el cambio
nunca se da porque otros decidan ayudar, para que el cambio sea posible el
individuo con AMS debe elegir libre y conscientemente dicho camino, pero en el
caso de A., la presión sirve de nada, lo que realmente funciona es el amor y la
compresión, la escucha reflexiva y la omisión de juicios. Poco a poco y de
forma inteligente se puede ir llegando a la persona para que ella evalúe las
ventajas y desventajas de vivir bajo una identidad homosexual y así esté en
capacidad de decidir si crece hacia la heterosexualidad o se somete a la
esclavitud de la vida gay.
Rodearse de mucho apoyo y del amor de su familia es
clave para que un adolescente no busque satisfacer esas necesidades afectivas
en otro lado y para que no busque en hombres gay o bisexuales a ese padre que
ha echado de menos durante toda su vida, así como tampoco se refugie en el sexo
buscando una vía para aliviar ese dolor; muchos chicos con AMS llegan a creer
que para que otro hombre los ame tienen que ofrecer sexo, pues no han tenido la
oportunidad de conocer el amor desinteresado y sincero de hombres que los amen
de verdad y que les enseñen los procesos para completar su desarrollo
psicosexual masculino.
También es fundamental gozar de la compañía de los
iguales del mismo sexo, pues en la adolescencia los amigos del colegio y de la
misma edad son los que propician muchos de los rituales de iniciación e
identificación masculina. Un hombre con AMS debe satisfacer 3 necesidades
homoemocionales básicas: AFECTO, ATENCION Y ACEPTACION MASCULINA.
A. está preocupado por las actitudes femeninas que
percibe o creer ver en él, y pues no desea sentirse como un amanerado, a él le
preocupa mucho que las personas que están cerca noten su conflicto y se
decepcionen de él, pero también quiere ser feliz y busca desesperadamente el
amor particular que requiere en forma saludable para sentirse orgulloso y
plenamente satisfecho de si mismo. Él quiere aprender los modos de los varones
y las claves para crecer hacia la heterosexualidad desarrollando toda su
masculinidad, pero por el momento ve muy remotamente que sea posible un cambio
radical, y eso se debe a la desinformación y confusión de los medios a la que
se halla sometido, y también a que no ha encontrado en los varones seguros de
su heterosexualidad ese afecto, aceptación y atención que tanto busca; así que
para abandonar el estilo de vida bisexual, el interés por el sexo gay y las
amistades pertenecientes a ese mundo requiere amigos sinceros y amor de hombres
que superen a lo que el mundo gay/bisexual le brinda. Para poder ayudar a
alguien con AMS es imprescindible saber, pues uno no puede enseñar lo que no
sabe ni dar lo que no tiene.
Le tengo un profundo afecto a A. y deseo lo mejor
para su vida, conozco todas la implicaciones médicas, psicológicas y
espirituales que el ejercicio de la homosexualidad conlleva. No deseo que A.
ponga su vida en riesgo involucrándose en esas actividades sexuales tan
letales; no quiero que mi amigo muera a los 30 años a causa del SIDA que es tan
común en las personas que ejercen el homosexualismo o viven de forma
irresponsable y libertina su sexualidad. Se muy bien que los condones reducen
los riesgos de contagio pero no son una protección segura ante el VIH, de la
inefectividad de los condones para proteger del VIH existen numerosos estudios.
AB adora a su hijo, A. no quiere decepcionar a su
madre, pero ante todo él quiere ser feliz y gozar de un verdadero amor paternal
y del apoyo de todos sus amigos y aquellos que somos muy cercanos a él. A. me
pidió que te presentara ésta información, pues él considera que tú podrías
ayudarlo a superar esa problemática. Estoy seguro que para AB, ayudar a su hijo
sería lo más grande que tú y yo podríamos llegar a hacer por ella y su familia,
y pues si en verdad amamos a las personas vamos a procurar lo mejor para ellas
sin escatimar los sacrificios que sean necesarios para que sean libres, felices
y sanas.
Te ruego que manejes con mucha prudencia y cautela
ésta información que te he dado, A. confía en mí y piensa que tú también eres
una persona digna de confianza y admiración. En el momento no es nada
recomendable que compartas lo que te he dicho con AB, eso sería considerado
como una traición de nuestra parte, las cosas se darán a su momento si
trabajamos con inteligencia y caridad.
Espero que podamos contactarnos pronto, te voy a
agregar a mi msn messenger, y si es posible me gustaría que me regalaras el
horario en que te conectas y un número telefónico para llamarte, luego veremos
el momento para discutir esta cuestión en persona. Por ahora, es imprescindible
que te empapes del tema y del procedimiento del tratamiento, pues estoy seguro
que eres un hombre altruista que te gusta colaborar en la resolución de los
problemas de la humanidad.
Adjunto algunos libros virtuales sobre homosexualidad
y psicoterapia.
Cordialmente,
Turner
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