Cartas a mi psicóloga, semana 5
Querida Catarina,
Llevo rato sin escribirte, disculpa el no haberlo hecho, pero estoy inmerso en varias situaciones un poco complicadas que han representado un mayor apretón a mi tiempo y mis responsabilidades.
De mi vida actual te cuento que la salud de mi abuela es el asunto más delicado, ha continuado presentando muchas complicaciones, y hemos tenido que asistir a las urgencias médicas a lo largo de casi todas las semanas, además que se encuentra en las etapas iniciales de una demencia senil, condición muy común en las personas octogenarias, pero aún queda una confirmación clara del prediagnóstico, pues sigue siendo un asunto un poco confuso. Ha sido una situación bastante difícil para toda la familia, yo muchas vences tengo que cuidarla, y no te puedo negar que hay momentos en que siento que mi paciencia toca límite, pero procuro tratarla con amor y con la mayor comprensión posible, ella merece todo nuestro cariño y ella es una persona muy importante en mi vida.
Mi salud también está delicada, no recuerdo si te conté que tengo pendiente una cirugía por el problema médico del que te hablé. Tengo programada la valoración con el cirujano para este mes; por el momento me encuentro estable, siendo extremadamente cuidadoso en mis movimientos y en los esfuerzos físicos, se que los procedimientos con el seguro médico no son lo mejor en calidad en este país, especialmente con las EPS (Empresas Prestadoras de Servicios médicos), pero en vista que no tengo el dinero para pagar el procedimiento como particular, tendré que adaptarme a los tiempos y valoraciones que establezca esa institución con la que me encuentro afiliado.
Estoy también teniendo mucha paciencia con mi trabajo, pues como sabes no me gusta y me resulta poco interesante y motivante lo que hago, yo confío en que me pondré juicioso a buscar una verdadera solución a mis problemas financieros una vez me hayan operado y mi salud se encuentre estable.
De todo este mes cabe resaltar que mi mayor hallazgo terapéutico ha sido comprender y sentir el infantilismo que rodea mi vida y que se encuentra encarnado en la persona de mi niño interior (Johnny/Juan), finalmente he podido entender a cabalidad en que aspectos soy infantil, y que mi problema de inmadurez yace en una constante evasión de la responsabilidad, y que la mayor parte de mi AMS tiene como principal protagonista los conflictos con las mujeres y no tanto con los hombres, pero no podré sanar esos aspectos heteroemocionales sin antes abordar lo que encierra mi interés en los hombres jóvenes y adolescentes desde el enfoque homoemocional.
No me has contado sobre qué decidió el Padre Antonio sobre mi petición, no he vuelto a escribirle al Padre porque no responde a ninguno de mis correos, yo realmente quería regresar por el apoyo que es algo que necesito mucho en este momento porque actualmente sigo presentando conflictos organizacionales con el tema de elaborar las fichas e invertirles 45 minutos diarios, creo que necesito encontrar una razón poderosa para hacer las fichas porque si hablamos de conocimientos creo que se bastantes cosas sobre mi situación de vida, sobre mis problemas y cómo solucionarlos, y siento que lo que más necesito es abordar la máximo los aspectos psicodinámicos de mi tratamiento, pero si hacer las fichas contribuye a motivar y brindar esperanza a los demás, es algo que con gusto y sacrificio haré.
A veces me siento aburrido, a menudo estoy disgustado con Dios (me cuesta abandonar mis resentimientos y confiar), un par de veces caigo en evasiones fantasiosas homosexuales o en porno, en momentos en que siento que no puedo manejar el estrés y regreso a esos viejos engramas mentales negativos. Muchas veces siento que la AMS es una situación bastante agobiante e injusta, otras me aterra la idea de tener que vivir el resto de mi vida con eso; pero estoy seguro que Dios no desea que mi futuro sea permanecer con mi vida rota, como tampoco él quiso que me volviera loco con el TOC; muchas veces me falta la fe y la confianza en el amor de Dios.
Lo que mantiene viva la esperanza es el deseo de luchar por mis sueños y la convicción que es posible conquistar cualquier cosa si se trabaja con pasión y con inteligencia, y si se permite a Dios hacer su obra. Me he dado cuenta que la AMS es una predisposición horrible hacia el mal, y que no caer en ese mundo requiere de mucha fidelidad a los ideales y una enorme fuerza de voluntad para rechazar las tentaciones tan frecuentes y tan seductoras... no puedo menos que sentir una gran tristeza hacia la gente gay, que ante la desesperación interna se lanzan a esa vorágine de locura en el afán de calmar tanto dolor interior, en verdad que les comprendo perfectamente, pero tampoco acepto el hecho que no quieran buscar la verdad, aunque si miramos este punto, la terapia reparativa es algo muy duro que casi siempre causa desanimo ante las muchas exigencias personales que conlleva y el poco apoyo real que se consigue para salir de eso completamente.
Creo que eso es todo por ahora, como siempre me alegra mucho escribirte, y saber que continuamos siendo buenos amigos, y que seguimos acompañándonos en esta tan particular aventura de vida. Deseo para ti lo mejor y que Dios bendiga a tu familia y los proteja en todo momento.
Un abrazo.
Turner
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